¿Un ave Fénix eléctrico o un error periodístico?

Entre el 29 y el 30 de julio de 2014 los medios dieron cuenta del impacto que sufrió la central eléctrica de Gaza. Más allá de que prácticamente la totalidad de medios dio como un hecho que se trató de un ataque israelí, algunos medios dieron un paso más y afirmaron que la central eléctrica había sido “destruida”.

Un hecho que la organización CiF Watch, asociada a CAMERA, ya señaló con relación a la cobertura realizada por el diario inglés The Guardian.

En el caso de la prensa en español, el diario español El País, por ejemplo, titulaba su crónica del día 29 de julio de la siguiente manera:

Israel intensifica su ofensiva y destruye la única central eléctrica de Gaza

E indicaba que:

“Además de endurecer sus bombardeos por aire y tierra, las tropas israelíes atacaron la única planta eléctrica del minúsculo territorio palestino, que ardió por el impacto de dos granadas de tanques israelíes contra uno de sus depósitos de combustible. Según el subdirector de la compañía eléctrica, Fathi el Sheij Jalil, la central ‘no podrá generar energía eléctrica durante al menos un año’. La explosión agravará los problemas de suministro eléctrico que padecen los 1,8 millones de habitantes de Gaza.

[…]

La destrucción de la planta eléctrica acarreará también dificultades al suministro de agua potable, según advirtió el Ayuntamiento de la Ciudad de Gaza, que pidió a los residentes que racionaran el consumo del líquido”.

Ello a pesar de que, según publicó el diario Times of Israel , un general de la Fuerza Aérea Israel encargado del apoyo aéreo durante la campaña en Gaza negó que Israel hubiera atacado dicha planta:

“Les transferimos electricidad, transferimos gas, les transferimos comida con el objetivo de evitar un desastre humanitario. ¿Así que atacamos la planta de electricidad?”

El general afirmó, a su vez, que el asunto estaba bajo investigación. Asimismo, un portavoz del ejército le confirmó al medio que la planta no fue atacada, y volvió a reiterarque el asunto estaba bajo investigación.

CiF Watch señalaba, por su parte, que no parece que exista ninguna prueba de que Israel atacó la planta de energía, o incluso de que la planta fuera alcanzada por un misil israelí, y que, en consecuencia, (y basados en el alto porcentaje de misiles terroristas errantes que cayeron dentro de Gaza) habría que estudiar la posibilidad de que un cohete de Hamas haya impactado por error contra la planta.

Continuando con la coberturarealizada pormedios en español, en la misma línea informaba el canal español La Sexta, que así titulaba el video publicado en su web:

Israel destruye la única planta eléctrica de la Franja de Gaza

Idéntico enfoque ofrecía el canal 13 chileno:

Israel destruye planta eléctrica en Gaza

Y el diario mexicano Vanguardia:

Destruyen israelíes planta de luz gazatí
¿A qué conclusión evidente arriba el lector o televidente ante esta descripción?
Es de inferirse que, si la planta ha sido destruida, debería construirse de cero,o al menos, casi de cero.

Pero, ¿cuánto tiempo lleva reparar o reconstruir una planta eléctrica destruida?

Según lo que publicaba El País, el subdirector de la compañía eléctrica, la central “no podrá generar energía eléctrica durante al menos un año”…

Entonces, ¿cómo se explica que el 14 de septiembre la agencia palestina de noticias Ma’an publicara lo siguiente (47 días después de los artículos que daban cuenta de la “destrucción” de la central eléctrica)?:

La única central eléctrica de Gaza está lista para comenzar a funcionar nuevamente tan pronto como llegue un cargamento de combustible a la Franja, dijo el director ejecutivo el sábado”.

En un año de 365 días, este hecho se produce 318 días antes de lo que el subdirector de la compañía eléctrica había previsto

Llamativo.

Entonces, ¿estaba “destruida” o no?

No lo parece.

Y entonces, ¿en qué se basaron los medios para dar esa información errónea?

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