Rosa Meneses en El Mundo de España crea errores y distorsiones a granel

El análisis de Rosa Meneses publicado en El Mundo, edición impresa, el sábado 24 de Septiembre bajo el título “Dos lenguajes para la paz”, presentaba una serie de errores históricos que es importante destacar:

La autora escribe:

La aspiración de los palestinos a su propio Estado entronca con 1948, cuando se declaró por la fuerza el Estado de Israel. Esto provocó una guerra y la expulsión de sus hogares de más de 700.000 personas

En 1948 no se declaró “por la fuerza el Estado de Israel”, sino que tras una votación en la ONU en 1947, el organismo internacional recomendó la partición de la tierra en dos estados: uno judío y otro árabe. El judío fue aceptado y proclamado en 1948, mientras que los árabes optaron por invadir al país recién nacido, provocando así esas “guerra y expulsión” de las que habla la autora. Los “expulsados” serán hacinados en campos por sus países hermanos, que les negarán sus derechos mínimos. Recordemos que paralelamente, y también producto de esa guerra de aniquilación del vecino iniciada por los países árabes 800.000 judíos fueron expulsados de sus hogares en los estados árabes. La diferencia radica en que Israel los recibió y los trató como a ciudadanos, y no como moneda de cambio.

Al referirse a la petición de Netanyahu de que Israel sea reconocido como estado judío, la autora sorprende por la desinformación y por resultar contradictoria con su propio discurso:

Esta exigencia de Netanyahu equivaldría a la expulsión del 20% de la población de Israel por el hecho de tener otra religión y etnia, pues no son judíos sino «árabes» –de religión musulmana y cristiana–. Son los palestinos originarios de esa tierra que rechazaron irse al exilio.

1- Nunca, ni Netanyahu, ni cualquier otro gobierno de Israel, han tan siquiera contemplado la expulsión de ese 20% de su población. Cuando Netanyahu pide el reconocimiento de Israel como Estado judío, Netanyahu está pidiendo que los palestinos reconozcan que Israel es el hogar nacional de los judíos como Palestina lo será de los palestinos. De hecho, ese 20% de árabes israelíes disfruta de los mismos derechos que sus conciudadanos y vive en condiciones que el resto de árabes en la región sólo pueden soñar. Para empezar, democracia y libertad.

2- Cuando se refiere al 20% de la población árabe de Israel, la autora dice que “son los palestinos originarios de esa tierra que rechazaron irse al exilio”. ¿Entonces? ¿Se refiere la autora a que los que se fueron lo hicieron por la expulsión y los que se quedaron rechazaron la expulsión? ¿Qué tipo de expulsión permite que el teóricamente expulsado se niegue a ser expulsado y al final se quede gozando de los mismos derechos?

Por otra parte, en un torbellino de cifras la autora asegura que “en Cisjordania y Gaza viven millones de refugiados”. ¿Cuántos son esos millones? En toda Gaza y Cisjordania viven 4.2 millones de habitantes. Según la UNRWA, en Gaza habría un millón de refugiados y en Cisjordania unos 688.700.

Respecto al tema de refugiados, Gilead Ini, analista de CAMERA, escribía:

Los historiadores concuerdan en que no hubo una sola causa para que los árabes huyeran de Palestina. Las masas huyeron principalmente porque vieron que la élite palestina hacía lo mismo. En parte, esta huída fue como respuesta a las exhortaciones de los líderes militares y políticos árabes para que los civiles palestinos evacuaran sus casas hasta que la lucha finalizara. Muchos simplemente huyeron de la intensa lucha que los rodeaba, o que perturbaría sus vidas muy pronto. En algunos casos, los militares judíos forzaron a los palestinos a salir de sus casas.

Por todas estas incorrecciones, el texto de Rosa Meneses en El Mundo, más que un análisis basado en datos objetivos, resulta ser una opinión subjetiva que distorsiona los acontecimientos históricos.

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