BBC: Basic Biased Coverage (Cobertura básica sesgada)

Quizás la única manera que tengan buena parte de aquellos que cubren el conflicto árabe-israelí de auto validarse sea mediante la eterna repetición – aunque se presuma siempre una novedad – de aquello que, pretende, es la realidad o su reflejo veraz.

Por ello mismo, acaso la cobertura que se hace mayoritariamente en español de dicho conflicto termine siendo, más bien, la insistencia de un culpable, o una manera de ritualizar una “narrativa” (ideología); que el acto profesional de informar.

Y el titular es quizás el elemento primordial para aplicar este sesgo, debido a que, ya en 2014 el Washington Post apuntaba, en base a un estudio, que “aproximadamente seis de cada diez personas reconocen que no han hecho otra cosa que leer los titulares de las noticias en la última semana. Y, en realidad, es casi seguro que esa cifra es mayor, ya que muchas personas no quieren admitir que sólo leen titulares, pero, de hecho, lo hacen”.

Así, el titular de la crónica del 7 de abril de 2023 de la BBC en español reincidía sobre esa línea argumental que porfía que Israel es invariablemente la parte agresora:

Entonces, según la BBC, Israel “ataca”.

¿Qué, o a quién ataca?

La BBC dice que al Líbano y Gaza. En general – y presumiblemente, dada su insistente identificación como parte responsable y agresor, indiscriminadamente, a todo el territorio.

Y, ¿por qué ataca?

No queda claro. Se dice que el “ataque” se produce “tras un bombardeo con cohetes”, pero no se especifica quién llevó a cabo ese bombardeo – ni contra quién. Así las cosas, para el lector que restringe su información al titular (un buen número, ciertamente) bien podría ser que Israel “ataque” por tierra luego del “bombardeo” – después de todo, está “atacando”, y no respondiendo; y los actores mencionados están bien distinguidos en sus roles de agresor y agredidos.

Sólo aquellos que no se queden con la única lectura del titular – que, por lo demás, determinará cómo la audiencia interprete el texto – podían entonces leer (o notar, más bien) que:

“El Ejército de Israel informó en las últimas horas que atacó objetivos vinculados al grupo militante palestino Hamas dentro del Líbano y en toda la Franja de Gaza.

La ofensiva ocurrió después de un bombardeo de cohetes contra territorio israelí”.

Ya hay algo más de claridad.

Entonces, no es todo el territorio, sino objetivos del grupo terrorista – así considerado por el Reino Unido – Hamás. Y ello se efectuó en respuesta al lanzamiento indiscriminado de cohetes por parte de esa organización terrorista contra Israel (aunque, una vez más, faltaba en el texto aclarar explícitamente quién había llevado a cabo tales ataques contra la población israelí).

Entonces, el titular más apropiado había sido algo así como:

“Luego del ataque con cohetes de Hamás desde Gaza y Líbano, Israel responde”

Pero entonces, el atrevido lector que fuese más allá del titular – ya no tanto a leer, sino a escudriñar apenas el texto -, podría tener una experiencia distinta. Y es que, como apuntaba Maria Konnikova, “en el caso de los artículos basados en hechos, un titular engañoso merma la capacidad del lector para recordar los detalles del artículo. Es decir, las partes que coincidían con el titular… eran más fáciles de recordar que la tendencia contraria, que no aparecía en el titular”.

Mientras tanto, la BBC continuaba:

“Las tensiones se incrementaron luego de que la policía israelí allanara la mezquita Al-Aqsa de Jerusalén durante varias noches consecutivas…”.

¿Por qué? ¿Acaso no se había atrincherado un grupo de palestinos con piedras, fuegos artificiales y palos dentro? ¿Acaso no habían impedido salir a los fieles que habían estado rezando en el recinto? ¿No se había producido una campaña de incitación previa de parte del liderazgo palestino?

Y, puestos a avanzar más interrogantes que el ente de comunicación británico evitaba siquiera abordar:

¿Qué hacían los líderes de los grupos terroristas Hamás, Hizbulá y Yihad Islámica palestina – financiados por… Irán – reunidos antes del ataque desde el Líbano y Gaza? O, puesto de otra manera, ¿quién daba las órdenes? Y, ¿cuál es el objetivo? Vamos, esos interrogantes que uno podría suponer que un periodista se estaría haciendo y esforzándose por responder.

En un pasaje de la película Philomena, el personaje interpretado por Steve Coogan dice:

“Soy un periodista, Filomena. Hacemos preguntas. No creemos en algo simplemente porque se nos dice que es la verdad”.

Esto, en esta cobertura, ya sólo va siendo algo propio del territorio de la ficción.

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