El fin del liderazgo palestino es invisible a las coberturas mediáticas

La estrategia y finalidad del liderazgo palestino – que es en realidad una metodología que utilizaba la ex Unión Soviética – es evidente: recurre a la imitación, primero, y a la apropiación, después, de legítimas y sonadas causas ajenas, de la bandera de los derechos humanos y de la justicia universal – cuajados en un victimismo absoluto; es decir, sin responsabilidad. Pretende así, este liderazgo, que tal usurpación disimule una “causa” cuyos fines están lejos de los de la consumación de la autodeterminación, de reparar un derecho truncado – usurpación que, por otro lado, no implica ni someramente la abdicación al objetivo auténtico, a las ideas estructurales que lo sostienen.

Esto recuerda a un pasaje de la novela Annihilation, de Jeff VanderMeer, que relataba la existencia de una presencia, de una entidad que creaba, a partir de un ecosistema existente, una nueva “realidad”, convirtiéndose, sin convertirse realmente, en aquello que se ajuste a las necesidades de su propósito, porque dicha entidad no renunciaba a sus propios fundamentos.

El éxito de este procedimiento mimético se debe a la aquiescencia, al apoyo y a la convergencia de intereses de organizaciones no gubernamentales (muchas de las cuales dependen de la financiación gubernamental), entidades, comisiones y agencias internacionales y medios de comunicación. De manera que, en nombre de la defensa de la autodeterminación palestina, se aceptado a pies juntillas la propaganda palestina hecha “narrativa” del conflicto, es decir, del desamparo palestino, y, con ella, la realidad que subyace: la autodeterminación implica en realidad una suplantación, en tanto y en cuanto, según los líderes palestinos, Israel sobra.

Así, de acuerdo alTimes of Israelel 22 de enero de 2016, un alto cargo de Fatah,Tawfik Tirawi, dijoqueun “Estado palestino junto a Israel es sólo ‘una etapa’ y que Palestina debe extenderse finalmente del río Jordán al mar”.

No fueni un lapsus ni la consecuencia de unenajenamiento transitorio. Fuela expresión de un objetivo asumido por el liderazgo, y que ha sido implantado en su sociedad; así como también ha calado entre tantos grupos que dicen apoyar la “causa” palestina y que,manifestación tras manifestación demuestran qué persiguen realmente:una “Palestina libre, del río [Jordán] al mar [Mediterráneo]”.

Tirawi no pronunciaba un exabrupto. Ni había un error en la traducción. Los líderes palestinos no lo esconden: por es parte de su base, porque creen en ello, y porque saben que ni medios ni entidades internacionales van a ir a hurgarle los verdaderos anhelos. La propia constitución deFatahlo dice clarito:

La existencia israelí en Palestina es unainvasiónsionistacon una base expansiva colonial, yes un aliado natural del colonialismo e imperialismo internacionales”(Art. 8)

De tal manera, se determina la “completa liberación de Palestina y laerradicación de la existencia política, militar y culturalsionista”(Art.12).Para ello,establece que“la revolución pública armada esel métodoinevitable para liberar palestina”(Art. 17); a la vez que aclara que“la lucha armada es una estrategia, no una táctica, y la revolución armada del pueblo árabe palestinoes un factor decisivoen la lucha por la liberacióny en elarrancar la existencia sionista, y esta lucha no cesará a menos que elestado sionista sea demolidoy Palestina completamente liberada”(Art. 19).

Joe Truzmananalista investigador del Foundation for Defense of Democracies,tuiteabael 5 de febrero de 2023, que un portavoz del grupo terrorista Yihad Islámica Palestina declaraba que “la liberaciónde Palestina no puede ser a través de acuerdos de paz”.

Lo cual es lógico, porque ni este grupo terrorista, ni Hamás, ni tampoco Fatah o la OLP – ni tantas ONG, con ellas – pretenden una coexistencia junto a un estado judío. Y ahí, precisamente, está el corazón del conflicto, el que mezquinan los medios – la ocupación, la disputa territorial, realmente, no es, sino, otro de los disfraces terminológicos que utilizan para vestirse de víctimas, de justificados perpetradores.

Cuentan con una inestimable asistencia. Fines y los métodos de los que el liderazgo palestino se vale, son silenciados por los medios de comunicación. Acallados e indecentemente reformulados; de manera que los niños utilizados por el liderazgo palestino – mediante una política de incitación y adoctrinamiento en el odio y la violencia sistemática -, son presentados al público como las víctimas inocentes de una fabulosa y voraz ocupación colonialista. El grado de complicidad con ese liderazgo palestino es ya casi absoluto, al punto de confundirse las voces de aquel y las de los medios.

El periodismo, entonces, ya casi extinguido de esta cobertura.

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