¿Cómo se manipula la información?

Radio Televisión Española, con información procedente de agencias de noticias, lo ejemplificaba el 12 de febrero de 2020. Y no precisaba mucho. Apenas con el titular y un par de frases iniciales le bastaban.
Así, el encabezamiento rezaba: “La ONU señala a Airbnb, Expedia y otras 110 empresas “ilegales” en territorios palestinos ocupados”

1. Para comenzar, el ente de radio y televisión español otorgaba titularidad territorial a los palestinos sin mediar negociación alguna.

2. Además, incluía el término ilegal (entrecomillado, sí; pero ¿quién lo dice?), y en que en el segundo párrafo indicaba que “la ONU ha hecho pública la lista delcentenar de compañías con actividades consideradas ilegalespor el derecho internacional”. Pero hacia el final de la crónica señalaba que “el portavoz de Bachelet, Rupert Colville, que ha insistido en que la lista no considera ‘ilegal la actividad de las empresas’ señaladas”.

Por otra parte, la ocupación israelí de territorios – que se hallaban bajo ocupación jordana y egipcia luego de la guerra de agresión árabe de 1948 – como resultado de la guerra lanzada en 1967 por estados árabes no es ilegal. De hecho, Estados Unidos no lo considera así, y la Corte de Apelación de Versalles dictaminó el 13 de marzo de 2013 que la ocupación israelí de territorios reclamados por los palestinos no es ilegal. Tampoco lo es la presencia judía en dichas tierras (véanse, por lo demás, los Acuerdos de Oslo). ¿Cómo, entonces, resulta ilegal la actividad de dichas empresas en la región? RTVE no lo explicaba. Como la mayoría de los medios de comunicación, simplemente deslizaban el término (ilegal).

También se refería a “Palestina” para referirse a la Autoridad Palestina. Pero esta entidad no representa a Gaza, controlada por el grupo terrorista Hamás. La idea que así se le ofrecía al lector es de una unidad política que no existe – como tampoco existe una continuidad, una identidad, histórica y política entre la Palestina del Mandato y la actual.

RTVE, además, no mencionaba el carácter eminentemente político e ideológico imperante en Consejo de Derechos Humanos – ni la presencia en dicho consejo de países que, precisamente, cuentan con lamentables historiales de derechos humanos, a pesar de que el artículo 8 de la resolución de la Asamblea General que establecía el mencionado organismo dice que “la Asamblea General, por mayoría de dos tercios de los miembros presentes y votantes, podrá suspender los derechos de pertenencia al Consejo de un miembro del Consejo que cometa violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos”.

En definitiva, RTVE, como otros medios, parecía aprovechar un hecho, en formato informativo, para avanzar una postura, una idea (o “narrativa”, como se suele decir): la vinculación entre ilegalidad e Israel (y entre este estado y responsabilidad, culpabilidad); exonerando así a los líderes palestinos de cualquier responsabilidad, pasada y presente, en el conflicto.

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