UNRWA: una “estadística” pobre para un titular “firme”

El nuevo informe de la UNRWA, del que numerosos medios en español se hicieron eco, comenzaba con una aseveración que hace dudar de que dicho organismo pueda lleva adelante una estadística creíble o seria.

La agencia exclusiva para los “refugiados” palestinos afirmaba:

Por primera vez en cinco décadas, las tasas de mortalidad han incrementado entre los refugiados palestinos recién nacidos en Gaza”.

Es decir, un documento sobre una innvestigación estadísica comenzaba mientiendo sobre datos de los que pretendía dar cuenta.

Según señalaba la organización BBC Watch, asociada a CAMERA, la BBC informó en 2009 que:

“La Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) en Gaza le dijo a la BBC que la salud pública estaba sufiendo como resultado de los inadecuados e insalubres suministros de agua, y ha habido un aumento en la motalidad infantil”.

Más adelante en el documento se volvía a repetir la falsedad, seguida de una confesión de la que los medios no se hicieron, llamativamente, eco (lo que pone en duda que hayan leído dicho informe):

Por primera vez en cinco décadas, las tasas de mortalidad han incrementado entre los refugiados palestinos recién nacidos en Gaza. Sin embargo, la tasa de mortalidad post-neonatal disminuyó significativamente y la tasa de mortalidad infantil fue sólo ligeramente alta. Estas estimaciones se basan en un número pequeño de muertes, y los intervalos de confianza (par o varios pares de números entre los cuales se estima que estará cierto valor desconocido con una determinada probabilidad de acierto; para distribuciones gausianas, algo que no suele darse en estadística social) son amplios, por lo que la tasa de mortalidad infantil puede que de hecho sea estable o continúe declinando”.

Es decir, que el título del informe es una presunción “arriesgada” ofrecida como una rotunda certeza, cuando, está claro, no lo es. De hecho, se trata de significación de probabilidades; es decir, del grado en que las observaciones apoyan la hipótesis inicial, la cantidad de evidencia a favor de la misma que existe en los datos. Y por lo visto, este grado de apoyo es más bien bajo; cuando no muy bajo.

Y los medios que se hicieron eco del informe, dejaron fuera de sus crónicas esta reveladora confesión…

Respecto de los métodos utilizados en estadística social, un investigador en el campo de la Física Estadística del Consejo Superior de Investigación y Ciencia de España le comentó a ReVista que éstos suelen utilizar muestras muy pequeñas (tal como lo reconocía la UNRWA), por lo que se aplican técnicas de “corrección” que pueden estar condicionadas por el interés del investigador o encuestador.

Y recuerde, hablamos de la UNRWA, un organismo nada imparcial.

Por otra parte, no se especifican en el texto qué elementos tuvieron en cuenta para estimar el error (sistemático y aleatorio) al realizar el muestreo: para una investigación en la que los investigadores están de por sí condicionados (el hecho de trabajar en la UNRWA debería sin duda tenerse un cuenta como un factor que incrementa el valor de error); el hecho de que una parte de las entrevistadas (no se sabe el número) no supiera leer ni escribir hace también incrementar el valor error, puesto que el entrevistador (de la UNRWA) bien podría haber cambiado su respuesta.

Por otra parte, no se aclara en qué centros sanitarios se llevó a cabo la encuesta. Es de presumir, por lo que señala el propio texto, que se realizó en “campos de refugiados”; así pues, ¿eran centros adminstrados por la propia UNRWA? ¿O eran centros administrados por el grupo terrorista Hamas?

Por lo demás, es usual un limitado conocimiento – a diferencia del caso de la economía y la física, la química; áreas que en general se manejan con las matemáticas, precisamente – estadístico en el ambito de la sociólogía y la medicina.

La estadística, pues, en sí es muy pobre. De hecho, la agencia indica en un pasaje de su informe que “en la actualidad no existe ningún registro apropiado de las muertes infantiles entre refugiados de Palestina en Gaza”. ¿Se ha tenido en cuenta éste punto como un elemento que aumenta el rango de error?

En este sentido, Kavita Singh, Unni Karunakara, Gilbert Burnham y Kenneth Hill (Using inderect methods to understand the impact of forced migration on long-term under-five mortality) indicaban que los métodos actuales para obtener la mortalidad infantil… tienden a depender de los datos de hospitales, entierros y en estimaciones de la población, todos los cuales, además, son conocidos por ser inexactos. Pero la UNRWA ni siquiera contaba con ellos…

Ya el grado de significación de probabilidad de lo que se aseveraba en el título comienzaba a adelgazar.

