UNRWA, engranaje primordial del conflicto (Obediencia a la “causa”)

“La educación no sólo puso el curso del conflicto al alcance de todos, sino que hizo a cada persona útil en alto grado para el propósito en cuestión. La prensa proporcionó un medio de unificación y de estímulo mutuo”. Winston Churchill (The Second World War – The Gathering of the Storm)

Qué medio más sencillo para perpetuar un conflicto que el de utilizar el sistema educativo para moldear las mentes infantiles en creencias estancas, en obediencias sin resquicios, en entregas absolutas. Qué fórmula más cínica que imbuir ese adoctrinamiento con el halo de la ayuda humanitaria, de una peregrina neutralidad ideológica y política. Qué manera más acabada de hacerlo que en el seno de una sociedad inmersa en la obsesiva e intransigente “causa” de imponer sus sueños de dominio, de exclusividad, de uniformidad religiosa y étnica.

Decía precisamente el matemático y filósofo británico Bertrand Russel (Ensayos impopulares) que el medio escolar es uno de los factores más importantes para la formación del carácter, con lo que “la facultad de moldear los cerebros infantiles que la ciencia pone en nuestras manos, es un poder terrible susceptible de un fatal empleo; si cae en personas inhábiles, puede producir un mundo todavía más cruel y despiadado que el mundo casual de la naturaleza”.

Ahí anda la agencia exclusiva para los llamados “refugiados” palestinos – ese concepto falaz que contribuye no sólo a ese mantener vivo el conflicto hasta tanto el liderazgo palestino logre su objetivo de eliminar a Israel, sino a facilitarlo por la vía del dominio demográfico – facilitando y participando en la formación de generación tras generación de personas entregadas al lúgubre destino trazado por sus millonarios líderes y los intereses ideológicos y geopolíticos de sus valedores extranjeros. Odio al Otro como doble dispositivo: para producir combatientes entregados y para obtener un acatamiento inconmovible del totalitarismo impuesto por sus organizaciones.

En su investigación The 2020–21 Palestinian School Curriculum Grades 1–12, el Institute for Monitoring Peace and Cultural Tolerance in School Education (Instituto para el Monitoreo de la Paz y la Tolerancia Cultural en la Educación Escolar; IMPACT-se) exponía una serie de ejemplos que ilustraban la utilización de la enseñanza palestina para elaborar los instrumentos de un futuro maximalista de odio y violencia i – una paz inviable. Entre ellos:

“En quinto curso, morir se describe como mejor que vivir, en un capítulo que glorifica a los mártires palestinos. Son criticados quienes tratan de vivir una vida fructífera y pacífica en lugar de seguir el camino de los mártires. ‘Beber el cáliz de la amargura con gloria es mucho más dulce que una larga vida placentera acompañada de humillación’.

La yihad ‘por la liberación de Palestina’ se presenta como una ‘obligación privada de todo musulmán’.

Los alumnos aprenden que entregar sus vidas es un deber religioso que conlleva grandes recompensas y mucho honor. Es el sentido central de la vida, el punto más alto al que se puede aspirar.

Se anima a los niños a iniciar la yihad para proteger la patria y repeler a los enemigos, ya que son ‘la válvula de seguridad de la sociedad’.

El martirio, concretamente morir en el campo de batalla como acto de yihad, se describe como algo que da lugar a ‘recompensas’. Se anima a los alumnos a debatir los ‘objetivos de la yihad en el islam’, pero más concretamente a mencionar los lugares de las guerras de la yihad en Palestina mientras aprenden a definir los conceptos de yihad, combatiente de la yihad (muyahid), mártir (shahid). No se ofrece ninguna otra interpretación del significado de la yihad.

La muerte se describe como inevitable y predestinada. Esta afirmación teológica está directamente relacionada con un llamamiento a la yihad que no deja lugar a interpretaciones diferentes.

La yihad se considera ‘la cima del islam’ y ‘una de las puertas para alcanzar el martirio’. Se describe como un deber individual en caso de ocupación de una tierra islámica, invocando el contexto actual del conflicto palestino-israelí.

Se enseña a los alumnos que quienes mueren como mártires (shuhada’) matando infieles (cristianos, judíos, politeístas) irán al paraíso, donde recibirán un estatus especial. Las recompensas para los musulmanes fieles hacen hincapié en los incentivos sexuales, como mujeres hermosas.

