El Diario Vasco: Sin contexto, Abbas resulta ser un “comprometido” hombre de “paz”

La Universidad de Antioquía, de Colombia, propone que el “contexto es todo aquello que le da sentido a la noticia, la explica y le aporta un significado más allá de lo inmediato. El contexto es esencial para poder darle a la noticia proyección con el fin de expresar sus causas y consecuencias y eventualmente para llegar al nivel de análisis e interpretación, esto es, más allá de la simple descripción de los hechos. […] Es pues, función del periodista, dentro de sus labores…., proveer al lector del contexto mínimo necesario para entender el hecho informativo noticioso”.

Contexto. Dice el diccionario de la Real Academia Española de la lengua que se trata del entorno físico o de situación, político, histórico, cultural o de cualquier otra índole, en el que se considera un hecho.

Esto, precisamente, le faltaba a la crónica de El Diario Vasco (crónica redactada con información de agencias) del 27 de junio de 2018 – aunque este es sólo un ejemplo entre tantos de una práctica generalizada entre el periodismo en español:

“El presidente palestino, Mahmud Abás, que recibió hoy al príncipe Guillermo de Inglaterra en la Muqata (palacio presidencial) de Ramala, defendió la seriedad de los palestinos por alcanzar la paz con Israel y su apuesta por los dos estados.

Necesitamos lograr la paz a través de la negociación, esta idea no ha cambiado’, dijo a los periodistas Abás, quien expresó su compromiso ‘para que ambos países vivan en paz y estabilidad…’”.

El medio recogía la frase, sin más, y se la pasaba al lector sin contextualización alguna.

En la era de la comunicación digital, contextualizar mínimamente un texto periodístico no supone dificultad alguna. Y, aun así, vez tras vez, al menos cuando de la cobertura del conflicto árabe-israelí se trata, el contexto brilla sistemáticamente por su ausencia.

A. Necesitamos lograr la paz a través de la negociación, esta idea no ha cambiado”

El presidente de la Autoridad Palestina – cuyo mandato expiró a principios de 2009 (hace algo más de 9 años) – Mahmoud Abbas rechazó en 2008 una oferta de Ehud Olmert (que proponía hasta la división de Jerusalén) que se asemeja mucho a lo que ahora exige.

¿Qué entenderá, pues, por negociar una paz, quien rechaza una muy generosa oferta para llegar a la misma?

B. “…defendió la seriedad de los palestinos por alcanzar la paz con Israel y su apuesta por los dos estados”; “…expresó su compromiso ‘para que ambos países vivan en paz y estabilidad…”

Además, de su sistemática negativa a negociar sin precondiciones, Abbas tiene un discurso para (y ante) la audiencia internacional, y otro bien distinto para su gente. Aunque, a veces, incluso en dichos foros globales, sus aseveraciones son, o se parecen mucho, a las que van exclusivamente dirigidas a los palestinos.

En una carta dirigida (2012) a los residentes de Gaza, Abbas afirmaba:

Nuestra tierra fue conquistada y no es territorio en disputa, y esto es así para toda la tierra que Israel conquistó antes de junio de 1967.

Abbas no reconocía, así, el derecho de Israel a existir.

¿2012 es muy pretérito?

El 11 de marzo de 2016, en televisión oficial de la Autoridad Palestina, Abbas le volvía a decir a su gente:

Hemos estado bajo ocupación por 67 o 68 años [es decir, desde el establecimiento de Israel en 1948]. Otros se habrían hundido en la desesperación y la frustración. Sin embargo, estamos decididos a alcanzar nuestro objetivo porque nuestro pueblo está con nosotros”.

Inmediatamente antes del inicio de la llamada “intifada de los cuchillos”, la televisión oficial de la Autoridad Palestina emitió (16 de septiembre de 2015) las siguientes palabras de Abbas:

Bendecimos cada gota de sangre que se ha derramado por Jerusalén, esta sangre es limpia y pura, es sangre derramada por Alá… Cada mártir (Shahid) alcanzará el Paraíso, y todo quien ha sido herido será recompensado por Dios”.

Entonces, ¿a qué se refiere Abbas cuando dice “paz”; cuando expresa “su compromiso ‘para que ambos países vivan en paz y estabilidad’”?

A nada. Es una interpretación frente a las cámaras. Y la puede repetir vez tras vez, porque los medios de comunicación omitirán, vez tras vez, la realidad. Que es, está visto, otra.

El Middle East Media Research Institute daba cuenta el 20 de marzo de 2013 de una entrevista a Mahmoud Abbas, transmitida por una canal de televisión ruso, en la que el presidente de la Autoridad Palestina reveló lo siguiente:

En lo que a mí respecta, no hay diferencia entre nuestras políticas y las de[l grupo terrorista] Hamás”.

David Halberstam, quien obtuvo el Premio Pulitzer en 1964 por su cobertura de la guerra de Vietnam para el diario New York Times decía que el periodista debe:

“Hacer que las historias sean importantes. [Darles] un sentido del contexto… Para mostrar por qué esta información en particular, por qué un perfil, es importante. Por qué estas cosas… proporcionan una manera de entender el mundo que te ayuda – el contexto de las historias es a menudo más importante que el evento en sí mismo”.

Y añadía que para que el lector tome buenas decisiones, es decir, arribe a opiniones fundadas, deberá tener datos fiables dentro de un contexto significativo.

En tanto, un trabajo (Putting news in context, automatically) de Larry Birnbaum, Miriam Boon, Scott Bradley, and Jennifer Wilson, del Laboratorio de Información Inteligente, de la Northwestern University señalaba:

“Un problema persistente en la comprensión de las noticias – y de la información en general – radica en la comprensión del contexto más amplio de la noticia en particular o de otro contenido informativo que está leyendo. ¿Cuál es el trasfondo de esta historia? ¿Qué es lo que lo distingue? ¿Quiénes y qué personas, lugares y organizaciones están involucrados?”

De esta manera, la crónica de El Diario Vasco, hurtándole al lector la información de quién es (qué opina) realmente uno de los personajes centrales de la noticia, parecía, pues, antes que ofrecer una información, colar una mentira.

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