Refrescando la memoria: Irán y el terrorismo

Habituados como nos tienen los medios a las selectivas omisiones – ese lustrado de imagen de ciertos actores internacionales -, conviene recordar los hechos que, precisamente en tales prácticas, son borrados.

Uno de los silencios habituales tiene que ver con Irán: con su participación directa en los conflictos de Siria, Irak y Yemen; y con su papel en la financiación del terrorismo.

Acaso los medios puedan argüir que no se puede estar repitiendo siempre lo mismo. Dudosa excusa.

Pero, sólo por argumentar, aceptémosla. Pero muy brevemente, porque enseguida la realidad se encarga de impugnarla tajantemente: en julio de 2017 se presentaron los Informes por País sobre Terrorismo de 2016, elaborados por Departamento de Estado de Estados Unidos. En su capítulo III, sobre estados patrocinadores del terrorismo, se mencionaba a Irán (para designar a un país como un Estado Patrocinador del Terrorismo, debe determinarse que dicho país repetidamente ha provisto de apoyo para actos de terrorismo internacional):

“Designado como un Estado Patrocinador del Terrorismo en 1984, Irán continuó sus actividades relacionadas con el terrorismo en 2016, incluyendo el apoyo a Hizbulá, grupos terroristas palestinos en Gaza, y varios grupos en Siria, Irak y en todo Medio Oriente. Irán utilizó a los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica-Fuerza Qods (IRGC-QF, por sus siglas en inglés) para implementar sus objetivos a nivel internacional, para proveer cobertura para operaciones de inteligencia, y para crear inestabilidad en Medio Oriente. Irán ha reconocido la participación de los IRGC-QF en los conflictos de Irak y Siria, y los IRGC-QF son el principal mecanismo de Irán para cultivar y apoyar al terrorismo en el extranjero.

En 2016, Irán apoyó a varios grupos terroristas chiíes iraquíes, incluyendo a Kata’ib Hizballah, para luchar contra el ISIS en Irak y para apuntalar al régimen de Assad en Siria. Irán ve a dicho régimen como un aliado crucial, y a Siria e Irak como rutas clave para suministrarle armas a Hizbulá, el principal socio terrorista iraní. Irán a facilitado y coaccionado, a través de incentivos financieros o de residencia, principalmente a combatientes chiíes de Afganistán y Pakistan para participar en la brutal ofensiva del régimen de Assad en Siria. Milicias chiíes apoyadas por Irán, han cometido serios abusos contra los derechos humanos en Iraq, principalmente contra civiles suníes, y las fuerzas iraníes han apoyado directamente, con vehículos blindados, artillería y drones, operaciones de milicias en Siria.

Desde el final del conflicto entre Israel y Hizbulá, en 2006, Irán le ha suministrado a Hizbulá miles de cohetes, misiles y armas pequeñas, en violación directa de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Irán provee la mayor parte del apoyo financiero de Hizbulá en el Líbano, y ha entrenado a miles de sus miembros en campos en Irán. Los miembros de Hizbulá han sido ampliamente utilizados en Siria para apoyar al régimen de Assad y para apoyar las operaciones contra el ISIS en Iraq. Hizbulá también llevó a cabo varios ataques contra las Fuerzas de Defensa de Israel en 2016, a lo largo de la frontera entre el Líbano e Israel.

Irán ha proporcionado, históricamente, armas, entrenamiento y financiación a Hamas y otros grupos terroristas palestinos, incluyendo a la Yihad Islámica Palestina y el Frente Popular para Liberación de Palestina-Comando General. Estos grupos terroristas palestinos han estado detrás de numerosos ataques mortales desde Gaza o Cisjordania, incluyendo ataques contra civiles israelíes, y fuerzas de seguridad egipcias en la península del Sinaí.

Irán ha suministrado armas, fondos y entrenamiento a grupos militantes chiíes en Bahrain que han llevado a cabo ataques contra las fuerzas de seguridad de Bahrain. El 6 de enero de 2016, oficiales de seguridad de Bahrain desmantelaron una célula terrorista vinculada a los IRGC-QF, que planeaba perpetrar una serie de atentados con bombas a lo largo del país.
[…]”.

No hay que olvidar que según la investigación de la Unidad de Investigación de la Oficina del Fiscal General para el Atentado contra la sede de la AMIA (18 de julio de 1994) en Buenos Aires, Argentina, las más altas autoridades de Irán planearon, financiaron y ordenaron dicho atentado.

No hay que olvidar…

Pero los medios hacen lo posible por imponer la desmemoria… Tan necesaria para presentar la “realidad” que convenga a sus intereses políticos, ideológicos o de mercado.

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