Se anima a las niñas a matar y morir en un capítulo en el que se habla del papel de las mujeres en combate que, en la época de la creación del islam mataron a judíos, como ‘ejemplo de mujeres musulmanas valientes en defensa de los musulmanes’…”

“La lengua árabe se enseña a través de una historia violenta y truculenta que promueve los atentados suicidas en los que los palestinos ‘cortaban el cuello a los soldados enemigos’ y ‘llevaban cinturones explosivos’. Se describe a las fuerzas israelíes como ‘dejando atrás algunos de los cuerpos y partes de cuerpos, para convertirse en alimento de animales salvajes en tierra y aves de rapiña en el cielo’…”.

A todo esto, es vital tener en cuenta que, como decían Elihu Richter, Dror Kris Markus y Casey Tait (Incitement, genocide, genocidal terror, and the upstream role of indoctrination: can epidemiologic models predict and prevent?), la educación es “la fuente fundamental de la formación ideológica de una sociedad” y, en este sentido, los libros de texto, entre otros medios de educación sancionados por el Estado o por el ente gobernante, “son uno de los canales más importantes para el adoctrinamiento. Los mensajes que se encuentran en los libros de texto reflejan los valores, la moral y las creencias fundamentales que una sociedad determinada desea promover. Los libros de texto son especialmente eficaces porque los niños son un público cautivo y a menudo vulnerable”.

Y es que, manifestaban, “los libros escolares se utilizan en un entorno controlado y representan una ideología que simboliza la intención de una autoridad organizada”. Así, hipotetizaban, quienes toda su vida han estado expuestos a mensajes que incitan contra otra otros tienen más posibilidades de participar en actos violentos – un riesgo que aumenta con la intensidad y frecuencia de tal exposición. Además, “las figuras poderosas de autoridad [como la brutal organización terrorista Hamás] adoctrinan una ideología de odio durante generaciones cuando glorifican a los ‘mártires’, ponen su nombre a calles, escuelas y plazas públicas, utilizan la ayuda exterior para financiar el terror y recompensan a los autores convictos con ayudas económicas que superan la tasa media de empleo. Estas acciones son indicativas de políticas de arriba abajo que fomentan la violencia”.

Informe de IMPACT-se

Esta “educación”, entonces, persigue lo contrario de la autonomía del sujeto, por el contrario, busca la heteronomía que mencionaba Constance Kamii en su trabajo La Autonomía como Finalidad de la Educación – Implicaciones de la Teoría de Piaget, es decir, ni más ni menos, que ser “gobernado por los demás”.

La autonomía, explicaba Kamii, “aparece con la reciprocidad, cuando el respeto mutuo es suficientemente fuerte para hacer que el individuo sienta el deseo de tratar a los demás como él desearía ser tratado [que recuerda al imperativo kantiano]”, de tal manera que “la autonomía moral aparece cuando la mente considera necesario un ideal que es independiente de cualquier presión externa”. Pero la educación que se les ofrece a los niños palestinos parece cercenar toda posibilidad de respeto al otro, toda independencia moral, en cambio, siguiendo a Kammi, esta enseñanza más bien implica “la obediencia a reglas y personas con poder”.

Niños con su futuro secuestrado ya no sólo por unos líderes inescrupulosos, sino por una agencia de las Naciones Unidas que, con la coartada de trabajar por su bienestar, impone la conveniencia ominosa de esos líderes.

Anulando la voluntad, la autonomía y el espíritu crítico

Jan Hábl (The problem of indoctrination, with a focus on moral education) decía que Elmer Thiessen identifica principalmente cuatro áreas en los que el adoctrinamiento puede ocurrir:

el contenido: “determinadas doctrinas o sistemas doctrinales conforman una determinada visión del mundo o ideología”;

el método: “todo educador sabe intuitivamente que, en educación, el método por el que se transmiten los contenidos es tan importante como los propios contenidos; Así pues, no se trata sólo de lo que se enseña, sino de cómo se enseña”;

la intención: “el maestro o instructor que ‘pretende deliberadamente obstaculizar el crecimiento de un alumno hacia la autonomía, adoctrina”, afirma Hare. McLaughlin opina de forma similar que el adoctrinamiento ‘constituye un intento de restringir de forma sustancial la capacidad final del niño para funcionar de forma autónoma’ […] Los individuos autónomos contemplan y piensan conscientemente lo que hacen y en quién creen. Someten sus acciones y convicciones a la reflexión y la crítica. Están dotados de los conocimientos suficientes y necesarios para tomar decisiones inteligentes”;

los efectos: “la educación es adoctrinadora si da lugar a una mentalidad cerrada por parte del alumno, coinciden los teóricos de la educación de orientación liberal. El adoctrinamiento ulterior se produce cuando el educador no cultiva una ‘apertura crítica’”.

