Actores clave como los grupos Hamás o Yihad Islámica (que han reivindicado a una gran parte de las víctimas palestinas) tampoco aparecen en el relato. Por no aparecer, ni siquiera aparece la palabra “terrorismo” (salvo en una ocasión para desvirtuar la acusación).
Llama la atención la cantidad de medias verdades y algún serio error, que impiden al lector entender algo tan esencial como la legitimidad histórica y legal sobre la que reposa el Estado de Israel
El jueves 4 de mayo, la Asamblea Nacional rechazó por 199 votos contra 71, la propuesta de resolución del partido comunista que condenaba "la institucionalización por Israel de un régimen de apartheid".
A menos que la periodista tenga informes secretos que apunten hacia alguna red de finlandeses o algo así, la totalidad de los atentados fueron cometidos por palestinos
Si en un previo artículo sobre la cobertura del atentado contra una sinagoga por parte de la agencia, se destacaba el activismo de la agencia y la voluntad de predisponer al lector en contra de una de las partes, una crónica posterior acerca de otro atentado y la alarma causada por este volvía a presentar un mismo tipo de problemas
Mucho esfuerzo se toma la agencia estatal española, primera fuente de información de incontables medios, en posicionar al lector en contra de Israel empleando un léxico partidista, despreciando la versión de una de las partes y equiparando a víctimas y verdugos.
Acompañada por el conductor del programa, la periodista aplicaba su humor y su sorna a tergiversar la historia del pueblo judío con el fin de deslegitimizar la mera existencia de Israel, a quien tilda en su programa de “charco convertido en un lodazal casi insoportable” y de “disparate”.