Europa Press (A esta altura, ¿hace falta agregar algo más?)

No, no hace falta agregar nada más.

Así pues, veamos la estructura (puesto que es harto repetida; pareciéndose llamativamente uno artículo a otro) de la nueva (5 de septiembre de 2016) crónica de la agencia de noticias española Europa Press, donde aborda un suceso en el marco del conflicto palestino-israelí.

Titular: “Muere un palestino por disparos de las fuerzas israelíes en Jerusalén Este

Bueno, ya sabe, señor lector, de qué va el asunto.

Ahora el primer párrafo. La agencia da, como hecho – no dicho, versión – las circunstancias del suceso: “Un palestino de 27 años, Mustafá Nimir, ha muerto durante la madrugada de este lunes tras ser tiroteado por las fuerzas de seguridad israelíes mientras pasaba con su coche cerca del campo de refugiados [más bien barrio árabe] de Shuafat, en Jerusalén Este, donde habían estallado intensos disturbios entre jóvenes palestinos y soldados israelíes”.

Es decir: Israel mata a un palestino inocente que pasaba por el lugar equivocado en el momento equivocado. Cosas del destino, tan retorcido a veces; porque fíjese, que justo circular por donde los israelíes andan siendo “tan israelíes” (es decir, tan opresores, represores, ocupantes, arbitrarios; vamos, tan definición de esa maldad que ningún otro país es capaz de alcanzar)…

Recién en el tercer párrafo: “De acuerdo con una portavoz de la Policía israelí, Luba al Samri, los soldados israelíes estaban ‘completando una actividad en el campo de Shuafat, cuando un coche ‘se acercó a ellos a gran velocidad, con la intención de atropellarles‘. Antes de abrir fuego, las fuerzas de seguridad israelíes trataron de arrestar a los dos sospechosos que estaban en el interior del coche, pero los jóvenes palestinos ‘ignoraron las órdenes y aceleraron el coche con la intención de dañarles’”.

La voz israelí – siempre oficial, burocrática, lejana, “fría”, “dudosa” (más que una versión, presentada así, pareceuna “excusa”) – no cuenta: el primer párrafo la cancela por completo. Está como para imitar una crónica. Porque enseguida volverán a las voces palestinas – como la de la madre del fallecido (mera opinión; interesada si las hay) emotivas apelaciones a la emoción, valga la redundancia; siempre tan “creíbles” (con ayuda de titular y primeros párrafos; de repetición, de parcialidad sin tapujos). Y volverán a los “testigos”, de esos que, de una noticia a otra, de un lugar a otro, ven y dicen lo mismo: asesinato de palestinos inocentes. Una “facilidad” llamativa ésta de la fuente de Europa Press – la agencia de noticias palestina Ma’an (lejos de ser imparcial y rigurosa; lejos, muchas veces de la información, y muy cerca de la propaganda lisa y llana) -, para encontrarse siempre con el mismo tipo de testigo, que declara una “narrativa” acusatoria casi idéntica a la de los líderes palestinos…

Sobre el final del texto, la agencia de noticias española introducía una novedad: “Unos 221 palestinos y 32 israelíes han muerto por acción del Ejército, la Policía o de colonos israelíes desde octubre, cuando comenzó la denominada Intifada de los Cuchillos, en la que palestinos actúan por su cuenta para atacar a las fuerzas israelíes o a los colonos”.

Antes que nada, aclarar que los 32 israelíes no murieron “por acción del Ejército, la Policía o de colonos israelíes”; sino que fueron asesinados por terroristas palestinos.

Y, ¿por cierto, cuántos palestinos murieron a manos de “colonos” desde que se inició dicha “intifada” – es decir, la ola de ataques terroristas palestinos?

Pero a lo que íbamos, lo nuevo: la agencia exime de responsabilidades a los líderes palestinos en la llamada “intifada de los cuchillos – aunque hubo atropellos y ataques con armas de fuego”, obviando la vital incitación a llevar a cabo dichas acciones, y la glorificación de las mismas, por parte del liderazgo político, civil y religioso de la Autoridad Palestina y de Fatah (y qué hablar del grupo terrorista Hamas), para tuviera lugar. Incitación que no es, ni mucho menos, un hecho reciente. Como no lo es, otro importante aliciente (oficial, claro está) para llevar a cabo acciones terroristas: el pago de salarios, por parte de la Autoridad Palestina, a los terroristas presos en Israel (condenados por dichos actos) o a los familiares de aquellos abatidos durante el atentado – incluso, según el Jerusalem Post, los terroristas de Hamas.

Pero no sólo eso hacía la agencia de noticias, sino que afirmaba que los palestinos no tienen como objetivos de sus atentados a civiles israelíes/judíos… Maldita realidad que desmiente lo que se disfraza como información.

Europa Press, en principio, no trabaja como órgano de propaganda y relaciones publicas palestino. En principio… Porque al final, parece hacerlo. La evidencia es larga, abundante y rotunda.

Se hace muy difícil seguir hablando de esta agencia como una agencia de noticias, cuando de este conflicto se trata. Casi imposible.

Acaso, debería hacérselo ver. Y quizás, las asociaciones de periodistas españolas deberían echarle también un vistazo. Ya se sabe, por aquello de la deontología profesional…

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