Hábl señalaba que el adoctrinamiento muestra la manipulación no sólo de la mente o del entendimiento, sino de toda la persona: “La racionalidad está estrecha e inseparablemente ligada a todos los demás elementos de la personalidad humana: nuestro pasado, vínculos sociales, emociones, estado físico, etc. El adoctrinamiento, por tanto, no es sólo un ‘lavado de cerebro’, … sino también un ‘lavado’ de las emociones, las relaciones, los hábitos, las tradiciones, etc.”.

Y, siguiendo a Thiessen, recalcaba que, si los maestros no le dan cuento a los niños de la existencia de otras tradiciones, otras culturas distintas de la suya, o incluso se las ocultan, entonces están adoctrinando, en el verdadero sentido de la palabra, a los niños.

Bienvenidos a las aulas de UNRWA. Bienvenidos a sus infames complicidades.

Bienvenidos a, como decían Richter, Markus y Tait en el ya citado trabajo, la “amoral influencia” en las aulas y a la “transmisión de creencias sin dejar espacio para el pensamiento crítico y la evaluación”. Esto es, el adoctrinamiento escolar.

“El adoctrinamiento – sostenían los autores – incluye la transmisión sistemática de valores o creencias que representan el ethos central de un grupo determinado. Suele ser global, intergeneracional y profundamente arraigado en la sociedad. El adoctrinamiento inculca y refuerza creencias y mensajes fundamentales, que programan a las audiencias para que sean receptivas a instrucciones o acciones explícitas basadas en ese ethos o, en el caso de ideologías de odio, que respondan a los mensajes y motivos de incitación. mensajes y motivos de incitación”.

Los niños, resaltaban, son particularmente susceptibles al adoctrinamiento a través de libros de texto, televisión y mensajes emitides por figuras de autoridad, y, en este sentido, apuntaban que “los chicos criados en sistemas educativos que adoctrinan hacia el odio y la violencia tienen más probabilidades de transmitir también esos valores a su progenie. Estas ideologías transmitidas de una generación a otra pueden ser extremadamente resistentes al cambio, ya que se multiplican y fusionan hasta convertirse en parte de las creencias y valores fundamentales de la sociedad”.

Una multiplicación y la perpetuación del conflicto aseguradas. UNRWA es, después de todo, una agencia sumamente efectiva – no, claro, como creen muchos de los que la financian, de quienes la citan como fuente serie y neutral.

La verdadera UNRWA

Si un hecho se reitera insistentemente, de manera empecinada, las excusas que pretendan descartarlo como una ocurrencia puntual, anecdótica, entran en el territorio del cinismo, de la complicidad o de la estupidez que clama por una reforma drástica.

Es el caso de la utilización por parte del grupo terrorista palestino Hamás de las infraestructuras civiles, sobre todo de escuelas, hospitales y mezquitas – es decir, aquellas que son críticas de cara a la sensibilidad occidental, que cree compartir valores similares cuando evalúa un conflicto en el que una de las partes profesa unos principios sustancialmente diferentes: por sobre los seres están los fines.

Estas convicciones son parte de la educación que reciben los niños palestinos en las escuelas de la Gaza, la Autoridad Palestina (cuyos libros utiliza la agencia de la ONU) y las de la UNRWA. Es decir: obediencia y entrega absoluta a la “causa” de sus millonarios y salvaguardados líderes.

En resumen, la UNRWA adoctrina generación tras generación de niños para asegurarle a los grupos terroristas palestinos entregados miembros, para apuntalar la persistencia del conflicto (y el negocio de los líderes); para atajar la insatisfacción generalizada y organizada contra sus líderes.

