Hoy.es: Sin información, con sesgo y los recursos manidos de siempre

La noticia no es, en realidad, nueva. La manera de hacer pasar una semblanza (con suerte) del sufrimiento de una familia palestina como un hecho dado con fines ideológicos, tampoco: tomar un hecho sin contexto, es decir, sin explicación alguna del mismo salvo la mera mención del hecho de tal manera (a través del prisma palestino) que se perciba de una forma preconcebida; es decir, sin información y con sesgo.

El diario Hoy ofrecía un ejemplo acabado de ello en su crónica del 19 de diciembre de 2019. Desde el punto de vista exclusivo de Abu-Walid Dajani, el texto decía que “desde el 15 de julio de 1949 el hotel Imperial está regentado por la familia Dajani, pero está en marcha la cuenta atrás para que el edificio centenario, junto al hotel Petra y otro inmueble, pase a manos de la organización ultranacionalista israelí Ateret Cohanim, que trabaja a favor de la judaización de Jerusalén”

Los israelíes (vis a vis los palestinos) se presentan como ”ultranacionalistas” – categorización negativa que interpreta para el lector el carácter de sus acciones: en este caso “la judaización” de Jerusalén (que es como decir la britanización de Oxford).

Según la propia organización (sin fines de lucro), de la cual no se han molestado en buscar información alguna, su objetivo es “para cumplir el sueño de generaciones de reconstruir y asegurar una Jerusalén Unida, fortaleciendo nuestras raíces judías y restableciendo las otrora prósperas comunidades judías que fueron destruidas por los pogromos árabes y los esfuerzos coordinados de los países árabes antes de 1967. Los proyectos de Ateret Cohanim se centran en las necesidades educativas, sociales y recreativas de las familias que viven en estas zonas, así como en el derecho inalienable a vivir en paz y seguridad en la ciudad vieja de Jerusalén y sus alrededores”.

La organización se refiere a la limpieza étnica de judíos llevada a cabo por Jordania durante la ocupación de la parte oriental de la ciudad como consecuencia de la guerra de agresión árabe de 1948. Otro dato que el texto del medio español obviaba.

Además, el medio afirmaba que, según la agencia AFP, Maher Hanna, abogado de la familia informó que el traspaso de propiedad se paralizó el mes pasado (noviembre)” por ‘pruebas que muestran un fraude y un engaño durante la operación de venta’” – es decir, la misma acusación de siempre.

Dicha agencia decía el 3 de diciembre de 2019 que Hanna había señalado también que dicho el congelamiento de dicho traspaso se había ordenado debido a la organización Ateret Cohanim no presentó a tiempo algunos documentos del tribunal. Pero según Elif Sabbagh, un investigador especializado en las inversiones de la Iglesia Ortodoxa Griega, el retraso resultaba conveniente para el actual Patriarca Teófilo III – es decir, que parecería más políticamente motivado que otra cosa: “Le permite aparecer como un vencedor en la víspera de las celebraciones de Navidad”, afirmó.

Esto, claro, tampoco aparecía en el medio español.

Respecto del caso, del que, por supuesto tampoco se indicaba nada, tal como ya informara el diario Times of Israel el 12 de junio de 2019:

1. El Tribunal Superior dictaminó que la Iglesia Ortodoxa Griega no había proporcionado pruebas suficientes de que los acuerdos se habían hecho de manera fraudulenta.

2. Los jueces del Tribunal Superior criticaron al Patriarcado de la Iglesia Ortodoxa Griega por cambiar su historia a medida que el caso avanzaba a lo largo de los 14 años que duró el mismo; señalando que primero afirmaron que los acuerdos eran nulos porque no habían sido aprobados por el Santo Sínodo. Sólo más tarde, en 2014, alegaron que el entonces Patriarca Iranaios había firmado los contratos a cambio de una promesa de la ONG para asegurarle algún tipo de reconocimiento gubernamental – aseveración igualmente sin fundamentar.

3. Llamativamente, el Patriarcado no ha renunciado a ningún otro acuerdo firmado por Iranaios y el ex director de finanzas, Nikolas Papadimos. Sólo los tres suscritos con la ONG israelí.

4. El tribunal también dijo que no encontró falta alguna en el fallo del tribunal de primera instancia, que examinó la cuestión en profundidad durante los nueve años que el caso estuvo ante él.

5. En su fallo, el juez del Tribunal Supremo Yitzhak Amit también negó una demanda por parte de las compañías a través de las que la ONG adquirió dichos inmuebles, para que se les pagara una compensación debido a que la iglesia se negó a que tomaran posesión de los contratos de arrendamiento de los edificios.

Es decir, durante 14 se investigó judicialmente el asunto y se llegó a una conclusión (a dos, en realidad – que fueron la misma -: en primera instancia y en la superior).

Tampoco esta información aparecía en el texto de Hoy.

Después de todo, lo que presentaba el medio no era información precisamente.

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