Confundiendo moderación y pragmatismo al describir a Hassan Rohani

El pragmatismo, sucintamente, persigue la eficacia y la utilidad, más allá de cuestiones ideológicas. Por su parte, se dice de una persona que es moderada de aquella que “no es extremista”, “que guarda el medio entre los extremos”.

Pues bien, siendo términos que describen cuestiones bien distintas, los medios de comunicación suelen confundirlos a la hora de describir al presidente iraní Hassan Rohani (o sus políticas), lo que resulta en un lavado de imagen en toda regla – máxime, cuando no se indica en comparación con qué o quién es “moderado” Rohani.

Una equivocación que también suele darse con Mahmoud Abbas y su organización, Fatah (así como con varios de sus miembros más relevantes).

Otra cuestión será preguntarse (e intentar responder) sobre el motivo que los lleva a tal práctica.

Cosas de la vida…

El diario español ABC (“Jamenei: ‘No quedará nada de Israel en 25 años’”; 10 de septiembre de 2015) brindó una muestra de esta confusión al afirmar que las declaraciones de Jamenei – que también afirmó que no negociará con Estados Unidos luego del acuerdo nuclear – contradicen la postura moderada del presidente iraní, Hassan Rohani.

¿Su postura es “moderada” o pragmática? Basta con pensar que, a día de hoy, el Congreso de Estados Unidos aún no ha votado sobre el acuerdo con Irán. Basta pensar que los estados europeos están interesados en realizar negocios con Teherán.

Así, pues, ¿“moderado” o pragmático?

¿O acaso es que su postura, ante la más verborrágica y explícita de Jamenei, resulta “moderada”?

Rohani, un discípulo del Ayatolá Jomeini – al igual que Jamenei –, apoyó el desarrollo y la utilización de armas químicas durante los 1980, tal como lo señaló el Washington Institute for Near East Policy.

¿“Moderado”?

Rohani, que fue el negociador jefe iraní en cuestiones nucleares entre agosto de 2003 y octubre de 2005, y según informaba el Jerusalem Post (07/02/2013), dijo durante un discurso ante el Consejo Supremo de la Revolución Cultural en 2004 – donde explicaba cómo procedía durante las conversaciones nucleares con Gran Bretaña, Francia y Alemania – que:

Mientras hablábamos con los europeos en Teharán, estábamos instalando equipamiento en parte de las instalaciones de Isfahan. Creando un ambiente distendido, fuimos capaces de completar el trabajo allí”.

¿“Moderado” o pragmático?

Parece evidente que Rohani es un pragmático, y que su “moderación” – tan fácilmente comprada por los medios; al parecer incapaces de una breve indagación en las hemerotecas – es una estrategia, un engaño: Ergo, es parte del pragmatismo que ofrece un “ambiente distendido” para lograr réditos entre bastidores, lejos de las miradas.

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