Inevitablemente, cuando esto sucede, también de manera sistemática, la agencia de la ONU, en Gaza, se confunde con la propia Hamás más allá de sus intereses o su contenido ideológico. Así, como se indicaba en un artículo del diario Ha’aretz del 12 de diciembre, cuando “a finales del mes pasado, por ejemplo, el periodista Almog Boker informó de que uno de los rehenes israelíes liberados dijo que había estado retenido en casa de un profesor de la UNRWA… que apenas le daba comida y medicinas”, la respuesta de la UNRWA fue, en lugar de lanzar una indagación, la de acusar a Boker de difundir una afirmación sin fundamento. Boker replicó que no podía exponer la identidad del rehén y pidió a la organización que investigara el asunto. Es decir, la agencia explicitaba la magnitud del problema en que se ha convertido: un obstáculo para la paz; una facilitación (sublimación) del odio y, también, como se verá, una trinchera para las actividades terroristas de Hamás.

No sólo no le interesan los israelíes a esta agencia, sino que le traen sin cuidad los palestinos – es lo que se desprende de la “educación” que les ofrece, del papel al que los posterga: dependencia de la “ayuda”, sometimiento a la ideología y rentabilidad de los caudillos palestinos.

Es este un sistema que instaura una sociedad que festeja las atrocidades – que participó de ella entrando en Israel o recibiendo a los terroristas con los rehenes y los cadáveres de algunos de los asesinados; que insultaba y amenazaba a los secuestrados israelíes que eran liberados (y que eran casi paseados indecentemente por la Cruz Roja por Gaza) a cuenta gotas por el grupo terrorista palestino como parte del acuerdo de alto el fuego.

Una sociedad, en definitiva, donde lo que no puede la machacona instrucción y embrutecimiento en el odio y la glorificación de la violencia cortesía de una agencia de la ONU, lo puede el miedo y el silencio que impone la brutalidad impune de Hamás – y Yihad Islámica palestina, entre otros grupos terroristas.

El adoctrinamiento requiere, claro está, “maestros” convencidos del material ideológico a trasmitir. Y en la UNRWA esto es tan fácil de comprobar como un tétrico viaje por las redes sociales. Así, la organización UN Watch (UNRWA: Hate Starts Here, noviembre de 2023) informaba que nada más conocerse la noticia de la horrible matanza perpetrada en Israel por el grupo terrorista Hamás el 7 de octubre, y “que fue retransmitida en directo en las redes sociales por algunos de los terroristas, personal de UNRWA lo celebró inmediatamente y lo justificó en Facebook”.

Por ejemplo, enumeraba UN Watch:

    • El profesor de UNRWA en Gaza, Osama Ahmed, publicó: “Alá es grande, Alá es grande, la realidad supera nuestros sueños más salvajes”, mientras se desarrollaba la masacre.

    • El director de la escuela de UNRWA Iman Hassan justificó la masacre calificándola de “restauración de derechos” y “reparación” de los “agravios” palestinos.

    • La directora del Centro de Formación de UNRWA en Khan Younis, Rawia Helles, que aparece en una campaña de UNRWA, glorificó a uno de los terroristas como “héroe” y “príncipe de Khan Younis”.

    • La profesora de inglés de UNRWA, Asmaa Raffia Kuheil, publicó emocionada “¡7 de octubre de 2023! ¡Esculpir la fecha!” añadiendo un emoji de corazón.

    • La administradora escolar de UNRWA Hmada Ahmed posteó “bienvenido el gran octubre”.

Mas, aclaraba UN Watch, las publicaciones en redes sociales son meramente un síntoma de un problema mucho mayor y sistémico de antisemitismo y apoyo al terrorismo: “UNRWA ha sido, desde sus inicios, un caldo de cultivo para los terroristas palestinos. En su libro sobre esta agencia, The War of Return, Einat Wilf y Adi Schwartz describen el adoctrinamiento en las escuelas de la UNRWA en los años 60, 70 y 80, y cómo sus escuelas inculcaron en los estudiantes la idea de un retorno violento al territorio de Israel: […] El sistema educativo de la UNRWA se convirtió efectivamente en un instrumento para la movilización de la población de los campos para la lucha armada palestina. ‘Esperamos movilizar fuerzas que serán mucho más fuertes que los ejércitos puestos en campaña en 1948 por la Liga Árabe’, relataba un profesor de un campo de refugiados…”.

