Todo es igual

El tango dice “Todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor, no hay aplazados, ni escalafón, los ignorantes nos han igualado”. Quizás no “nos han igualado”, sino que algunos lo han igualado todo, lo han hecho indistinguible, lo han confundido todo.

El diario Huffington Post, en su versión en español, parecía dispuesto a contribuir en esta “nivelación” moral, en un artículo que firmaba junto a la agencia de noticias española EFE el 4 de julio de 2014.

El titular que encabezaba dicha crónica anunciaba:

Israel y Hamás se preparan para una escalada de violencia

Israel, un país democrático, y Hamas, un grupo terrorista, ubicados en el mismo nivel de responsabilidad, en el mismo escalafón moral.

Entonces, el medio abría diciendo que:

“Una historia que tristemente se repite. Pese a que israelíes y palestinos dicen que no buscan una escalada de la violencia, la tensión ha vuelto a crecer en la zona, azuzada por el lanzamiento de cohetes desde Gaza y la decisión del Ejército israelí de reforzar, con tanques y tropas terrestres, la frontera sur”.

La escalada de violencia ha vuelto a crecer por el lanzamiento de cohetes desde Gaza, efectivamente, y por el secuestro y asesinato de tres adolescentes israelíes. La decisión de reforzar el límite con Gaza por parte de Israel es una consecuencia de los ataques. ¿O qué pretende el Huffington? ¿Que Israel “soporte” estoicamente los ataques y no haga nada por salvaguardar a su población en aras de evitar una escalada en de la violencia que ya está teniendo lugar?

Mas, en el siguiente párrafo, explicaba que:

“Según cifras castrenses, alrededor de 80 proyectiles de este tipo han salido desde la Franja desde que el 12 de junio desaparecieran en Cisjordania tres estudiantes israelíes -dos de ellos menores- cuyos cadáveres, tiroteados, fueron hallados el lunes cerca de la ciudad de Hebrón”.

Entonces, ¿cómo se sostienen el titular y el primer párrafo? ¿Cómo es posible repartir la responsabilidad de la escalada de violencia?

Para que todo “sea igual”, las explicaciones sobran.

Por lo que el medio continuaba señalando que:

“De acuerdo con el Ejército israelí, los objetivos fueron instalaciones militares del grupo radical palestino Yihad Islámica y del movimiento islamista Hamas, al que Israel acusa del asesinato de los estudiantes y responsabiliza de los cohetes.

Este jueves, sin embargo, el brazo armado del Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP) ha asumido la responsabilidad del disparo de doce proyectiles, mientras que el ala militar Frente Democrático de Liberación de Palestina (FDLP) se atribuyó el lanzamiento de dos de mayor alcance”.

¿Instalaciones militares de la Yihad Islámica? En la realidad distorsionada donde “todo es igual”, la Yihad Islámica es un grupo “militar”, en lugar de un grupo terrorista. Todo sea por empatar moralmente a los actores. Así, Israel puede ser señalado sin inconvenientes.

Pero la Yihad Islámica es un grupo terrorista: así considerado por el Departamento de Estado de Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros.

También el Frente Popular de Liberación Palestina está designado internacionalmente como organización terrorista.

Mas, el Huffington Post obviaba la realidad para crear otra, ficticia, donde militares se enfrentan a “militares” y donde, por consiguiente, la distinción moral se borra:

“Desde que los cadáveres de los jóvenes fueron hallados, la aviación israelí ha realizado 50 operaciones contra Gaza en represalia por el lanzamiento de cohetes, pero la respuesta a Hamas es aún objeto de controversia en el seno del Gobierno.

El gabinete de Seguridad, encabezado por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, está dividido entre quienes abogan por la mesura y quienes exigen una respuesta más amplia y contundente.

En la misma línea, el portavoz de Hamas en Gaza, Sami Abu Zuhri, ha asegurado que su grupo ‘no está interesado en una confrontación en este momento’, pero que al igual que Israel ‘está absolutamente listo si se ve obligado, ya que tiene las herramientas para defender al pueblo’”.

El Primer Ministro israelí y portavoz del grupo terrorista Hamas emparejados, igualados, uniformados. “Todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor…”, lo mismo un demócrata que un terrorista.

Así, el diario finalizaba volteando la realidad: el agresor se convierte en el agredido, en el que el que “responderá” al ataque de su enemigo. En un párrafo subtitulado “El brazo armado de Hamás responderá”, el Huffington indicaba:

“El brazo armado de Hamás, las Brigadas Ezzedin al Qassam, han advertido a Israel de que si decide atacar la Franja de Gaza responderán con el lanzamiento de más cohetes que alcanzarán ‘nuevos objetivos’ no atacados hasta ahora”.

Pero, para poder trastocar la realidad, el diario obviaba una parte de las declaraciones del “brazo armado” de Hamas. El diario español El Mundo publicaba el 3 de julio de 2014 que:

“… el portavoz del brazo armado de Hamas, Abu Obeida, enviaba un mensaje a Israel. ‘Le decimos a la ocupación que cualquier paso estúpido que cometan vuestros líderes hará que vuestras ciudades sean blanco para nosotros. Nuevas ciudades estarán al alcance de nuestros misiles. Nuestro arsenal sorprenderá a nuestros amigos y enemigos’, anunció armado y encapuchado”.

Una parte de las declaraciones muy inconveniente para el panorama ilusorio que el Huffington Post se empeñaba en presentarle a sus lectores. Un panorama a la medida del señalamiento de Israel.

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