Lugares comunes

Un artículo de la agencia de noticias AFP (13 de junio de 2013), Israel planea construir cientos de nuevas viviendas en una colonia en Cisjordania, que decía:

Israel confirma su plan de construcción de cientos de nuevas viviendas en una colonia situada en el norte de Cisjordania, según la prensa local.

Aparte de la construcción de 538 nuevas viviendas previstas en el asentamiento de Itamar, el diario Jerusalem Post asegura que ya se ha solicitado esta semana a las autoridades locales la legalización de 137 ya construidas.

Por su parte, el Estado examinará la construcción de otras 550 nuevas viviendas en la colonia de Brunchin, legalizada de forma retroactiva en abril de 2012.

La cuestión de los asentamientos es uno de los principales escollos en las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos. Los palestinos exigen una moratoria para reanudar las negociaciones, pero Israel rechaza condiciones previas.

[…]

A los ojos de la comunidad internacional, prácticamente todos los asentamientos israelíes en los territorios palestinos ocupados son ilegales”.

No, no es uno de los principales escollos. Lo es, en todo caso,como excusaa del liderazgo palestinos para evitar sentarse a la mesa negociadora.

Y no, la gran mayoría de los barrios o comunidades israelíes no son ilegales. Para sostener el armazón argumental de la “tesis” de la “ocupación” o de la “ilegalidad” de los “asentamientos” (y, a la vez, la adjudicación sin más de ese territorio al “pueblo palestino”), la llamada “comunidad internacional” y, los medios de comunicación con ella, hablan, en su gran mayoría, de las “fronteras anteriores a 1967” o “fronteras de 1967”. ¿Existe tal cosa?

No. La palabra “frontera”, como apunta Tamar Sternthal, analista de CAMERA, implica una dimensión de legalidad y permanencia que no se aplica a este caso.

Además, reconocer la Línea Verde (línea de armisticio entre Israel y Jordania de 1949) como frontera, supone, por un lado, condonar la agresión árabe y, por otro, reconocer una demarcación que, como indica Robbie Sabel en su ensayo International Legal Issues of the Arab-Israeli Conflict: An Israeli Lawyer’s Position, los estados árabes insistieron en no darle el estatus de frontera permanente.

El punto 2 del artículo 3º del Acuerdo de Paz entre Israel y Jordania declara:

“El límite, como se indica en el Anexo I (a), es el límite internacional permanente, seguro y reconocido entre Israel y Jordania, sin prejuicio del estatus de los territorios que quedaron bajo control del gobierno militar israelí en 1967”.

Avinoam Sharon sostiene que el artículo resuelve la cuestión de cualquier posible reclamo de soberanía por parte de Jordania; e, independientemente del “estatus de los territorios”, desposee a la línea de alto el fuego de 1949 de cualquier significado histórico. Una vez se establecieron los límites internacionales permanentes, la línea de armisticio no tiene ninguna importancia para los ex beligerantes.

Adémas, Dore Gold (From “Occupied Territories” to “Disputed territories”, 2002), ex diplomático israelí y actual presidente del Jerusalem Center for Public Affairs, punta que antes de 1967 Jordania había ocupado Cisjordania y la parte oriental de Jerusalén ( Egipto había ocupado Gaza), y que su presencia en esos territorios fue el resultado de una invasión ilegal llevada a cabo en 1948 en desafío del Consejo de Seguridad de la ONU.

Y añade un punto de vital importancia para comprender la realidad actual:

Debido a la insistencia de Jordania, la Línea de Armisticio de 1949, que constituía el límite entre Israel y Jordania hasta 1967, no fue reconocida como una frontera internacional, sino simplemente como una línea que separaba a los ejércitos. El Acuerdo de Armisticio establecía que ‘ninguna disposición de este Acuerdo perjudicará, de ninguna manera, los derechos, reclamos y posiciones de cualquiera de las partes en la solución pacífica de las cuestiones palestinas, las disposiciones de este Acuerdo han sido dispuestas exclusivamente debido a consideraciones militares” (Artículo II.2)

El ex diplomático, a su vez, señala que el lenguaje y la lógica de “la ocupación” ha echado raíces también en las luchas diplomáticas de las Naciones Unidas. Este lenguaje, afirma, le ha permitido a los portavoces palestinos confundir la historia. Al invocar repetidamente la “ocupación”, han logrado revertir la causalidad del conflicto, especialmente frente a las audiencias occidentales.