Es en el material “educativo” donde puede constarse esta siniestra política. En un trabajo de marzo de 2023 (UNRWA Education: Reform or Regression?) de la citada UN Watch junto al Instituto para el Monitoreo de la Paz y la Tolerancia Cultural en la Educación Escolar (IMPACT-se, por sus siglas en inglés), se explicaba que las escuelas de UNRWA enseñan el plan de estudios y los libros de texto del “país anfitrión”. En el caso de la Franja de Gaza y Cisjordania, se emplea el plan de estudios de la Autoridad Palestina.

Numerosos estudios, proseguían, han descubierto que estos libros de texto contienen antisemitismo e incitación al terrorismo:

“… el problema es que la UNRWA contrata deliberada y sistemáticamente a profesores que alaban públicamente a Hitler, glorifican los atentados terroristas contra niños israelíes y difunden teorías conspirativas contra los judíos similares a las de Goebbels. […] Por lo tanto, no es de extrañar, como IMPACT-se ha demostrado, que estos profesores preparen materiales didácticos para sus alumnos que glorifican el terrorismo, fomentan el martirio, demonizan a Israel y niegan su existencia, y difunden el antisemitismo”.

Entre los ejemplos que proporcionaba este informe figuraban: “alentar el martirio enseñando a los estudiantes que es loable sacrificarse por Palestina; demonizar a Israel como un ladrón destructor de la historia palestina, y a los soldados israelíes como asesinos crueles; negar el derecho judío a la autodeterminación en Israel enseñando repetidamente que ‘Palestina’ incluye todo el territorio israelí, contradiciendo una vez más las propias declaraciones de la UNRWA de que no lo hace; y difundir libelos antisemitas modernos sobre Israel que causa cáncer entre los palestinos”.

Es así que, como decía Sharona Shir Zablodovsky, de Deborah Forum y experta en políticas públicas, citada por el diario Ha’aretz (12 de diciembre de 2023), es precisamente “el sistema escolar el que ejerce la mayor influencia en la conciencia y el ethos de una sociedad. Y lo que enseñan a los niños en el sistema escolar palestino -donde la mayoría estudia en escuelas de la UNRWA- es que Israel es una cosa amorfa, ni siquiera un Estado, una entidad sionista, y que hay que destruirla. El objetivo del sistema escolar es… volver a la situación anterior a 1948. Los niños lo dicen expresamente. Es una sociedad en suspenso”.

Y es, ciertamente, una política fatídica.

En el mismo artículo, Marcus Sheff, director ejecutivo de IMPACT-se, señalaba que el currículo de la Autoridad Palestina, que utiliza la UNRWA, es el peor del mundo sunita:

“Sabemos lo que hay en cada página de cada libro de texto de doce o más países de Oriente Medio, y mientras que todos los países suníes importantes han ido mejorando sus libros de texto en los últimos años, sólo la Autoridad Palestina va en la dirección opuesta. Reformaron sus libros de texto entre 2014 y 2016, y el resultado es un plan de estudios en el que no se menciona ninguna posibilidad de paz con Israel, pero que sí contiene antisemitismo, entusiasmo por la violencia, ejemplos de cómo la yihad es lo más importante en la vida, que la muerte es mejor que la vida, que es bueno degollar a un enemigo… y que la violencia es lo más importante”.

Zablodovsky decía, en este sentido, que es muy difícil explicar por qué y cómo, pero esta decisión vino del seno de la Autoridad Palestina, y a Hamás le gustó, “así que resulta que no hay ninguna desavenencia entre Fatah y Hamás en el tema de los libros de texto. La AP, Hamás y la UNRWA enseñan los mismos libros de texto que incitan a la violencia y al terror, y eso no sucede en Israel”. De manera que mientras unos países decidieron mejorar sus sociedades educando hacia la moderación y la paz, como, afirmaba, está ocurriendo ahora en Egipto, Arabia Saudí y Marruecos, en Gaza y Cisjordania – las escuelas de UNRWA incluidas, claro – eligieron “convertir la educación en una herramienta estratégica para la violencia y criar una joven generación de shahids (mártires)”.

