Télam, ¿agencia de propaganda palestina?

“El modo en que empleamos la inteligencia, depende de nuestra voluntad. Cuando la voluntad no es desinteresada, el intelecto tiende a emplearse (a no ser que se trate de los campos extrahumanos de las tecnologías, las ciencias o las matemáticas puras), meramente como un instrumento para la racionalización de las pasiones y los prejuicios y la justificación de los intereses personales”, Aldous Huxley (1894-1963) Escritor inglés.

El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera”, Alexander Pope(1688-1744) Poeta inglés.

¿Que la realidad con consiente en prestar los argumentos necesarios para retratar un Israel “anti-palestino”, “xenófobo”?

No importa. Para la agencia de noticias argentina Télam la realidad no son los hechos sino aquello que sus redactores plasmen en una crónica. Los hechos, así, son tan sólo una guía, una ayuda para inspirar la calumnia.

El 1 de junio de 2014, en un texto que pretendía dar cuenta de la reacción israelí al nuevo gobierno de unidad entre Fatah y Hamas, la agencia informaba:

“‘Hago un llamamiento a todos los elementos responsables de la comunidad internacional a que no reconozcan un Gobierno palestino que se apoya en y del que es parte Hamas’, conminó ayer el premier israelí, Benjamín Netanyahu, durante la reunión de gabinete en una Jerusalén que el miércoles vivió una marcha israelí antipalestina”.

¿Sí? ¿Fue tal como dice Télam?

La agencia proseguía adulterando la realidad de la siguiente manera:

El tenso clima generado en Israel por la posible reunificación palestina avivó lo que no puede denominarse sino xenofobia de los ultranacionalistas sionistas. El miércoles pasado, marcharon por miles por esa ciudad, en una demostración de fuerza ante la población palestina de la ciudad.

La marcha, que comenzó a primera hora de la tarde en distintos puntos de la ciudad, acabó en el Muro de los Lamentos, el lugar más sagrado para el judaísmo, tras cruzar el barrio árabe de la ciudad antigua en lo que era una marea de banderas blanquiazules de Israel y fervor nacionalista.

Más de 20.000 activistas, según fuentes policiales, tomaron parte en la llamada “Marcha de las Banderas”, un acto con el que Israel reivindica su soberanía sobre la parte este de la ciudad, donde viven unos 300.000 palestinos.

El Día de Jerusalén recuerda la “unificación” de la ciudad tras la Guerra de los Seis Días de 1967 y la posterior anexión como capital de Israel de la parte este en 1980, que no ha sido reconocida ni por los palestinos ni por la comunidad internacional”.

La realidad se le cuela en la fábula que la agencia argentina pretende urdir–pero eso, claro está, poco le importa a la agencia.

Entonces,las marchas eran parte de los festejos por el Día de Jerusalén. Pero Télam decidía que la realidad no se ceñía a sus necesidades ideológicas, y entonces se sacaba de la manga de las invenciones ideológicas y anti-israelíes, los juicios de valor “marcha anti-palestina” y “xenofobia de los ultranacionalistas sionistas”.

Las marchas se realizan cada año – independientemente de las decisiones internas de los liderazgos palestinos – para festejar la reunificación (sin comillas) de la ciudad, que fue dividida luego dela agresión armadade cinco ejércitos árabes contra el recién establecido Estado de Israel en 1948.

Asimismo, las marchas no fueron ninguna “demostración de fuerza”, sino una demostración de felicidad, un festejo. El barrio árabe es un barrio más de la ciudad de Jerusalén y, como el judío o el armenio, o como cualquier otra parte de la ciudad, está abierto a todos sus habitantes.

Entonces, sin esta manipulación evidente, ¿cómo se justifica el término “xenofobia de los ultranacionalistas sionistas” y “marcha anti-palestina”? Pues no se sostiene. Justamente por eso, la agencia de noticias, devenida, al parecer, en agencia de relaciones públicas palestina, reinventa la realidad, le da otro sentido a aquello que tiene un sentido muy claro y nada novedoso.

Además, para lograr un efecto de condena hacia Israel por parte de los lectores, la Télam omite mencionar que Hamas es considerada una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros.

Y, meintrasmencionaba en su texto que “el primer ministro de Hamás, Ismail Haniye, aseguró que ‘no hay marcha atrás en la decisión de acabar con la división’;omitía señalar que Haniye expresó, el 29 de mayo de 2014, en Al-Aqsa TV, lo que espera del nuevo gobierno de unidad palestino: “Protección del proyecto de resistencia, protección del arma de resistencia” y, entre otros puntos, la “liberación de Jerusalén, Cisjordania y el resto de Palestina (i.e., Israel)”

¿Creerá Télam en sus invenciones? ¿O son sólo para consumo del lector? En este último caso, si informar ha dejado de ser la prioridad, ¿cuál es? ¿A qué se debe el trueque entre información y propaganda?

¿Será su objetivo transmitir los prejuicios?

Pío Baroja decía que justamente ese contagio de prejuicios hace creer muchas veces en la dificultad de las cosas que no tienen nada de difíciles.

¿Cómo se percibiría, entonces, el conflicto palestino-israelí sin los añadidos emocionales, ficcionales e ideológicos?

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