Hamás

Coalescencia de obsesiones en Medio Oriente: ONG y medios, un mismo objetivo III

El todo resulta irremediablemente autorreferencial (ONG citándose unas a otras y varios medios refiriéndolas sin más): una inercia que dice y alude a sí misma pretendiendo novedad y variedad donde realmente hay una sola voz ya casi automática en aquello de decir lo mismo. No hay exploración de la realidad ni sus hechos; en su lugar se la niega en el mismísimo acto de producir las imágenes deformadas de lo que se esconde

BBC: Basic Biased Coverage (Cobertura básica sesgada)

Quizás la única manera que tengan buena parte de aquellos que cubren el conflicto de Medio Oriente de auto validarse sea mediante la eterna repetición – aunque se presuma siempre una novedad - de aquello que, pretende, es la realidad o su reflejo veraz

No se olviden de Fatah

Esta organización, y la Autoridad Palestina – lideradas por Mahmud Abbas – han dado material suficiente para explicar lo que, pretenden los medios y no pocos organismos internacionales, se considere inexistente: la responsabilidad directa de ambos entes en la generación de tensión, enfrentamientos; de violencia.

Gaza: un silencio mediático que dice complicidad

Lo que sigue a continuación provocará seguramente en el lector la sensación de que ya ha leído lo que se dice. No una, sino varias veces. Que lo ha leído aquí. O, acaso, en alguna otra plataforma puntual: el sistemático silencio mediático en español sobre la realidad de Gaza

Repetición, supresión e idealización en El País

El diario español sometía al lector a veleidades literarias - abigarramiento y reiteración de lugares comunes, valoraciones y adjetivos -, así como a la supresión de aquello que hacía peligrar la escenificación. Lo que servía para racionalizar la violencia promoviendo esa figura que nadie fuera de la región se cree: “resistencia pacífica”

EFE y la reincidencia en la falta de contexto

Camera Español contactó con los responsables pidiendo más rigor periodístico en la puesta en contexto de la información de la agencia, pero no obtuvo respuesta y tres semanas después, EFE seguía privando a sus clientes de información clave.