La consecuencia de esta trágica decisión es inmediata y tangible. El diario Ha’aretz advertía que en un vídeo en el que se entrevistaba a niños de varias escuelas de UNRWA en los campos de refugiados de Shoafat y Qalandiyah, “cuando se les preguntaba qué aprenden en sus escuelas, las respuestas eran estremecedoras. ‘Nos enseñan que los sionistas son nuestro enemigo y que debemos luchar contra ellos’, decía un niño de 12 años. Otro decía: ‘Nos enseñan que [los judíos] son mala gente. Mataron a nuestros jóvenes’. Otro chico: ‘Estoy dispuesto a apuñalar a un judío y pasarle [con el coche] por encima’. Otro decía: ‘Tenemos que apuñalarlos constantemente, pasarles por encima con el coche y dispararles’. Otro más añadía: ‘Apuñalar y atropellar a los judíos aporta dignidad a los palestinos. Voy a atropellarlos y apuñalarlos con cuchillos’. Una niña de 6 años, por su parte, decía: ‘La gente ama Palestina y está dispuesta a morir por Palestina. Quiero luchar contra ellos [los judíos] y derrotarlos en la guerra’”.

En octubre de 2015, un par de primos palestinos, de 13 y 15 años se armaron con cuchillos salieron en Jerusalén a inscribir en actos en el mundo lo que las palabras escolares dictaban. Hirieron de seriedad a un niño de 12 años y a un joven de 20.

La complicidad de UNRWA con este estado de cosas quedó clara cuando en 2021, señalaba el propio Ha’aretz, algunos de los mayores donantes de dicha agencia tomaron medidas contra la misma luego de la revelación del contenido mencionado en sus libros de texto. La respuesta de UNRWA a esta preocupación fue ilustrativa: bloqueó el libre acceso mundial a los contenidos que hasta entonces aparecían en su sitio web.

Ya un modus operandi. Como cuando salió a acosar al periodista que informó sobre el testimonio del rehén, que se mencionó más arriba. O como cuando a Matthias Schmale, que era el director de operaciones de UNRWA en Gaza allí por 2021, se le ocurrió hablar en el plano de realidad:

“Tengo la impresión de que hay una enorme sofisticación en la forma en que los militares israelíes atacaron durante los 11 días”.

“Sí, no atacaron, salvo algunas excepciones, objetivos civiles…”.

Según la Radio Pública estadounidense, los empleados palestinos de UNRWA (¡99% de los empleados!) protestaron y, entonces, Hamás dijo que ya “no podía garantizar la seguridad” de Schmale. A buen entendedor sobran palabras, así que Schamale se fue a Jerusalén y ya no volvió a Gaza. Ahora es el Coordinador Residente y de Asuntos Humanitarios de la ONU en Nigeria.

Y en octubre de 2023, tal como refería Hillel Neur, director de UN Watch, la UNWRA borró una publicación en X que no podía ser más claro. La agencia había informado de que Hamás, el Ministerio de Salud de Gaza que, por cierto, “es citado todos los días por el New York Times, por la BBC, y todos los demás los principales periódicos”, había robado gasolina e insumos médicos de las instalaciones de la agencia internacional.

La UNRWA, créase o no, es una agencia de la ONU… Y, créase o no, es tenida como fuente imparcial y seria de información; como una agencia preocupada por los derechos humanos, por la paz.

Cómo va a trabajar en pos de la paz si, como explicaba IMPACT-se en su informe The 2020–21 Palestinian School Curriculum Grades 1–12), “la solución de los dos Estados y la coexistencia pacífica con Israel no se defienden en los libros de texto. No hay referencias ni sugerencias sobre la posibilidad de resolver pacíficamente el conflicto con Israel. Además, el caso más destacado de defensa de la paz que aparecía en el nuevo plan de estudios de la Autoridad Palestina posterior a 2017 se ha eliminado ahora de las ediciones de 2019 y 2020 del libro”.

Algo en consonancia con la constitución de tan “moderada” Fatah, en cuyo artículo 22 se expresa la oposición “a cualquier solución política ofrecida como alternativa a la demolición de la ocupación sionista de Palestina…”.

De manera que, proseguía el instituto, “el nuevo plan de estudios hace hincapié en el retorno de los refugiados palestinos más allá de las líneas de demarcación de 1949 y en el establecimiento de la soberanía palestina en Israel, lo que lleva a los estudiantes a comprender que la lucha por la liberación no termina en Cisjordania y Gaza. … Se vilipendia a los judíos y a Israel en mayor medida que en los planes de estudios anteriores y el antisemitismo está más extendido … También se demoniza a Israel y se le culpa del desempleo palestino en un nuevo capítulo sobre la corrupción en la sociedad y las formas de combatirla. En ningún momento se mencionan los factores internos de la sociedad palestina que contribuyen a este problema…”.