De esta manera:

“… la actual disputa territorial se debe, supuestamente, a la decisión israelí de ‘ocupar’, en lugar de ser el resultado de una guerra impuesta a Israel por una coalición de estados árabes en 1967”.

Pero no sólo esto.

El analista de CAMERA Eric Rozenman, comenta que las comunidades judías construidas en Cisjordania desde que Israel obtuvo el control de dichos territorios no sólo no son ilegales, sino que, de hecho, el Derecho Internacional las promueve:

Aún es relevante, para el Derecho Internacional en la materia, el Mandato de Palestina de la Liga de las Naciones. El Artículo 6 llama al ‘establecimiento intensivo de los judíos en las tierras, incluso en aquellas pertenecientes al Estado no requeridas para fines públicos’. Esto describe prácticamente todos los asentamientos autorizados por el Gobierno de Israel construidos desde 1967. Además, el mandato fue continuado por las Naciones Unidas; el artículo 80 de la carta de las Naciones Unidas, afirmando que ‘nada en [la carta de las Naciones Unidas en lo referente a la administración del territorio del mandato] se interpretará para alterar de alguna manera los derechos de cualesquiera Estados o pueblos o los términos de los instrumentos internacionales existentes’.”

En tanto, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel informa en su página web que los Acuerdos de Paz entre israelíes y palestinos no contienen ninguna prohibición para la construcción o expansión de asentamientos:

La Declaración de Principios provee, en el Artículo V, que las cuestiones de los asentamientos y de los israelíes [viviendo en los territorios en disputa] se encuentran entre un número de cuestiones que deben ser convenidas en las negociaciones sobre el estatuto permanente. El Artículo IV dispone que la jurisdicción de la Autoridad Palestina abarca ‘el territorio de Cisjordania y la Franja de Gaza, excepto para las cuestiones que se acordarán en las negociaciones sobre el estatuto definitivo.’ Por consiguiente, no sólo no hay una restricción de los asentamientos durante el período provisional, sino que la Autoridad Palestina no tiene jurisdicción sobre los asentamientos o sobre los israelíes. Los asentamientos y los israelíes permanecen bajo autoridad exclusiva de Israel durante todo el período de transición.

Jeffrey S. Helmreich, teórico del derecho (Diplomatic and Legal Aspects of the Settlement Issue, Enero de 2003), desarrolla el tema:

“…el acuerdo de paz alcanzado por Israel y los palestinos en Oslo, junto con el Acuerdo Provisional de 1995, permiten el crecimiento de los asentamientos así como el crecimiento – y la creación – de comunidades palestinas en los territorios disputados. Los palestinos adquirieron los derechos para la planificación y la división por zonas en el área A; en tanto que Israel retuvo los mismos derechos en área C, donde los asentamientos estaban localizados. El estatuto jurídico se debía alcanzar y decidir sólo en las negociaciones de estatus finales que, lamentablemente, nunca ocurrieron. Hasta que este punto sea alcanzado, el crecimiento de asentamientos [en el área C] permanece dentro del alcance legal de los Acuerdos de Oslo”.

¿Un escollo?

Lee Smith, editor del Weekly Standard, refería en mayo de 2010: que Estados Unidos decidió recién durante la administración Obama calificar la construcción en Jerusalén Este como un impedimento para las negociaciones – algo que ni los Estados Unidos ni Jordania, ni siquiera la Autoridad Palestina, habían expresado anteriormente -.

