De cómo se valida la versión palestina

El portal Terra.com se hizo eco, el 25 de febrero de 2013, de la noticia del fallecimiento del preso palestino Arafat Yaradat en una prisión israelí. De arranque, ya se hacía propia la narrativa palestina:

“La localidad cisjordana de Sair, cerca de Hebrón, hirvió esta mañana de ira y tristeza durante el entierro de Arafat Yaradat, cuya muerte el sábado en una prisión israelí por supuestas torturas ha desencadenado una ola de protestas en Palestina.”

La versión palestina habla de torturas, en tanto que, según publicó el diario Clarín el mismo 25 de febrero de 2013 (y al comienzo del artículo) “fuentes oficiales habían informado que la causa había sido un infarto”. ¿No sería periodísticamente ético y serio hablar de “Arafat Yaradat, cuya muerte… por causas aún por determinar…”? Recién en el 23º párrafo hacen una escueta mención a la versión israelí de los hechos, escondida entre el recuento de sufrimientos, señalamientos a Israel y promesas de venganza.

En su lugar, el portal elige apelar a la emoción:

“Por ellas descendió el cadáver, acompañado por miles de personas que portaban banderas de todas las facciones palestinas y gritaban ‘Allahu Akbar’ (Ala es el más grande) y ‘¡venganza!, ¡venganza!’.

‘Estamos destrozados por la muerte de este joven, que ha sido golpeado hasta morir por las fuerzas de la ocupación’, aseguró… uno de los asistentes, Walid Ahmar, que advirtió que ‘muchos, sobre todo sus familiares, querrán ahora vengar la muerte de este mártir’.”

Además, Terra.com, le daba espacio a Azi Dweik, al que presentaba como “diputado palestino por Hamás presente en el acto”:

“ [Dweik ] señaló que ‘ya han ocurrido demasiadas masacres, es hora de que los líderes del mundo pongan fin a la matanza’ de palestinos.”

Pero, ¿Dweik es un diputado como puede serlo un miembro del parlamento español o sueco? No. Por el simple hecho de que Hamas es un grupo terrorista (así catalogado por la Unión Europea y Estados Unidos, entre otros). Reproducir las declaraciones de un miembro de un grupo terrorista como si se tratase de un simple político, ¿no legitima acaso a la propia organización terrorista? Pero, además, esta fuente, ¿aporta algo relevante, algo novedoso; o simplemente reafirma la versión palestina?

Terra.com continuaba relatando que:

“Antes del entierro, la familia veló el cadáver en un salón comunitario adyacente a la gasolinera en la que Yaradat trabajaba.

En el tejado de esta, cinco milicianos de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa con las caras cubiertas con la tradicional kufiya palestina (pañuelo), disparaban tiros al aire en señal de duelo.”

El artículo menciona a las brigadas de los Mártires de Al Aqsa, pero no dice quiénes son, ni qué hacían en el lugar. La curiosidad periodística (y el buen quehacer periodístico), reservados para una ocasión mejor.

Al menos para Estados Unidos, así como para la Unión Europea (como indica Marie-Helen Maras en su libro Counterterrorism), entre otros, las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa es una organización terrorista. ¿Es un dato menor, que puede ser obviado? No parece. Sobre todo, teniendo en cuanta que, como indicaba CiF Watch el 25 de febrero de 2013:
“Según varias fuentes, incluyendo incluso los a la BBC y sitios árabes como Ahram Online, Al Jazeera y Al Arabiya, Yaradat era miembro de las Brigadas de los Mártires Al Aqsa, el grupo de terrorista afiliado a Fatah.


Este es el pasaje relevante de Ahram:


‘Las Brigadas de Al Aqsa, el brazo armado del movimiento de liberación nacional al Fatah, llora todo orgullo la muerte de su héroe, mártir de la libertad, el prisionero Arafat Yaradat,’ dice la declaración, en referencia a la pertenencia al grupo de Yaradat.


El de Al Jazeera:


Los palestinos dijeron que Yaradat era miembro de las Brigadas de los Mártires al-Aqsa, el brazo armado del movimiento de al Fatah del Presidente palestino Mahmoud Abbas.


Notable. Incluso Wafa, la agencia oficial de noticias de la Autoridad Palestina, informó sobre ‘sospechada’ la afiliación de Yaradat:

Violentos enfrentamientos con soldados israelíes estallaron después de la muerte del preso Arafat Yaradat, padre de tres y cargada de afiliación con brigadas de mártires al-Aqsa, en la prisión israelí de Megiddo sábado consecuentemente a posibles torturas durante los interrogatorios.”
La prensa palestina informo sobre ello, pero la prensa hispana elige pasarlo por alto. ¿Por qué?

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