UNRWA es, cada vez menos, una agencia de la ONU y, en cambio, es cada vez más una agencia palestina. O, incluso, en Gaza, de Hamás.

Escuelas escudo – fachadas para el terror

“Soldados de la Brigada Kfir se enfrentaron a un escuadrón terrorista cerca de una escuela de Shejaia, en la ciudad de Gaza. … [En la escuela] las IDF descubrieron varias armas almacenadas. … Soldados de la 5ª Brigada lanzaron un ataque en Beit Hanun contra terroristas que disparaban a las fuerzas de las IDF desde una mezquita, así como desde un edificio escolar de la UNRWA”. (Jerusalem Post, 9/12/2023)

Cuenta de X del analista Joe Truzman

Cuenta de X de UN Watch, 14/12/2023

“Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés) siguiendo información de inteligencia de que operativos de Hamás se habían hecho fuertes en interior de dos escuelas en el prestigioso barrio de Rimal de Gaza, lo que condujo a la rendición final de los terroristas tras la batalla” (i24news, 16/12/2023)

“Naciones Unidas dijo el jueves que había descubierto una ‘cavidad artificial’ bajo una de sus escuelas en Gaza, el territorio palestino controlado por Hamás, que presume de tener una red de túneles, algunos de ellos utilizados en guerras pasadas contra Israel. … El ejército israelí dijo que la cavidad era en realidad un túnel excavado por militantes de Gaza. … ‘La lluvia probablemente creó un agujero en el suelo que reveló la estructura de un túnel terrorista junto a una escuela de la UNRWA en Gaza’…” (France24, 01/12/2022)

“Una agencia de las Naciones Unidas que la semana pasada encontró cohetes en una escuela de Gaza que funcionaba bajo sus auspicios, ha entregado ese armamento a Hamás, según informaron el domingo funcionarios israelíes, que acusaron a la organización de ayudar activamente a la organización terrorista a atacar potencialmente a civiles israelíes. … ‘De acuerdo con la práctica habitual de la ONU en sus operaciones humanitarias en todo el mundo, los incidentes relacionados con artefactos explosivos sin detonar que puedan poner en peligro a los beneficiarios y al personal se remiten a las autoridades locales’, dijo el director de promoción y comunicaciones estratégicas de UNRWA, Christopher Gunness…”. No es broma. (The Times of Israel, julio 2014)

Sanitaria protección de Hamás

“Las Fuerzas de Defensa de Israel encontraron armas ocultas en incubadoras dentro de un centro médico de la Franja de Gaza… En un comunicado, las FDI afirmaron haber completado recientemente… una operación a gran escala en el hospital Kamal Adwan de Jabaliya, que había sido utilizado por Hamás como centro de mando y control”. (Ynet, 16/12/2023)

X, 19/12/2023

“… además de funcionar como institución médica, el hospital [Shifa] era claramente explotado por el ala militar-terrorista de Hamás. Las FDI entraron en el hospital y dejaron al descubierto sus niveles subterráneos, en los que había túneles, cuarteles generales, salas de control y arsenales de armas. Las pruebas demuestran claramente que el hospital fue utilizado para una amplia actividad terrorista, aprovechando el hecho de que las fuerzas. … El portavoz de las FDI reveló que varios rehenes fueron llevados al hospital el 7 de octubre de 2023. Una de las mujeres soldado que fue secuestrada y cuyo cuerpo fue encontrado por las fuerzas de las FDI y llevado a Israel, había sido llevada al hospital cuando fue herida y asesinada en la propiedad del hospital. El 16 de noviembre de 2023, se encontró el cadáver de otro rehén en la zona del hospital. … Otro ejemplo de la explotación de hospitales por Hamás es el Hospital Indonesio, situado en Beit Lahia, en el norte de la Franja de Gaza. … Las FDI descubrieron que cerca del hospital había pozos de lanzamiento de cohetes y una entrada a túneles terroristas. … El 13 de noviembre de 2023, el portavoz de las FDI reveló pruebas de que el Hospital Infantil al-Rantisi, situado en el norte de la ciudad de Gaza, era utilizado por Hamás con fines militares-terroristas. Informó que en el sótano del hospital funcionaba un centro de mando de Hamás y se encontró una gran cantidad de armas y artefactos, incluidos cinturones explosivos; también se encontró un túnel terrorista en el recinto. Allí se encontraron pruebas que indicaban que algunos de los rehenes podían haber estado en el sótano del hospital”. (Meir Amit Intelligence and Terrorism Information Center, Hamas Exploitation of Hospitals for Military-Terrorist Purposes Shifa Hospital as a test case, 11/12/2023)

Esto no es nada nuevo.

