El sesgo anti-israelí de la ONU demostrado por la ONU

Según cifras actualizadas en octubre de 2014 por el Migration Policy Centre del European University Institute, se estimaba que unos 9 millones de sirios habían huído de sus hogares desde el inicio de la guerra civil en marzo de 2011, refugiándose en países vecinos o dentro de la propia Siria. De acuerdo al Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU (UNHCR), más de 3 millones escaparon a Turquía, Líbano, Jordania e Irak. Otros 6,5 millones se encuentran desplazados dentro de Siria.
Este Alto Comisionado contabilizaba, a julio de 2015, 3.980.572 de refugiados sirios registrados como tales.

Aún así, la ONU no ha creado una agencia especial para estos cerca de 9 millones de desplazados, como sí lo hizo (UNRWA) – caso excepecional y que no ha vuelto a repetirse – con los entre 600.000 y 800.000 árabes (muchos de ellos, según la amplia definición ad hoc – “personas cuyo lugar de residencia habitual era Palestina entre junio de 1946 y mayo de 1948, y que perdieron tanto sus hogares como sus medios de vida como resultado del conflicto árabe-israelí de 1948” -, libaneses, egipcios, sirios, etcétera) desplazados por el conflicto árabe-israelí.

¿Qué dice este privilegio concedido por la ONU de la propia ONU?

Mientras tanto, y tal y como informaba el Washington Post (8 de julio de 2015), el UNHCR presentaba un informe en el que señalaba que las personas desarraigadas por la fuerza debido a la violencia, conflictos armados o persecución, alcanzan los 59.5 millones – un aumento del 50% respecto de la década pasada y el más alto registrado en la era moderna.

Todos ellos comparten una única agencia. La ONU aplica su privilegio únicamente a los palestinos. Un privilegio que crece y crece y crece de generación en generación (otra excepcionalidad). Y es que el ex director en ayuda de Jordania de la ONU a los palestinos, Ralph Galloway llegó a señalar que:

“Los Estados árabes no quieren resolver el problema de los refugiados. Quieren mantenerlo como una herida abierta, como una afrenta a las Naciones Unidas y como un arma contra Israel. A los líderes árabes les da lo mismo si los refugiados viven o mueren”. (Ralph Galloway, UNRWA, citado por Terence Prittie en The Palestinians: People History, Politics, p 71)

Ni los estados árabes quieren resolverlo, ni la propiaONU.

Entonces, ¿qué dice este accionar de preferencias y de prebendas del organismo internacional sobre sí mismo?

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