Abandonando el periodismo para conceder territorio a los palestinos

¿Problemas, dificultades a la hora de indentificar los hechos; errores, o simplemente, la voluntad de influir en el conflicto (y, por ende, abandonar el periodismo) creando opinión entre sus lectores?

¿Cuál será el factor que llevaba varios medios a incurrir en un mismo (y ya reiterado) “error”?

La noticia: la decisión de la Unión Europea de etiquetar los productos israelíes que procedan de territorios más allá de la Línea Verde de armisticio con Jordania de 1949.
El error: afirmar que dicha medida afectará a “los productos origindados en los territorios palestinos ocupados por Israel desde junio de 1967”.

Entre los medios que incurrían en tal “equivocación” se encontraban, por ejemplo, la agencia española de noticias Europa Press (11 de noviembre de 2015; “La UE aprueba directrices para etiquetar los productos de los asentamientos israelíes”); la alemana Deutsche Welle en español (“UE etiquetará productos de asentamientos israelíes”); Noticias Terra (“Productos israelíes de territorios palestinos no podrán venderse en UE”)

¿Cómo es que dichos territorios devinieron “palestinos”?
En 1947 el liderazgo palestino rechazó la propuesta de partición y se embarcó, junto a estados árabes, en una guerra “de extermino y una masacre transcendental” contra los judíos– tal como lo expresara Azzam Pasha, Secretario General de la Liga Árabe.Entre 1948 y 1967 estuvieron bajo ocupación jordana, y ningún llamamiento se realizó para la creación de un estado en los mismos, ni ningún esfuerzo palestino o jordano.

La resolución 242 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, del 22 de noviembre de 1967 – piedra angular de todo acuerdo o tratado de paz entre israelíes y palestinos -, requería que “se establezca una paz justa y duradera en el Próximo Oriente, la cual incluya la aplicación de los principios siguientes:

Retirada de las fuerzas armadas israelíes de territorios que ocuparon durante el reciente conflicto

… promover un acuerdo y de ayudar… para lograr una solución pacífica y aceptada…”.

Una solución pacífica y aceptada es, evidentemente, una solución alcanzada a través de negociaciones y acuerdos. Los “territorios ocupados” no son, segúnn la resolución, “`palestinos”. De hecho, el alcance de la “retirada de fuerzas” no se especifíca, lo que reconoce que hay una disputa territorial al menos que concierne al menos a cierta extensión de dicho territorio.

Por otra parte, la resolución deliberadamente no mencionaba a Jerusalén.
Pregunta

Puesto que Jerusalén y Belén debían ser un corpus separatum bajo un régimen internacional especia; y puesto que no llegó a impelementarse, como consecuencia de una guerra de agresión árabe – apoyada y alentada por líderes árabes palestino – (de la misma manera en que e Cisjordania y Gaza fueron ocupadas por parte de Jordania y Egipto, respectivamente):

¿Etiquetará la UE los productos palestinos procedentes de Jerusalén Este y Belén?
Corpus separatum de Jerusalén y, también, de Belén (Fuente:unispal.un.org)
P.D.: En cuanto a la duración de este régimen especial, la resolución establecía que “el Estatuto […] Permanecerá en vigor en primera instancia por un período de diez años […] Luego de la expiración de este plazo, todo el esquema se verá sujeto a examen por parte del Consejo de Administración de acuerdo a la experiencia adquirida durante su funcionamiento. Los residentes de la ciudad serán entonces libres de expresarse, por medio de un referéndum, sus deseos sobre posibles modificaciones en el régimen de la ciudad”.
Teniendo en cuenta los datos demográficos de la ciudad, ¿cuál podría haber sido el resultado de dicho referéndum?
Desde 1870 los judíos han constituido una mayoría en Jerusalén. En el primer censo de población llevado a cabo por las autoridades del Mandato Británico en 1922, se encontró que la ciudad estaba habitada por 62 mil personas – 34.100 judíos, 14.700 cristianos y 13.400 musulmanes. En el censo realizado por Israel y Jordania en 1961 la población resultó ser de 243.500 habitantes, de los cuales el 67.7% eran judíos. La proporción entre musulmanes y cristianos ha crecido a favor de los musulmanes desde 1967. […] En 1967 había 197.000 judíos en Jerusalén (74,2%) y 68.000 árabes (25,8%)”.

El jurista y vicesecretario de Estado para asuntos políticos (1966-1969), Eugene Rostow, quien ayudó a redactar la resolución 242 explicó en el The Wall Street Journal (Peace still depends on the two Palestines) del 27 de abril de 1988 explicaba que la resolución 242 establece 3 principios sobre el aspecto territorial del proceso de establecimiento de la paz :

1) Israel puede ocupar y administrar los territorios que ocupó durante la Guerra de los Seis Días hasta que los árabes acuerden la paz.

2) Cuando se alcance un acuerdo de paz, deben delinear fronteras “seguras y reconocidas” a las que Israel pueda retirarse.

3) Esas fronteras pueden diferir de las Líneas de Demarcación del Armisticio de 1949.

Lord Caradon, que fue el representante permanente del Reino Unido ante las Naciones Unidas entre 1964 y 1970, y uno de los principales redactores de la Resolución 242 declaró(Journal of Palestine Studies, “An Interview with Lord Caradon,” Spring – Summer 1976, pgs 144-45):

“Podría haber dicho: bien, puede volver a la línea de 1967. Pero conozco la línea de 1967, y sé que está corrompida. No se podría tener una peor línea para una frontera internacional permanente. Es donde las tropas se encontraban en cierta noche en 1948. No tiene ninguna relación con las necesidades de la situación.

De haber dicho que tenían que volver a la línea de 1967, cosa que habría sucedido si hubiésemos especificado una retirada de todos los territorios ocupados, habríamos estado equivocados”.

Mas, de pronto, quienes redactaron dicha resolución están, según los medios –y de manera retroactiva -, equivocados. No dijeron lo que dijeron. No redactaron lo que redactaron por los motivos que lo hicieron. Es decir, los medios reescriben la historia para crear “presente” ideológico.

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