Y lo hacía aún más en cuanto se avanzaba en la lectura del propio informe de la UNRWA (lo que lleva a preguntarse cómo una publicación tan prestigiosa como PLOSone llegó a publicar un informe tan pobre).
La UNRWAponía en duda su propio resultado

Pero veamos más confesiones de la UNRWA que angostan aún más la probabilidad de no rechazar la hipótesis que afirma su título:

  1. Un importante número de refugiados palestinos es analfabeto o parcialmente alfabetizado, por lo por tanto, el consentimiento verbal fue considerado más adecuado que el consentimiento por escrito. Después de la explicación verbal de la finalidad de la investigación y el contenido de la entrevista, el consentimiento de los participantes fue documentado en la hoja de recogida de datos. La oficina de ética de la UNRWA en la sede de Amman en Jordania aprobaron la propuesta de investigación y el procedimiento de consentimiento”.

Es decir, la UNRWA aprobó los metódos elegidos por la UNRWA.

  1. Aparte del número relativamente pequeño de muertes sobre el cual se basan nuestras estimaciones de mortalidad infantil, existen algunas otras limitaciones de nuestro método indirecto para estimar las tasas de mortalidad. Los datos recogidos dependen de la memoria de las madres, que pudo haber sido afectado por el sesgo de memoria. Los nacidos muertos anteriores no se incluyeron en este estudio y es posible que algunas muertes neonatales tempranas y mortinatos pueden haber sido mezclados. Además, reconocemos que el recuerdo de las madres de la causa de la muerte puede haber sido inexactas o la documentación en el registro de salud del niño puede haber sido incompleto. Identificar la correcta causa de muerte en los recién nacidos y lactantes es difícil y por lo tanto, la autopsia verbal es ampliamente utilizada para mejorar el registro de causa de muerte. Esta metodología no fue utilizada durante las encuestas de la UNRWA”.
  1. “Las encuestas de hogares son irrealizables ya que muchos refugiados palestinos viven fuera de los campamentos de refugiados y por lo tanto son difíciles de localizar”.
Es el bloqeo… ¿es el bloqueo?

Los medios, así como la UNRWA, no dudaron en sugerir al “culpable”. Si bien la UNRWA mencionó de pasada posibles causas para este aumento de muertes en un segmento etario tan preciso, los medios, una vez más, las obviaron.

La agencia de la ONU decía que comparado con la encuesta realizada en 2008, el intervalo entre nacimientos decreció de 36.8 meses, a 32.8. Y explicaba que el espaciamiento entre nacimientos es un factor determinante del comportamiento reproductivo, que la UNRWA incluyó como factor de confusión potencial (que distorsiona la medida de la asociación entre otras dos variables) en los modelos para determinar posibles factores de riesgo para parto prematuro y muerte infantil. Un intervalo de parto de menos de 2 años – explicaba la agencia – se asoció con mortalidad infantil. Un intervalo corto de parto, por tanto, podría ser causa de pérdida del bebé y no necesariamente un factor causal predictivo.

La UNRWA aún tiene pendiente realizar estudios sobre la planificación familiar y las prácticas contraceptivas entre la población “refugiada” palestina en Gaza. ¿No sería útil un estudio sobre cómo influyen los llamados “crímines de honor” en la sexualidad femenina y en la concepción (o en abortos clandestinos)? ¿No tendrá algo que ver en el asunto?

En tanto, la agencia agrebaba que:

No se identificaron diferencias en las causas de muerte cuando se compara con la encuesta de la UNRWA en 2008. Anomalías cardíacas y malformaciones neurológicas fueron las más comunes entre las muertes debido a anomalías congénitas y trastornos metabólicos. Después de ajustar por factores sociales y la edad materna en un modelo separado de regresión, la consanguínidad mostró tener altas probabilidades de muerte debido a anomalía congénita o trastorno metabólico”.

Da la impresión de que, con probabilidad, el leve aumento de mortalidad neonatal se deba a factores propios de la población gazatí (múltiples embarazos, poco tiempo entre los partos, consanguinidad, falta de planificación familiar). Pero, poder titular que aumenta la mortalidad infanitl en Gaza es una tentanción muy poderosa como para realizar un análisis del documento de la UNRWA.

Así, los medios, tal como indicara la UNRWA, señalaron o sugirieron lo “obvio”: la causa (principal) es (o sería) el bloqueo israelí.

La UNRWA insinuaba:

“En particular, la condición socioeconómica de la Franja de Gaza se ha deteriorado dramáticamente luego de la imposición del bloqueo en 2007 por parte del gobierno israelí. El bloqueo a repercutido en el sector de la salud de Gaza, en tanto los hospitales continúan sin infraestructura física adecuada, medicamentos ni suministros”.

Aunque más adelante en el informe decía que:

En Gaza, casi todos los partos tienen lugar en hospitales bajo supervisión especializada, pero, como fuera señalado anteriormente…, la calidad de atención obstétrica y neonatal puede mejorarse”.