En 2014, por ejemplo, “Nick Casey, corresponsal de The Wall Street Journal en Oriente Próximo, publicó en Twitter una foto de un portavoz de Hamás siendo entrevistado, en cámara, y se le preguntó cómo se sentirían los pacientes al ver que Hamás utiliza el hospital como ‘cuartel general de facto para los dirigentes de Hamás, a los que se puede ver en los pasillos y despachos’, tal y como informó The Washington Post la semana pasada. El lunes, Casey escribió: ‘Hay que preguntarse [con] los bombardeos cómo se sienten los pacientes del hospital de Shifa cuando Hamás lo utiliza como lugar seguro para ver a los medios de comunicación’”.

Ese mismo año, el periodista italiano Gabriele Barbati publicó el 29 de julio de 2014, en su cuenta de Twitter, lo siguiente: “Fuera de #Gaza [y] lejos de la represalia #Hamas: cohete disparado erróneamente [por Hamas] mató a los niños ayer en Shati. Testigo: militantes se apresuraron y despejaron los escombros”.

También en 2014, y según Times of Israel, “El miércoles, las FDI atacaron secciones del hospital de rehabilitación Al-Wafa, en el barrio Shejaiya de Gaza, explicando que la instalación médica estaba siendo utilizada como centro de mando de Hamás y utilizada repetidamente por hombres armados islamistas para lanzar ataques contra las fuerzas israelíes. … Más tarde emitió un vídeo en el que se veían disparos desde las instalaciones y en el que aparecía una grabación de llamadas telefónicas de las FDI al hospital en las que se aseguraba a estas fuerzas que el hospital estaba cerrado y que no había pacientes en su interior. El vídeo también mostraba la apertura de un túnel de Hamás adyacente al hospital”.

En 2014, en un informe de CAMERA Español se señalaba que Radjaa Abu Dagga, corresponsal del diario francés Liberation, tras contar cómo fue interrogado y amenazado por miembros de Hamás que usaban el hospital de Al Shifa como oficina, pidió que la crónica fuera retirada de la página web del periódico. “Sucesos como estos llevaron a Foreign Press Association en Israel a emitir una declaración donde ‘protestaba en los más enérgicos términos ante los métodos no convencionales descarados, incesantes y de fuerza empleados por las autoridades de Hamás y sus representantes contra los periodistas internacionales llegados a Gaza a lo largo del mes pasado”. En la declaración se daba cuenta de que periodistas extranjeros habían sido “acosados, amenazados e interrogados acerca de las historias o informaciones que habían dada cuenta a través de sus medios de comunicación o redes sociales’”.

Nada nuevo. Como tampoco es nuevo el silencio de UNRWA, Médicos sin Frontera y el Comité Internacional de la Cruz Roja, entre otras ONG tan vocales cuando de señalar a Israel se trata.

Una forma de concluir lo que invariable y onerosamente continúa

El 16 de diciembre de 2009, y como ya se daba cuenta en un texto de CAMERA Español, Salman Abu Sitta, fundador de la Sociedad de la Tierra Palestina, en Londres, dijo en durante un discurso en el Centro para el Retorno Palestino en Londres que “la perseverancia de los palestinos en su búsqueda por retornar al hogar, se ve realzada por el creciente apoyo mundial y también por el trabajo de la UNRWA y sus logros. Estos logros son el bloque de construcción del Plan de Retorno… La UNRWA, por supuesto, será el principal instrumento para la repatriación”.

La UNRWA es parte de ese armazón inverosímil que le asegura a los agresores (y los perdedores) la supervivencia de su objetivo genocida, intransigente que Azzam Pasha, secretario general de la Liga Árabe, resumió así: una “guerra de exterminio y una masacre trascendental” – describiendo anticipadamente el ataque del 7 de octubre de 2023 perpetrado por Hamás.

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