Europa Press y la información unilateral

La agencia de noticias Europa Press publicó una noticia titulada Israel construirá 800 nuevas viviendas en una parte ocupada de Cisjordania. En la misma, se prescinde de toda contextualización a la vez que se presenta exclusivamente el punto de vista palestino.

El artículo comienza diciendo que:

“El Gobierno israelí ha aprobado un plan para construir unas 800 nuevas viviendas en el asentamiento de Gilo, una zona de Cisjordania ocupada por Israel en 1967 y que ha sido declarada parte de Jerusalén”.

Un artículo de la analista de CAMERA, Tamar Sternthal, del 18 de septiembre de 2009, aclara el estatus de Gilo:

“Ya sea que se denomine asentamiento o barrio de Jerusalén, Gilo no está en Cisjordania. Como Isabel Kershner correctamente informa… en el New York Times:

‘Israel informó el Martes que había avanzado los planes para expander el distrito judío de Jersusalén…’

Gilo, un área en el sur de Jerusalén considerada por Israel como un barrio de la ciudad, y por los palestinos y gran parte del mundo, un asentamiento que viola la ley internacional’”.

Sternhal también indica que Gilo se encuentra dentro de los límites municipales de Jerusalén, a pesar de estar fuera de la Línea Verde que delinea los límites anteriores a 1967. E indica que el informe de la ONU ( La planificación Crisis en el sector oriental de Jerusalén, de 2009 Abril) identifica lugares como Sheik Jarrah, Silwan, El Ath Thuri y Beit Hanina (todos situados dentro de los límites de Jerusalén, pero fuera de la Línea Verde, tal como Gilo) como parte de Jerusalén.

Europa Press comienza entonces a reproducir las exigencias palestinas:

“La Autoridad Palestina ha reclamado la creación de un Estado propio para Cisjordania y la Franja de Gaza en base a las fronteras previas a la guerra de 1967. Los palestinos han propuesto que Jerusalén Este sea la capital de este Estado”.

Según las propias resoluciones de las Naciones Unidas (principalmente la 242 y la 338 ) las futuras fronteras deben surgir de las negociaciones de paz. Por otra parte, en dichas resoluciones se menciona a las partes en conflicto, pero jamás a los palestinos.

Hay que recordar que con anterioridad a la guerra de 1967 no existía frontera alguna, sino líneas de armisticio, es decir, demarcaciones que indicaban dónde estaba cada ejército al finalizar la guerra: la llamada Línea Verde. De hecho, como indica Robbie Sabel en su ensayo International Legal Issues of the Arab-Israeli Conflict: An Israeli Lawyer’s Position:

“El acuerdo de armisticio de 1949, firmado luego de la guerra [de agresión árabe] de 1948, delimitó las Líneas de Demarcación del Armisticio… Los estados árabes insistieron en no darle el estatus de frontera permanente a la Línea Verde”.

A su vez, esa línea de demarcación separaba a Israel de Jordania (Cisjordania), y no de un Estado Palestino. Este territorio, además,fue ocupado ilegalmente por Jordania durante una guerra de agresión dirigida contra Israel.

Sabel reproduce el comentario del representante de la Unión Soviética ante el Consejo de Seguridad, Gromyko (1948):

“Lo que está sucediendo en Palestina sólo puede ser descrito como una operación militar organizada por un grupo de estados contra el estado judío”.

Por otra parte, se ha aceptado como un reclamo justo la apropiación de Jerusalén Este por parte de la Autoridad Palestina. Ello, a pesar de que la ciudad de Jerusalén, según el plan de partición – que los árabes palestinos no aceptaron, ni ningún gobierno árabe (y que viciaron de nulidad al atacar a Israel) –tendría un estatus internacional. ¿Por qué, entonces, todos los medios aceptan este reclamo con tanta naturalidad? Jerusalén Este cayó a manos Jordanas luego de una acción de agresión bélica. (Para obtener una perspectiva legal sobre Jerusalén, véase el artículo de ReVista del 1 de octubre de 2012; Jerusalén: un acercamiento legal)

Hechos importantes para brindar un contexto parcial, que Europa Press no se molesta en aclarar. Y, es más, avanza aún más, si cabe, la posición palestina, sin tener siquiera en cuenta la postura israelí:

“El Gobierno que encabeza Mahmud Abbas ha advertido de que los asentamientos que Israel mantiene en torno a Jerusalén, entre ellos Gilo, perjudican cualquier avance [hacia la paz]”.

Si esto fuera cierto, la desconexión total y unilateral de Israel de Gaza hubiese traído tranquilidad en la zona sudoeste del país; pero solo llevó a un aumento de ataques con cohetes desde la Franja: 488 durante 2005; 1123 en 2006, 2427 en 2007 y 3278 durante 2008. Unas cifras que la agencia no tiene en cuenta para balancear la información.
Al parecer, el lanzamiento constante de cohetes contra Israel no “perjudica cualquier avance” hacia la paz.

Y, ¿acaso no son también un obstáculo para la pazpara los siguientes mensajes a los palestinos, reproducidos por Palestinian Media Watch?:

“Esta semana el diario oficial de la Autoridad Palestina, Al-Hayat Al-Jadida, citó una carta que el ‘presidente Abbas escribió en su página de Facebook’. Parte de la carta decía:

‘La [búsqueda] de reconocimiento [en la ONU] no liberará la tierra al día siguiente, pero probará que estamos en lo cierto de que nuestra tierra está ocupada y no es un territorio en disputa, y esto se aplica a todos los territorios que Israel ocupó antes de 1967 (es decir, la totalidad de Israel)’”.

“Un programa educacional para chicos de la televisión de la Autoridad Palestina:

Presentador: ‘Vives en Jerusalén. ¿Visitas las ciudades ocupadas en 1948? (Es decir, las ciudades israelíes).

Niña: ‘Estuve en Hebrón’.

Presentador: ‘No, Hebrón es una ciudad [de la Autoridad Palestina] en la que todos podemos entrar. Las ciudades ocupadas como Lod, Ramle, Haifa, Jaffa, Acre (todas ciudades israelíes), ¿las has visitado?'”

¿Este mensaje no perpetúa una narrativa que imposibilita la paz?

Finalmente, como siempre que se habla de Israel, surge la infaltable ONG como fuente de información; en este caso, Pace Now:

“Acciones como la anunciada este jueves, ha lamentado Ofran, ‘hacen que la paz con los palestinos sea todavía más difícil de alcanzar‘”.

Una declaración que no aporta nada nuevo, sino que reafirma la narrativa palestina. De esta manera, un discurso que distorsiona la realidad se instala y se normaliza entre los lectores.

Comments are closed.