¿Y los medios?

Repitiendo.

La agencia de noticias Efe, por ejemplo, titulaba la crónica – recogida por muchos medios en español – sobre el tema de la siguiente manera:

En el primer párrafo indicaba que:

“Akihiro Seita, director de Salud de laUNRWA, la agencia de la ONU para atender a los refugiados palestinos, que sugiere queel bloqueo israelí puede estar entre las causasdel problema”.

El diario El País, también lo recogía:

“El responsable sanitario argumenta que, aunque es difícil determinar las causas de la mayor mortandad de bebés, la ONU ha expresado su preocupación por ‘el impacto a largo plazo del bloqueo sobre los centros sanitarios y el suministro de medicamentos y material médico’”.

“Aunque es difícil determinar las causas”, se deja caer, se sugiere, se instala… una únicoa causa posible, un único culpable posible.

Pero esto es cuanto menos dudoso. La organización BBC Watch, asociada a CAMERA, señalaba el 23 de julio de 2014 que, tal como señalara con anterioridad la afirmación de que las restricciones a bienes de doble uso (aquellos bienes que pueden utilizarse con fines terroristas) no afectan al suministro de material médico a la Franja de Gaza. No hay y no ha habido ninguna restricción a la entrada de suministros médicos a dicho enclave. En este documento del COGAT (Coordinadora de Actividades Gubernamentales en los Territorios), de 2013, se explicaba que:

“La escasez de medicamentos y suministros médicos en Gaza es consecuencia, principalmente, de una relación disfuncional entre los Ministerios palestinos de Salud en Gaza y Ramallah.

Los conflictos entre las dos oficinas han resultado no sólo en una escasez de medicamentos y suministros, sino también en un acceso restringido a los tratamientos médicos para los pacientes fuera de Gaza.

El sistema de salud en Gaza está marcado por una escasez de unas 400-500 variedades de equipamiento médico y una escasez promedio del 33% de medicamentos. La situación se ve exacerbada por el hecho de que proveedores médicos a menudo son reacios a vender suministros a Gaza debido a los problemas de falta de pago”.

Han entrado en escena dos nombres que la UNRWA obviaba; y los medios con ella: Autoridad Palestina/Fatah y la organización terrorista Hamas.

¿Cómo es posible que en un informe sobre la mortalidad infantil en Gaza no se mencione a Hamas? Porque la Franja estaba entre 2008 y 2013, sigue estado, controlada por Hamas, ¿no?

¿Puede obviarse el hecho de que el territorio sobre el que se hace el estudio está controlado por una organización terrorista?

Ya volveremos sobre Hamas como factor causal en este aumento de la tasa de mortalidad infantil en el territorio que controla y desde el que realiza ataques contra Israel.

Pero ahora, continuando con lo que exponía BBC Watch, esta organización indicaba que ya en 2011 el periodista Khaled Abu Toameh había alertado (“Hamas and Fatah Take Their War to Hospitals”; “Hamas y Fatah llevan su guerra a los hospitales”) de la escacez de suministros médicos en Gaza a consecuencia de las luchas de poder entre Fatah y Hamas:

“El gobierno palestino en Cisjordania, encabezado por el Primer Ministro, Salam Fayyad, anunció que Hamas había estado robando u ocultando la mayor parte de los medicamentos enviados a la Franja de Gaza. Se cree que muchos palestinos han muerto a causa de la falta de medicamentos y equipo médico.

Según el gobierno de Fayyad, los ‘milicianos’ de Hamas han estado confiscando cargamentos de suministros médicos donados por la comunidad internacional para posteriormente ponerlos a la venta”.

¿Alguna responsabilidad de Hamas, pues, en la mortalidad infantil en Gaza?

No, para la UNRWA, directamente, Hamas no existe…

Toameh continuaba señalando que:

“Algunos palestinos residentes en la Franja de Gaza y trabajadores de ayuda occidental han confirmado las alegaciones del gobierno de Fayyad, diciendo que Hamas de hecho ha estado confiscando la mayor parte de los suministros médicos que son enviados desde Cisjordania

[…]

Según portavoces de Hamas, si hay alguien tiene la culpa de la severa crisis en los hospitales y clínicas de la Franja de Gaza, es el gobierno de Fayyad.

Hamas afirma que el gobierno de Fayyad ha estado utilizado los medicamentos para ‘chantajear’ a los palestinos en la Franja de Gaza en un intento por socavar al régimen del movimiento islámico”.

Laagencia en silencio – a pesar de que su estudio abarca el período 2008-2013… En 2009, por ejemplo, el diario inglés The Guardian indicaba que la propia ONU había detenido el envío de ayuda a Gaza luego de que Hamas incautara miles de toneladas de alimentos y otra provisiones.

