El titular como clave: Europa Press y Efe

En ReVista hemos señalado muchas veces cómo, en numerosas ocasiones, los medios de comunicación en española transforman los titulares sobre el conflicto árabe-israelí en una suerte de clave para indicarle, o sugerirle, al lector cómo debe abordar, interpretar la noticia: que podría resumirse en “Israel es el sujeto activo”, es “el quid del conflicto”.

Y, aun así, no es extraño que, a pesar de las omisiones y el sesgo que se aplique a la información, esta venga en no pocas oportunidades a contradecir o a poner profundamente en duda al titular.

Dos agencias de noticias españolas ejemplificaban esto recientemente.

Europa Press, que elegía el siguiente titular para su crónica del 24 de agosto de 2020, lo hacía de manera harto evidente:

De acuerdo al mismo, Israel bombardeaba toda la Franja durante dos semanas, de manera indiscriminada e “ininterrumpida”, como respuesta al lanzamiento de globoso por parte de…, de… De generados espontáneamente y que se lanzan a sí mismos. El grupo terrorista Hamás, quien inició la agresión, era así borrado completamente del titular.

Por su parte, la agencia de noticias Efe, era más sutil al titular así su texto del 22 de agosto de 2020:

También esta agencia evitaba identificar a Hamás, no sólo como grupo terrorista, sino como el agresor. Aunque, a diferencia del anterior, no presentaba a Israel como el sujeto activo, con la introducción de la abstracta “espiral de violencia” diluían las responsabilidades: la violencia comenzó de la nada, por sí misma.

En cuanto al primer párrafo, el de Europa Press era casi lo opuesto de lo que daba a entender el titular, aunque también situaba a Israel como el sujeto activo de la noticia.

¿Si Israel respondía a los ataques de Hamas – no sólo de globos incendiarios, sino de cohetes, cómo esto no aparecía en el titular? ¿Si Israel respondía atacando objetivos estrictamente militares, por qué se insinuaba que bombardeaba indiscriminadamente?

Es más, si en el cuarto párrafo la agencia daba cuenta de que “los palestinos han intensificado este mes los ataques”, por qué eran noticia las dos semanas de respuesta israelí al mes de agresiones del grupo terrorista Hamás.

En el caso de Efe, su primer párrafo seguía la línea del titular: agresor y agredido confundidos en un listado de objetos que no explicaban nada.

Había que llegar al cuarto párrafo para leer que “a principios de este mes, sin embargo, milicias palestinas retomaron el lanzamiento de globos incendiarios y cargados con artefactos explosivos, que no solo encendieron la corta mecha de la recurrente violencia en la frontera sino que causaron cientos de incendios en las comunidades israelíes colindantes”.

Si estaba claro quién había iniciado los ataques – el grupo terrorista Hamas (así considerado, entre otros, por la Unión Europea), cómo se llega pues a un titular y un párrafo de apertura en los que esta responsabilidad era silenciada.

El texto de Europa Press, en su brevedad, no ofrecía mucho más. En cambio, el de Efe aún proporcionaba más material. En primer lugar, algo destacable, para lo que acostumbra a aportar la cobertura en español de este conflicto: la inclusión de la voz de los civiles israelí que padecen a diario los ataques de Hamás desde Gaza; una voz que suele estar ausente.

Otra de las cuestiones que mencionaba la agencia era que:

“Según analistas palestinos, este repunte de tensión se debe a las demandas de la islamista Hamás de que Israel alivie el bloqueo que impuso en Gaza en 2007 y que se atenga a los compromisos acordados en la tregua mediada a fines del año pasado por Egipto y las Naciones Unidas.

Estos, agregan, incluirían, entre otras cosas, la expansión de la zona de pesca en el Mediterráneo, la autorización de la entrada de ciertos materiales que actualmente están prohibidos y un aumento del flujo de productos y de la cantidad de permisos para que gazatíes entren a territorio israelí”.

¿Quiénes son los analistas palestinos que afirman tal cosa?

Por lo demás, si bien Efe, mencionaba que “irónicamente la respuesta que las agresiones han provocado ha sido el endurecimiento del bloqueo”, olvidabadar cuentala historia reciente: es decir, de queHamás y otros grupos terroristas palestinos que operan en la Franja de Gaza han respondido con ataques a flexibilización de medidas por parte de Israel – entre ellas, por ejemplo, a la extensión de la zona pesquera.
En abril de 2019, el diario israelí Ha’artez informabaque Israel había expandido la zona pesquera de Gaza a 15 millas marítimas (el equivalente a 28.8 kilómetros desde la costa). Aun así, los ataques desde la Franja no se detuvieron. En diciembre el mismo año, el diario Al Arabiya publicabauna crónica de AFP queseñalaba que, luego de la reducción de la zona pesquera debido a los ataques con cohetes desde Gaza, esta se volvía a extender a las 15 millas marítimas. Y ya en febrero de 2020, el diario Times of Israel apuntaba que el ejército israelí anunciaba la reducción de la zona pesquera a 10 millas náuticas luego de una semana de ataques casi diarios con cohetes y moteros desde Gaza, así como también al lanzamiento de globos con explosivos, hacia el sur de Israel.

Finalmente, cabría señalar que el comportamiento – el método – de Hamás que ofrecían los “analistas palestinos” como explicación a sus últimos ataques, define al grupo inequívocamente como terrorista.

El filósofo Ernesto Garzón explicaba que, si bien la eventual plausibilidad de sus actos, al igual que el éxito o fracaso en la obtención de los objetivos perseguidos, no altera en absoluto el carácter terrorista del comportamiento en cuestión; sí son relevantes en la medida en que el método terrorista es utilizado justamente como medio para lograrlos. Y, añadía que, “el acto o la actividad terrorista cumplen una función instrumental con respecto a esos objetivos que, a su vez, son invocados para explicar o hasta justificar el terrorismo… De acuerdo con esta definición, terrorista es toda persona o institución que recurre a este método”.

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