Irán

El ABC del descalabro

¿Cómo se desinforma – o, puesto de otra manera, cómo se borra el límite entre la realidad, los hechos, y los intereses ideológicos de quien relata – pareciendo que se informa? El diario español ofrecía un ejemplo

La propaganda de Hamás apuesta (otra vez) a las cifras y muchos (otra vez) acatan

Cifras que aporta un grupo terrorista. El mismo que lanzó el ataque contra Israel. Una atrocidad. Que asesinó. Torturó. Violó. Quemó. Secuestró. Destrozó. Hamás. El terror favorecido con eufemismos y silencios. El grupo que controla la Franja de Gaza con puño de hierro. Cifras, pues, que aporta del “ministerio de Sanidad” que controla. O de alguna ONG afín. Las vergüenzas ya no se tapan, se exhiben orgullosamente, como una virtud, como una medalla a la mediocridad y la abyección; un galardón al odio, a los perpetuadores y revalidadores del antisemitismo.

La Gaza de Hamás

Buena parte de los periodistas que informan en español desde Oriente Medio blanquean al grupo terrorista palestino Hamás hasta dejarlo casi transparente, inexistente, como una palabra que denomina un estado de ánimo, un “sufrimiento”. Hamás sin miembros; una abstracción sin responsabilidad que simplemente reacciona.

Las habituales indignaciones y sorpresas anunciadas (y acalladas)

A esta altura debería ser posible partir, de entrada, con el conocimiento compartido de que la Franja de Gaza está controlada por un grupo terrorista: Hamás – y nunca mejor dicho, controlada, porque las vidas de los habitantes están bajo su poder. Es decir, que cuando se dice el “Ministerio de Sanidad” o “Ministerio del Interior” de Gaza, se está diciendo Hamás

Yenín: “Periodismo” con “causa” (palestina)

La utilización – usurpación y trivialización – de los términos “campo” y “refugiados” encaja la ‘narrativa’ que hace del victimismo su eje central: justificación de sus acciones y crucial herramienta propagandística

Coalescencia de obsesiones en Medio Oriente: ONG y medios, un mismo objetivo III

El todo resulta irremediablemente autorreferencial (ONG citándose unas a otras y varios medios refiriéndolas sin más): una inercia que dice y alude a sí misma pretendiendo novedad y variedad donde realmente hay una sola voz ya casi automática en aquello de decir lo mismo. No hay exploración de la realidad ni sus hechos; en su lugar se la niega en el mismísimo acto de producir las imágenes deformadas de lo que se esconde