Por lo demás, BBC Watch destacaba que la ayuda humanitaria continúa entrado en la Franja de Gaza – tal como lo demuestran los informes diarios de la COGAT – a pesar de los ataques terrorstas contra los propios cruces entre Israel y Gaza.
Aclaración (¿necesaria a esta altura?) sobre el bloqueo: la causa es la organización terroristas Hamas

El bloqueo fue impuesto por motivos de seguridad.

El bloqueo fue impuesto a causa del constante lanzamiento de cohetes por parte del grupo terrorista Hamas, principalmente, desde Gaza hacia Israel.

El bloqueo es, así, una consecuencia de los ataquesde Hamas. De desaparecer la causa (ataques), desaparecería la consecuencia (bloqueo). Ergo, no es el impacto del bloqueo en la sanidad de Gaza, sino las actividadesde Hamas(y cómo, en quéy paraqué utilizael dinero(y la ayuda humanitaria) que podría dirigirse a la mejora de las infraestructuras en general, y sanitarias en particular) lo que debería preocupar, y mucho, a la UNRWA.
Final abierto o el eterno retorno

Cada vez más, parece que el propósito de la UNRWA y otras agencias internacionales y de Derechos Humanos es hacer de Gaza (y los palestinos en general) un símbolo del sufrimiento (y una centralidad informativa constante) en detrimento de regiones y países que atraviesan situaciones mucho más acuciantes en cuanto a lo social y lo económico. Y, de esta manera, convertir, por contraposición, a Israel en un símbolo de la maldad.

Acaso Hamas, que no aparece mencionado en ninguna crónica más que como una suerte de mojón cronológico, tenga algo que ver con la situación en la que se encuentra Gaza, con el sufrimiento de los palestinos.

Mientras tanto, se continúa ahondando en el marco de excepcionalidad de todo lo que rodea a lo palestino para que, la UNRWA, que es excepcional, vea justificada su razón de ser… su financiación.

Y es que, a esta altura de su historia, es evidente que la UNRWA tiene una clara agenda política, y que ha pasado de ser una mera “agencia de refugiados”, a transformarse en un aparato de propaganda palestina y servicios para los palestinos.

Decíamos en un pasado artículo sobre la UNRWA, que este organismo ha ido, efectivamente, adaptándose a los cambios con una asombrosa capacidad. La que había empezado como una empresa de unos pocos años, sigue cumpliendo aniversarios básicamente a fuerza de reorientar su labor. Así, de ser una agencia para los refugiados, se ha convertido en un conglomerado que brinda servios sanitarios, educación (principalmente: 57% de su presupuesto está destinado a tal fin), programas para micro-emprendimientos y micro-créditos. Y, último, pero no menos importante, se ha convertido en un portavoz oficioso de la narrativa palestina.
Un coloso de la “palestinidad” que cuenta con o “más de 29 mil empleados [más que ninguna otra agencia de la ONU], la mayoría refugiados palestinos, y un pequeño número de personal internacional, en dos sedes centrales (Gaza y Amman), cinco oficinas regionales (Gaza, Líbano, Siria, Jordania y Cisjordania) y cuatro oficinas de representación y enlace (Nueva York, Ginebra, Bruselas y El Cairo)”.

Es decir, sus “clientes” son, a la vez, sus empleados. ¿Se le puede suponer, de esta manera, una posición no politizada a este organismo de la ONU? ¿Se pueden tomar sus declaraciones e informes como si se tratara de una parte imparcial?

Pero, sobre todo, teniendo en cuenta que manejan un presupuesto (2015) de 741 millones de dólares (de los que esperan recibir 588.9), ¿qué incentivo puede haber para que la propia agencia cree las condiciones que la hagan innecesaria? Por el contrario, el incentivo parece ser más bien el contrario: de ahí que los “refugiados” palestinos sean los únicos cuyo número aumenta y aumenta y aumenta. De este aumento, Seita sí puede decir, sin temor a equivocarse, que no tiene precedentes en la historia.

Llama la atención que esta “estadística” tan “excepcional”, a nivel global, vea la luz cuando la agencia necesita dinero para acercarse a su presupuesto estimado…

Así pues, ¿se pueden tomar sin más los números que ofrece la agencia exclusiva para los “refugiados” (con definición ad hoc) palestinos?

¿Es posible verificar independientemente los datos que presenta la UNRWA?

¿No vale la pena el esfuerzo de consultar con expertos en estadística? ¿No vale la pena cotejar la información que ofrecen? ¿O acaso si se trata de palestinos, e Israel puede ser de alguna manera señalado – Líbano, Jordania y Siria, excentos –, no vale la pena el efuerzo de ejercer el periodismo?

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