Europa Press: dos omisiones y una adhesión a los engaños palestinos

La agencia de noticias española Europa Press continúa lavando la imagen de los líderes palestinos, a la vez que suscribe a las invenciones habituales con las que pretenden enmarcar el conflicto, erigiéndose en víctimas permanentes.
El 5 de septiembre de 2015, la agencia publicaba una crónica (“Abbas pedirá a Israel que permita a los refugiados palestinos regresar desde Siria”) en la que señalaba que el presidente de la Autoridad Palestina “va a intentar ganar apoyos a nivel internacional para que Israel permita a los refugiados palestinos desplazados en Siria que puedan ser acogidos en Cisjordania”.

Pero Europa Press omitía dos cuetiones:
  1. No le aclaraba a sus lectores que los “refugiados” palestinos gozan de un estatus de privilegio (con una agencia exclusiva: UNRWA) según el cuál, la condición de “refugiado” se hereda… Ningún otro refugiado en el mundo transmite su situación “genéticamente”.
  1. Abbas rechazó en enero de 2013 el acuerdo negociado por las Naciones Unidas con Israel para permitir que los “refugiados palestinos” en Siria se reasentasen en Cisjordania y Gaza:

“… rechazamos eso y dijimos que es mejor que mueran en Siria a que renuncien a su derecho de retorno‘, dijo Abbas a los periodistas egipcios, según informó Associated Press”.

De esta manera, la agencia olvidaba señalarle a sus lectores que el propio Abbas, hace algo más de dos años atrás puso por sobre la vida de los “refugiados palestinos” en Siria los intereses políticos e ideológicos. Es decir, primero las fabricaciones, luego la vida, la realidad.

Y, fue justamente el punto por el que Abbas le dio la espalda los “refugiados”, el inexistente “derecho de retorno”, el que delató la postura de la Europa Press:

“Unos 800.000 palestinos huyeron del actual territorio de Israel en la guerra de 1948 y sus descendientes suman a día de hoy unos 5 millones en Siria, Irak, Líbano o Jordania sin que Israel acepte su derecho de retorno”.

La agencia adhería, así, a una falacia mayúscula: el “derecho de retorno”.

Quienes afirman su existencia, citan laresolución 194 (III)de las Naciones Unidas, del 11 de diciembre de 1948, como pretendida “legislación” de dicho derecho. Esta resolución de la Asamblea General (y por tanto, no vinculante; ergo, no tiene fuerza ni valor legal; siendo una mera recomendación), resolvía, en su artículo 11, que:

“…debería permitirse [should be permitted; suele encontrarse, de manera errónea – dado el contexto de la frase – en las traducciones al español, como “debe permitirse”] a los refugiados que deseen regresar a sus hogares y vivir en paz con sus vecinos, que lo hagan así lo antes posible…”.

La resolución habla de refugiados en general, no de “refugiados palestinos” en particular. Es de remarcar que este párrafo no reconoce ningún derecho, sino que recomienda que “debería permitirse” (de ahí, que al tener sólo carácter recomendatorio, se utilice el condicional, en lugar del idicativo) a los refugiados retornar. Pero tal permiso está sujeto a dos condiciones importantes: que el refugiado “desee” volver, y que desee “vivir en paz con sus vecinos”.

Por otra parte, esos refugiados,de 1948, no son los presentes, que son una excepcionalidad (una carta política y estratégica contra Israel).

Pero, vale insitir, no es un derecho. El discurso palestino pretende darle tal jerarquía para ganar apoyos a nivel internacional, valíendose de otras falacias que ha permitido retratar a Israel como un estado que viola el derecho internacional, la legalidad internacional, sumando así otro “derecho palestino” vulnerado.

Mientras tanto, queda flotando una pregunta:

¿Europa Press dejará alguna vez de equivocarse tan seguido contra Israel?

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