Pero, más importante aún, Palestinian Media Watch informaba el mismo día que la televisión de la Autoridad Palestina rindió honores a varios terroristas visitando a sus familias:

Abdallah Barghouti, sentenciado a 67 cadenas perpetuas, Ibrahim Hamed, 64 cadenas perpetuas y Abbas Al-Sayid, 35 cadenas perpetuas. Un ministro de la Autoridad Palestina, además, también rindió honores a Barghouti con una “visita solidaria” a su familia.

Barghouti preparó los explosives para ataques terroristas en Jerusalén, incluyendo el del restaurante Sbarro (15 muertos), Café Momento (12 muertos) y el triple ataque en el centro comercial Ben Yehuda (11 muertos), entre otros.

Abbas Al-Sayid planeó el atentado suicida en contra una celebración de la pascua (Pesaj) judía en 2002, asesinando a 30 israelíes; y otro ataque en 2001 que le costó la vida a 5 personas e hirió a otras 100.

Hamed planeó ataques suicidas, incluyendo el ataque contra la Universidad Hebrea de Jerusalén (9 muertos), Café Moment (12 muertos), Café Hillel (7 muertos) y Plaza Sion (11 muertos).

¿Esto no es un obstáculo para la paz? ¿No asegura la perpetuación del conflicto?

En un programa del 9 de diciembre de 2012, emitido por la Televisión de la Autoridad Palestina, y producido por la Asociaciones de Jóvenes de Palestina, la Televisión de la AP y con la financiación de la ONG Development Center (NDC) –financiada, entre otros, por la Unión Europea, el Banco Mundial; la Agence Française de Développement, del gobierno francés; un consorcio donante de Suiza, Dinamarca, Holanda y Suecia-, se producía la siguiente amenaza por parte de las presentadoras:

“Presentadora 1: Gente de Israel, no se queden estancados en la soberbia, las agujas del reloj seguramente girarán. El robo de la tierra no nos asusta…

Presentadora 2: Espérennos siempre, donde menos se lo esperan. Estamos en cada aeropuerto, en cada billete de viaje. Aparecemos en Roma y en Zurich de debajo de las rocas.

[Rferencias a los secuestros del avión de El Al en Roma en 1968 y el intento de secuestro de otro en Zurich en 1969 por parte de la OLP/FPLP]
[…]

Un pequeño rifle en las manos de un niño pueden matar a un adulto.”

Estas expresiones que incitan al odio y a la violencia y que glorifican a sus ejecutores, ¿exactamente cómo ayudan a la paz?

El breve texto de AFP puede, sin mayores explicaciones, despertar en el lector las imágenes instaladas a partir de la sistemática presentación unilateral e incompleta y, a veces, errónea, de información sobre el conflicto.

Así, sólo hace falta reproducir que “A los ojos de la comunidad internacional, prácticamente todos los asentamientos israelíes en los territorios palestinos ocupados son ilegales”, sin ninguna aclaración, sin mención de las leyes internacionales ni los acuerdos vinculantes firmados entre las partes. El contexto, un mal innecesario.

Y no hacía falta mucho espacio más para mencionar que Israel planea construir 1.140 hogares más. Pero claro, sólo parece algo digno de ser mencionado, puesto que están destinadas para los árabes palestinos, en el Área C, controlada por Israel. No hacía falta mucha investigación, The Jerusalem Post informó el pasado mes, J’lem plans 1,140 Palestinian homes near Jericho que:

La administración civil de Judea y Samaria [Cisjordania, según la denominación dada por los jordanos a la región] ha presentado un plan para un amplio proyecto de 1.140 viviendas para palestinos en el Área C… cerca de la ciudad de Jericó.

El proyecto proveerá de una solución legal para los palestinos que viven en esa zona en viviendas ilegales y en villas no autorizadas que no están correctamente conectadas a los servicios, según la administración civil.

Añadieron que el plan se ha llevado a cabo con ‘el entendimiento’ de los líderes de las villas palestinas y que la Autoridad Palestina ha estado involucrada en el planeamiento”.

Sólo la prensa israelí o la prensa judía se hicieron eco de esta noticia.

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