Información incompleta en ABC

El diario ABC publicó el 14 de diciembre de 2012 un artículo titulado Israel dice que los palestinos no verán “ni un céntimo” del dinero de sus impuestos, de su corresponsal en Jerusalén, Susana Mendoza. En el mismo, se le hurtan al lector datos relevantes, que explican los eventos de manera acabada. De esta forma, al no brindar el contexto de la noticia, se le insinúa al lector a un hecho distinto del real.

Mendoza comenzaba su artículo refiriendo:

“El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, ha afirmado que durante los próximos cuatro meses la Autoridad Nacional Palestina (ANP) “no verá ni un céntimo” de los impuestos que Israel recauda en su nombre y que el gobierno hebreo confiscó tras la comparecencia de la ANP en la ONU, donde obtuvo el estatus de estado observador no miembro”.

Pero la corresponsal de ABC olvidaba poner al lector en antecedente: cuando la ANP compareció ante la ONU violó los acuerdos bilaterales vinculantes con Israel, saliéndose del marco regulatorio en el que la parte impositiva está estipulada, comoasí también la propia creación de la ANP. Es decir, violaron los acuerdos que le dio razón de ser a la Autoridad Palestina.

Pero sin contexto, el blanco puede confundirse fácilmente con el gris.

El Artículo I de la Declaración de Principios (sobre las Disposiciones relacionadas con un Gobierno Autónomo Provisional), dice:

“El objetivo de las negociaciones israelo-palestinas dentro del actual proceso de paz del Oriente Medio es, entre otras cosas, establecer un gobierno autónomo provisional palestino, vale decir, un Consejo elegido [la Autoridad Palestina]para la población palestina de la Ribera Occidental y la Faja de Gaza…”

Así nacía la Autoridad Palestina.

Por otra parte, todos los acuerdos entre Israel y los palestinos han demandado que las disputas entre las partes deben resolverse a través de negociaciones directas y no a través de terceras partes. La Declaración de Principios(13 de Septiembre de 1993), que formalizó el proceso de paz entre israelíes y palestinos, exige, en su Artículo XV que:

Las disputas derivadas de la aplicación o interpretación de esta Declaración de Principios, o de cualquier acuerdo subsiguiente relacionado con el período provisional, deben ser resueltas mediante negociaciones…”

Los Acuerdos de Oslo, por su parte, establecen los arreglos referidos al traspaso de impuestos. Entre los puntos principales del Acuerdo de Transferencia Preparatoria de Poderes y Responsabilidades, del 29 de agosto de 1994, figuran:

    • Impuestos Directos: La DDP [Declaración de Principios, 3 de septiembre de 1993] estipula la transferencia de autoridad con respecto a los impuestos directos. De acuerdo con esto,la Autoridad Palestina establecerá un sistema de recaudación de ingresos para recaudar impuestos a la renta. Los impuestos a las propiedades serán recaudados por Israel y transferidos a la Autoridad Palestina.
      Además, se acordó transferir la esfera de impuestos indirectos (Impuesto al Valor Agregado) a la Autoridad Palestina, en un intento de garantizar un presupuesto balanceado.
    • Impuestos Indirectos: Esta es una esfera adicional, acordada el 29 de agosto de 1994. El IVA será gravado sobre la producción local en la Margen Occidental [Cisjordania] — exceptuando los asentamientos e instalaciones militares. Esta esfera fue agregada para ayudar a cubrir el faltante que se producirá mientras se establece el sistema impositivo.

La corresponsal proseguía señalando que:

“Para demostrar que esta vez [Israel] no lo devolverá como en anteriores ocasiones, este dinero, 435 millones de shekels (unos 92 millones de euros), ha sido derivado a la Corporación de Energía Eléctrica israelí para pagar la deuda que la ANP tiene con la compañía.

La ANP, que se encuentra en medio de una profunda crisis económica, ha acumulado un total 127 millones de euros de deuda con la eléctrica israelí, que suple electricidad a buena parte de Cisjordania.”

Pero la situación de impagos por parte de la Autoridad Palestina no es, ni mucho menos, nueva. El País, en su edición del 10 de mayo de 2006, señalaba:

“La empresa israelí que suministra combustible a los territorios bajo jurisdicción de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) ha interrumpido sus servicios hasta nuevo aviso. Dor Energía, la concesionaria que abastece a la ANP, afirma que ha cerrado el grifo a los palestinos porque hay cuentas pendientes sin pagar de los últimos meses, una deuda que asciende a una decena de millones de dólares…”

En tanto, el 3 de septiembre de 2012, The Times of Israel advertía que podían producirse cortes de luz programados a lo largo de Cisjordania debido al impago de las cuentas de electricidad (por 175 millones de dólares), según anunciaba el Ministro de Energía y Recursos Hídricos, Uzi Landau. A su vez, el medio señalaba que:

La Autoridad Palestina puede pagar la deuda a través de los impuestos de importación y exportación recaudados por Israel en su nombre”.

Es más, según publicó el Jerusalem Post el 12 de diciembre de 2012:

El gobierno puede deducir asignaciones para la electricidad, el agua, tratamientos hospitalarios y otros servicios que Israel proporciona a la Autoridad Palestina”.

Estos datos de la realidad brindan un panorama totalmente distinto.
Sólo así el blanco es blanco: Israel, por un lado, reacciona a una acción unilateral de la ANP que violó los acuerdos bilaterales; a la vez que cobra una deuda por un servicioprestado por una empresa energética israelíy no fue pagado por el consumidor, la Autoridad Palestina.

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