‘Qué importan los hechos, si tengo mis prejuicios’

No recuerdo quién dijo o escribió que nada peor que un periodista en un lugar donde no hay hechos. Acaso, en realidad, no haya nada peor que un periodista al que los hechos le traigan sin cuidado. Ese parece ser el caso del autor del textoHace 70 años el mundo legalizó el apartheid en Palestina”, publicado por Diario16.
Los errores y las invenciones se suceden una tras otras mientras el articulista busca constantemente reafirmar sus prejuicios y transmitírselos, claro está, al lector.

1. “El día 29 de noviembre de 1.947 la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó un plan para dividir Palestina en dos Estados: uno judío y otro árabe, lo que fue el origen del proyecto sionista …”

El sionismo es mucho anterior a 1947. El proyecto del Hogar Nacional Judío también. El Mandato Británico debía dar lugar al mismo.

“Palestina” como Mandato Británico, como denominación geográfica (como nombre reasignado a una región que había pertenecido al Imperio Otomano), no como entidad política histórica y autónoma, era la que se volvía a dividir (la creación del reino árabe de Transjordania – posteriormente denominada Jordania – había reducido el territorio destinado inicialmente para el Hogar Nacional Judío); aunque el Mandato no estipulaba ninguna partición.
2. “Israel tiene patente de corso a la hora de realizar una política de exterminio sistemático de los legítimos dueños de la tierra”.
“Exterminio…”, y “sistemático”, para colmo…

Según publicaba (15/05/2011) la agencia palestina de noticias Ma’an:

“La Oficina [de estadística] advirtió que 154.000 palestinos permanecieron en el recién creado estado de Israel en 1948, y que hoy suman 1,36 millones”.

Por su parte, el diario Ha’aretz indicaba (junio de 2013) que en mayo de 2012 la población palestina en Cisjordania era de casi 2.66 millones; lo que suponía un aumento del 29 por ciento (¡!) en la población palestina desde el año 2000.

Mientras que en Jerusalén, tal y como indicaba el analista de CAMERA Dexter Van Zile en un artículo:

“… la población árabe/musulmana ha estado creciendo, durante décadas, a un ritmo mayor que el de la población judía. De acuerdo con el Jerusalem Institute for Israel Studies, en 1967 el 25,8% de la ciudad era árabe. Para 2009 la población árabe había aumentado hasta alcanzar el 35,7%”.

Estos son los números de la Oficina palestina de Estadística:

Curioso “extermino sistemático”…

3. “Tres minutos, eso fue lo que duró la votación del proyecto para Palestina. Tres minutos escasos que han tenido como consecuencia matanzas, humillaciones, construcción de colonias ilegales habitadas por los sionistas más radicales, etc. La Resolución 181 sale adelante con 33 votos favorables, 13 contrarios y 10 abstenciones”.

Dejando de lado la hojarasca de odio y mentiras, el “proyecto para Palestina” duró lo que duraron los estados árabes (apoyados por liderazgo palestino) en decir no a la resolución 181 y lanzar una guerra de agresión contra Israel – en palabras de Azzam Pasha, Secretario General de la Liga Árabe, se trató de “una guerra de exterminio y una masacre trascendental” contra el Estado judío.

Y no era un “proyecto palestino”, sino árabe.

4. No, en Israel no hay ningún régimen de “apartheid”. Utilizar dicho término erróneamente es banalizar el régimen sudafricano que padeció la población de color de dicho país.

Pero, ¿qué elemento hacía al sistema sudafricano de apartheid tan particular?

Pues es muy simple: el racismo estaba consagrado por ley. Algo que no sucede en Israel.

Un informe del Centro Simon Wiesenthal, de marzo de 2013, señalaba que:

“En Israel… no sólo los hombres, sino también las mujeres árabes, tienen derecho al voto (aún no universal en los países árabes). Los ciudadanos árabes israelíes regularmente son elegidos a la Knesset [Parlamento israelí] donde denuncian las políticas del gobierno en términos no inciertos. Los árabes israelíes han servido en puestos del Gabinete así como en el extranjero como embajadores, y en la Corte Suprema… Un intelectual como el catarí Omar Barghouti explota la libertad académica ofrecida por la Universidad de Tel Aviv para conseguir un título mientras compara a los israelíes a ‘perros rabiosos’”.

A día de hoy, en el Parlamento israelí, esta es la representación árabe:

5. “David Ben Gurion proclamó la creación del Estado de Israel en mayo de 1.948 y a partir de ahí se inicia una guerra constante entre los que arrebataron una tierra que no era suya y los que intentan recuperar lo que occidente les quitó en una votación que duró 3 minutos”

Nunca hubo un estado o entidad política independiente “Palestina”. Ergo, difícilmente nadie pudo haber “quitado” nada.

Y, por “guerra constante”, ¿se refiere el autor a las agresiones árabes de 1948, 1967, 1973? ¿O a la constante incitación al odio por parte del liderazgo palestino? ¿O los ataques perpetrados por la miríada de grupos terroristas palestinos mientras sus líderes dicen no a la paz una y otra vez?

Acaso le haya llevado tres minutos redactar un texto sin argumentos, sin datos, que tergiversa hiperbólicamente largos años de historia. Pero, claro, no se trataba de Historia, sino de activismo, de la tan mentada “posverdad”, es decir, de la falacia sistemática presentada como información.

Comments are closed.