Ser periodismo o no ser periodismo, he aquí la cuestión

La radio española Cadena Ser parecía volver, una vez más, a erigirse en propagandista o portavoz de la “causa” palestina, o de sus habituales denuncias e invenciones. Para tal fin, omitía, tergiversaba la realidad y faltaba a la verdad. Esta vez, lo hacía – bajo el título “La vida en Gaza, un año después del conflicto con Israel” – con 17 fotos a cuyo pie unos breves textos conmovían sin informar.

Foto 1:

El pie de foto rezaba: “La reconstrucción, según la ONU, apenas ha podido comenzar y hay barrios enteros de la franja de Gaza que siguen en ruinas. Las promesas que condujeron a una frágil tregua, como el alivio del bloqueo israelí sobre Gaza o el desarme de milicias palestinas, no se han concretado”.

¿Amparada por la brevedad del espacio, veía la Ser “justificadas” sus omisiones?

Por ejemplo, que en diciembre de 2014 el diario Algemeiner daba cuenta de que un periodista palestino había publicado un su cuenta de Twitter una imagen de cemento importado a Gaza bajo los auspicios de la ONU, siendo vendido en el mercado negro.

O los enfrentamientos entre la Autoridad Palestina (Fatah) y Hamas son una causa de los problemas en los esfuerzos de reconstrucción. En este sentido, el periodista Khaled Abu Toameh informaba el 22 de febrero de 2015 que:

“El Secretario General de la Liga Árabe, Nabil Elarabi, dijo el domingo que la disputa entre Hamas y la Autoridad Palestina estaba dificultando los esfuerzos para reconstruir la franja de Gaza”.

El propio Toameh lo explicaba en otro artículo anterior (septiembre de 2014):

Fatah acusó a Hamas de ‘dilapidar’ 700 millones de dólares de ayuda financiera destinada a las víctimas palestinas de la guerra. Fatah quiere asegurarse de que los millones de dólares destinados a la franja de Gaza pasen por sus manos y no terminen en las cuentas bancarias de Hamas. Pero depender de Fatah en este sentido, es como pedirle a un gato que cuide la leche”.

O que según señalaba el Middle East Media Research Institute (MEMRI), Hamas también se está rearmando – el instituto decía que los altos cargos de Hamas incluso se “jactan de que sus fábricas [de cohetes] están produciendo sin descanso”. Amén de continuar con la reconstrucción de túneles para fines terroristas, lo que implica la utilización de importantes cantidades de cemento.

¿De dónde provienen esos fondos?

Algunas explicaciones para que “la reconstrucción, apenas ha podido comenzar”…

Pero la Ser sugería – de manera muy poco disimulada -, que es en realidad Israel el culpable de la falta de avance en ese sentido. Para ello, faltaba a la verdad, al afirmar que “el alivio del bloqueo israelí sobre Gaza… no se ha concretado”.

Para comenzar, es necesario precisar que el bloqueo es una consecuencia de las agresiones terroristas desde Gaza, y que, como tal, responde a cuestiones de seguridad (más de 11000 cohetes lanzados desde Gaza desde 2005). En este sentido, el informe de la ONU, conocido como Informe Palmer asegura que “Israel enfrenta una verdadera amenaza para su seguridad por parte de grupos militantes en Gaza. El bloqueo naval se impuso como una medida legítima de seguridad con el fin de evitar que las armas de entrar en Gaza por mar y su aplicación han cumplido con los requisitos del derecho internacional”.

Por otra parte, según la Coordinadora Gubernamental israelí de Actividades en los Territorios (COGAT), en enero de 2015 ingresaron a la Franja de Gaza, desde Israel, 15.205 toneladas de material de construcción (50.000 toneladas en lo que va de año – 4 meses). Lo que contradice la afirmación de que Israel no ha “aliviado el bloqueo”.

La brevedad del espacio no disculpa la falsedad.
Foto 5:

Pie de foto “Las Naciones Unidas han informado que la guerra de los 50 días dejó al menos 2.189 palestinos muertos, incluyendo más de 1.486 civiles; y 11.000 heridos”.

¿De dónde provienen las cifras de la ONU? ¿Han sido contrastadas, examinadas?

Una de las principales fuentes de la ONU para los datos de bajas es el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por el grupo terrorista – así considerado por la Unión Europea y Estados Unidos, entre otros – Hamas.

Estas cifras, son, como mínimo dudosas.

En este sentido, la organización MEMRI dio a conocer el 17 de julio, el Ministerio de Interior de Gaza (de Hamas), desde su página oficial de Facebook, llamaba a los activistas en las redes sociales a que “Siempre llamen a la muertos ‘civiles inocentes’” y a que “no publiquen fotos de cohetes siendo disparados desde centros de población civil”.

En tanto, el Centro Meir Amit, que ha ido publicando en los últimos meses un examen de los nombres de palestinos fallecidos en Gaza en el transcurso de la operación Margen Protector que echa por tierra la tesis de una acción israelí “indiscriminada”, indicaba enla 10º parte de su examen de nombres, que:

“Las conclusiones de la investigación hasta la fecha (sobre la base de un examen de aproximadamente el 61% de los nombres de los muertos) sugieren que el número de víctimas mortales relacionados con organizaciones terroristas constituyen aproximadamente un 48,7 % de los nombres que han sido identificados, y los civiles no involucrados constituyen aproximadamente el 51.3 %. Esta proporción puede variar en el futuro”.

Asimismo, durante dicha operación, la BBC (7 de agosto de 2015) – corporación mediática inglesa de la que no puede sospecharse un posicionamiento pro-israelí – informaba sobre el desproporcionado número de hombres jóvenes – en los grupos de edades más frecuentes de combatientes -, entre las llamadas bajas civiles en Gaza.

Otra vez, ¿la limitación de caracteres, “excusaba” la omisión de la Ser? Difícilmente; bien podría haber indicado, en unos pocos caracteres, que investigaciones sobre las bajas indican porcentajes de civiles fallecidos considerablemente menores.
Foto 17:

Pie de foto: “Los pobladores no pueden salir o entrar de la franja si no es con uno de los escasos permisos que otorga Israel para cuestiones sanitarias y, a veces, comerciales”.
Tan centrada en Israel estaba la Cadena Ser que olvidaba que la Franja comparte límite, por el Sur, con Egipto; y que, para salir o entrar por allí, no es Israel el que otorga permisos, sino, precisamente, Egipto.
Si este papel de “altavoz” es involuntario, entonces la cadena radial española tiene un problema muy serio a la hora de buscar datos y de contrastarlos.
Mas, cuando la realidad se transforma una y otra vez, de tal manera que siempre termina por señalar negativamente a un mismo sujeto… Pues algo huele mal, y no es en Dinamarca.

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