EL PAÍS: elementos y conjuntos, titulares y opiniones

“Israel replica con más asentamientos a las críticas de la ONU por las colonias” titulaba el diario El País su crónica del 1 de septiembre de 2016. La nota presentaba varias incorrecciones.

1- TITULAR

El problema es que Israel no replicaba con “más asentamientos” sino con “la aprobación de más casas para colonos”, en los barrios o asentamientos ya existentes.

Tal vez “casa” no suene tan dramático como “asentamiento”, pero el matiz es importante. Es confundir una casa con una ciudad. Un elemento con su conjunto.

Si hubiera tantos nuevos asentamientos como los medios en español se empeñan en decir, las construcciones israelíes ya habrían llegado probablemente a Manchuria.

2- “TERRITORIOS PALESTINOS OCUPADOS DESDE EL 67”

El corresponsal del diario habla de “la política de incremento de los asentamientos judíos en territorios palestinos ocupados desde 1967”.

Pero esos territorios no eran palestinos antes de 1967.

En 1947 el liderazgo palestino rechazó la propuesta de partición y se embarcó, junto a estados árabes, en una guerra “de extermino y una masacre transcendental” contra los judíos- tal como lo expresara Azzam Pasha, Secretario General de la Liga Árabe.

Entre 1948 y 1967 estuvieron bajo ocupación jordana, y ningún llamamiento se realizó para la creación de un estado en los mismos.

Según las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de la ONU, así como los Acuerdos bilaterales firmados por israelíes y palestinos y la Hoja de Ruta, las fronteras definitivas deberán ser decididas mediante negociaciones entre las partes en conflicto. Y especifican que las líneas de armisticio previas al 67 no son fronteras.

Por lo tanto, teniendo en cuenta que existen dos partes en conflicto que deben negociar, no le corresponde al medio decidir qué territorios son “palestinos” y cuales no. La expresión “territorio palestino ocupado” condiciona dichas negociaciones, pues presupone que existen unos territorios ya definidos, con lo cual, ¿qué quedaría por negociar?

3- JERUSALÉN:

Una vez más, el corresponsal decide tomar partido por una de las partes, y afirma que “Israel ocupa desde hace 49 años Jerusalén Este, que posteriormente se anexionó”.

Ese es el argumento que sostiene la narrativa palestina. Pero no es lo que dice Israel. De modo que, insistimos, no le corresponde al periodista decidir quién tiene razón.

Jerusalén, es de hecho, un caso aparte dentro de la disputa territorial. Si desean saber más, recomendamos que lean Jerusalén: un acercamiento legal, en el que Marcelo Wio explica su especificidad.

4 – JUDEA Y SAMARIA

Afirma el artículo de El País, que Judea y Samaria son “denominaciones bíblicas del actual territorio de Cisjordania”. Error. Es el nombre histórico de la región, que así se llamó hasta 1948 en que Jordania invadió Judea y Samaria, cambiándoles el nombre por Cisjordania.

A menos que el diario considere que el periodo bíblico se extiende hasta 1948.

5- LEGALIDAD INTERNACIONAL

Escribe el corresponsal quelos asentamientos son“considerados ilegales por la comunidad internacional.”

No son “considerados ilegales según la comunidad internacional”

Recordemos que no existe una ley internacional que haya dictaminado qué territorios pertenecen a quién en la disputa entre Israel y los palestinos. Los acuerdos que se aplican (como Oslo) permiten construir.
Existen distintas teorías, y distintas valoraciones jurídicas. La ocupación puede resultar indignante, inmoral o puede ser considerada como parte esencial del problema. Pero no es ilegal. Medios como el New York Times han tenido que corregir esa aseveración en el pasado.
6- ¿POR QUÉ ENCALLARON LAS NEGOCIACIONES DE 2014?

Según el corresponsal, las “últimas negociaciones encallaron en abril de 2014, precisamente por la exigencia palestina de que los israelíes congelaran la expansión de los asentamientos”.

Pero el propio El País, explicaba en 2014, que la cuestión era más compleja:

“Esta fuente del Gobierno israelí, muy familiarizada con las negociaciones, culpa a Abbas de haber dado la puntilla al proceso cuando anunció, hace una semana, el acuerdo de reconciliación entre Al Fatah —principal partido de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) que lidera Abbas en Cisjordania— y Hamás, el partido islamista que gobierna la Franja de Gaza.

La OLP, por su parte, acusa a Israel de haber ignorado sistemáticamente diversos tratos que debían permitir el proceso de paz, como la liberación de la cuarta tanda de prisioneros palestinos prevista para esta primavera o la congelación de la construcción de viviendas en Cisjordania y Jerusalén Este. El martes, Abbas nombró esas dos condiciones para que el proceso de paz pueda continuar más allá del plazo por otros tres meses.

Netanyahu suspendió indefinidamente las conversaciones con Abbas un día después de que se anunciara la reconciliación de la OLP con Hamás y su intención de formar un Gobierno de unidad antes de cinco semanas. Israel, ha dicho, no negociará con una organización (Hamás) que le niega el derecho a la existencia. Abbas debe “elegir entre la paz y Hamás”, según ha repetido” [Énfasis añadido]
Pero para qué entrar en matices, cuando se pueden repetir lugares comunes.

7- EL CONFLICTO DE ORIENTE PRÓXIMO

A modo de añadido, es curioso observar que las noticias acerca del conflicto palestino-israelí figuran en el diario El País bajo el título: “El conflicto de Oriente Próximo”.

Como si fuera EL conflicto por antonomasia en una zona tranquila y pacífica. ¿Qué tendrán que hacer los más 470.000 muertos en 5 años en Siria, por ejemplo, para merecer un espacio entre los conflictos de Oriente Próximo?

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