Autoridad Palestina: prohíben las actividades a favor de los derechos LGBT en Cisjordania

La forma sistemática de silencio que la amplia mayoría de medios en español impone sobre ciertas cuestiones del conflicto árabe-palestino equivale a una censura en toda regla. Se trata de la supresión de todo que amenace con resquebrajar la trabajada y artificiosa imagen positiva de los palestinos, como obligada contracara de la negativa asignada a Israel.

Siguiendo lo que ya casi parece una “norma” de cobertura para este conflicto, la amplia mayoría de medios más importantes en español (la agencia de noticias Efe, una excepción) se abocaron a practicar el ocultamiento sobre la decisión de la Autoridad Palestina de prohibir actividades a favor de los derechos de la comunidad LGBT en las áreas controladas por dicha autoridad en Cisjordania (Judea y Samaria).

Según informaba el Jerusalem Post el 19 de agosto de 2019, el grupo Al-Qaws por la Diversidad Sexual y de Género en la Sociedad Palestina – que tiene únicamente oficinas en Haifa y Jerusalén (Este) – tenía previsto celebrar a fin de mes un encuentro para sus miembros en la ciudad de Nablús, controlada por la Autoridad Palestina.

El portavoz de la policía palestina, Louay Arzaikat, apuntaba el medio israelí en español Aurora, “justificó la decisión explicando que ese tipo de actividades ‘son un golpe y una violación de los ideales y valores que la sociedad palestina ha mantenido a lo largo de la historia’ y dijo que no posibilitarán que iniciativas como estas se lleven a cabo en ciudades como Nablus ‘que se caracteriza por su religiosidad y tradición palestina’”.

Es decir, los derechos de la comunidad LGBT son una “violación de los valores palestinos”.
Esto recuerda mucho a las recientes(junio de 2019), y también silenciadas, declaraciones del Ministro de Exteriores de Irán, Mohammed Javad Zarif, defendiendo las ejecuciones de homosexuales que practica su país:

“Nuestra Sociedad tiene principios morales. Y vivimos de acuerdo con estos principios. Estos son principios morales que conciernen el comportamiento de la gente en general. Y ello significa que la ley es respetada y que la ley es obedecida”.

Otra vez, una comunidad que “viola” los “valores”, los “principios morales”.
A esta altura ya está muy claro que la mayoría de los medios en español, cuando de este conflicto y de Israel se trata, ofrecen algo muy distinto a la información: manipulación, desinformación, propaganda. El problema es que la mayor parte de los lectores sigue creyendo que aquello que se les ofrece es material informativo.

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