¿Quién es Richard Goldstone?

Por R.W. Johnson para Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL)

Traducción del inglés de ReVista de Medio Oriente

El Consejo por los Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha dado su apoyo al controversial reporte del juez Richard Goldstone en el que se acusa tanto a Israel como a Hamas de haber realizado crímenes de guerra durante el conflicto en la franja de Gaza en el 2008 y 2009. El Consejo ha pedido al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que envíe las conclusiones del reporte a la Corte Criminal Internacional si las dos partes fallan en conducir sus propias investigaciones.

El reporte de Goldstone ha sido descartado por arbitrario no solamente por israelíes sino también por muchos observadores neutrales; y tanto la Unión Europea como los Estados Unidos han disentido con el contenido del reporte y con su sugerencia de que los supuestos crímenes de guerra israelíes deban ser juzgados no sólo por cortes israelíes sino por la Corte Criminal Internacional.

Inclusive muchos judíos fuera de Israel se preguntan cómo Goldstone, judío, ha podido prestarse a una misión tan obviamente tendenciosa como la ordenada por el Consejo de los Derechos Humanos, que a su vez está repleto de violadores de los derechos humanos así como de gente que odia a Israel. Tanto Martti Ahtisaari como Mary Robinson se negaron a participar en la misión por ese motivo.


La conducta de Goldstone no sorprenderá a aquellos que han seguido su trayectoria. Como un joven abogado en Sudáfrica él fue criticado por la forma en que entretenía privadamente a abogados que podían darle casos: esto fue visto como una forma de andar a la caza de clientes. De manera similar, su decisión de aceptar la nominación a juez dada por el régimen del apartheid llamó la atención de muchos abogados liberales que rehusaron aceptar tales nominaciones porque significaban adoptar las leyes del apartheid.


El juez favorito del Congreso Nacional Africano

Cuando cambió la situación política, también cambió Goldstone. Confiado por el presidente F.W. de Klerk con la misión de investigar causas de violencia, Goldstone hizo pública mucha evidencia contra el régimen del apartheid pero rehusó investigar cualquier forma de violencia que hubiera estado relacionada al Congreso Nacional Africano (ANC). Esto naturalmente lo convirtió en el juez favorito del ANC.

Más aún, Goldstone dio una conferencia de prensa dramática en la que sugería que los militares habían estado envueltos en conductas ilegales. De Klerk tuvo que despedir a 23 militares de carrera, aunque la evidencia de su culpa, prometida por Goldstone, nunca se probó. Los oficiales hicieron juicio a De Klerk, quien debió dejar el tema de lado y disculparse.

De Klerk estaba furioso con el uso sensacionalista de Goldstone de la evidencia no probada y sabiendo que las ambiciones de Goldstone eran las de suceder a Boutros-Boutros Ghali como secretario general de las Naciones Unidas se refirió a él como “Richard-Richard Goldstone”.

Luego, para el deleite de la ANC, sólo semanas después de las elecciones de 1994 Goldstone hizo acusaciones dramáticas de conducta ilegal contra tres generales de la policía, terminando efectivamente con sus carreras. Goldstone aún no ha hecho ningún esfuerzo para permitir que estos hombres se defiendan o para que sus acusaciones sean comprobadas.

Goldstone justificó el haber hecho públicas estas declaraciones diciendo que era importante hacerlo antes de las elecciones. La ANC no pudo haber estado más de acuerdo: cuando ganaron, le dieron a Goldstone un asiento en la Corte Constitucional.

Desatento al hecho de que la doctrina de la culpa colectiva ha sido la base de las campañas antisemitas a lo largo de los años, Goldstone públicamente urgió a los blancos a disculparse por su culpa colectiva y aconsejó a los jóvenes sudafricanos que no deberían esperar buenos trabajos por los “pecados de sus padres”.

El efecto de estas acciones de alto perfil era darle a Goldstone fama internacional como un ícono de la corrección política. Así fue como consiguió ser nombrado fiscal del Tribunal Criminal Internacional de la antigua Yugoslavia (ICTY).


Cortando esquinas en La Haya


En el ICTY, Goldstone era un hombre apurado. “Me dijeron en las Naciones Unidas en Nueva York que si no teníamos una acusación para noviembre del 1994 que no podríamos tener plata para 1995” admitió Goldstone. “Había una sola persona contra la cual teníamos evidencia…Él no era la primer persona adecuada para acusar…Pero si no lo hacíamos íbamos a perder el presupuesto.”


De hecho, fue tan inapropiado que los jueces de La Haya aprobaron una moción censurando severamente a Goldstone. Después de solo un año en su puesto, Goldstone ofreció su puesto al jurista canadiense Louise Arbour.


Mientras tanto Goldstone se apuró para asegurar juicios. Aprovechando la detención ilegal y el secuestro del General Djordje Djukic y el Coronel Aleksa Krsmanovic por musulmanes de Sarajevo, Goldstone inmediatamente sugirió que había motivos para un juicio y los hombres fueron llevados a La Haya, rompiendo los procedimientos del ICTY, ya que Goldstone no había pedido a la Alta Corte de Belgrado, que ya había instituido procedimientos contra estos dos hombres, posponer la competencia del ICTY.

Habiéndose dado cuenta que había actuado de manera illegal, Goldstone velozmente cambió el estatus de los prisioneros de acusados a testigos. El después rompió las reglas nuevamente al acusar a Djukic y luego sugerir que los dos hombres testifiquen contra sus cómplices o, caso contrario, serían devueltos a las autoridades musulmanas, quienes indudablemente los torturarían. Este fue el caso de Krsmanovic pero Djukic, que estaba muriendo de cáncer, fue disculpado por Goldstone quien retiró el juicio contra él.

El vocero de la OTAN, Andrew Cummings, condenó el arresto de los dos hombres como irresponsible y dañino del proceso de paz. Cuando Goldstone dejó el ICTY solo una confesión se había grabado y un juicio se había completado, el de Dusko Tadic, el dueño de un oscuro café acusado de abusar de refugiados de Bosnia.


A lo largo de su carrera Goldstone ha sido criticado por cortar esquinas, por su excesiva ambición, pero en los ojos de muchos judíos su comisión de Gaza ha marcado un nuevo punto bajo. Que un juez judío, prohibido de entrar a Israel por aceptar trabajar para una comisión abiertamente tendenciosa contra el Estado, escriba un reporte basado mayormente en entrevistas con activistas de Hamas para complacer el parecer anti-sionista ha significado, para muchos, que simplemente se ha salido de los límites de lo tolerable.

R.W. Johnson es un periodista, historiador y autor sudafricano. Escribió “El nuevo y valiente mundo sudafricano: el querido país desde el fin del apartheid”.


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