Europa Press vuelve a ser Europa P: voz palestina sin contexto, verificación ni contrapeso

¿Se habrá tomado la decisión de que no importe realizar una labor periodística? ¿O fue sucediendo por la negligente inercia de la desgana? A saber, pero la cuestión es que los comunicados (muchas veces, operaciones de propaganda) de los líderes palestinos pasan a la audiencia de la agencia de noticias española Europa Press sin contextualización, verificación ni el recurso al equilibrio que brindan otras fuentes de información, otras voces.

La agencia ofrecía otro ejemplo de esta ausencia absoluta de una labor periodística en su crónica del 15 de abril de 2020 (“La Autoridad Palestina denuncia un “bloqueo” de Israel a su trabajo contra el coronavirus en Jerusalén Este”), donde la Autoridad Palestina decía, sin el “filtro” de la realidad, que:

“La Autoridad Palestina ha denunciado este miércoles un “bloqueo” de Israel a sus esfuerzos contra la pandemia de coronavirus en Jerusalén Este… [El Ministerio de Exteriores de la Autoridad Palestina] ha hecho hincapié en que las autoridades palestinas deben poder gestionar la crisis provocada por la pandemia en Jerusalén Este y ha acusado a Israel de “fracasar” a la hora de proteger a los 350.000 palestinos que viven en la ciudad”.

La cuestión que no señalaba la agencia de noticias española es que la Autoridad Palestina no tienen ninguna competencia en Jerusalén (que está bajo jurisdicción del gobierno israelí, que es el que provee los servicios para dicha ciudad). De hecho, de acuerdo con lo que publicaba el diario Times of Israel (16 de abril de 2020), en una declaración, el Ministerio de Seguridad Pública de Israel manifestaba:

“Toda actividad de la Autoridad Palestina en territorio israelí que no esté coordinada y aprobada por las autoridades está prohibida por ley y la policía debe impedirla”.

Europa Press recogía sin más la información que ofrece Wafa, la agencia oficial de la Autoridad Palestina, convirtiéndose en un mero reproductor. O, en algo más: un altavoz que traduce – libre de las obligaciones propias de la práctica periodística – para el mundo hispano hablante propaganda palestina para consumo externo.

Una “narrativa” – la que repiten los líderes palestinos – que pretende imponer una imagen sempiternamente negativa del Estado judío; en la que este es no sólo un obstáculo para el bienestar palestino, sino una fuerza que trabaja contra el mismo. Pero la realidad, es bien otra. Muy otra, de hecho.

Así, la pasada semana, según publicaba el Jerusalem Post (16 de abril de 2020), entre otros medios, la rama palestina de la Oficina para la Coordinación de los Asuntos Humanitarios elogió en un primer informe de situación la “cooperación sin precedentes [entre las autoridades israelíes y palestinas] en los esfuerzos dirigidos a contener la epidemia”

Hasta el New York Times (9 de abril de 2020), también reacio a tratar de lleno con la realidad cuando Israel está de por medio, mencionó este hecho:

“La tensión en el lado palestino se estádejando veren un aumento de la retórica que contradice la estrecha cooperación entre los funcionarios israelíes y los de Cisjordania entre bastidores; cooperación que las Naciones Unidas han elogiado públicamente”.

Pero no solo eso. Los líderes palestinos, de tanto en tanto, no pueden sino reconocer aquello sobre lo que la propaganda (que acusa a Israel de utilizar la crisis sanitaria para abusar de los derechos humanos palestinos; es decir, lo de siempre) pretende imponerse. De tal guisa, y como informaba el Times of Israel (30 de marzo de 2020), que el portavoz del gobierno de la Autoridad Palestina repetidamente ha mencionado estar trabajando junto a Israel en sus ruedas de prensa diarias.

Mientras tanto, y de acuerdo al Jerusalem Post, (1 de abril de 2020), la Autoridad Palestina había optado a principios de este mes por “pagar los salarios de los terroristas [presos en cárceles israelíes – un gran número de ellos, por delitos de sangre] antes que los de los maestros y los beneficiarios de la ayuda social, ya que prevé una caída de los ingresos como resultado de la crisis del coronavirus”. Elocuentes prioridades.

Recurriendo a un símil manido, facilón, puede decirse que Europa Press juega en otra categoría. Pero no como habitualmente suele utilizarse: es decir, no para sugerir una superioridad, sino todo lo contrario; al menos en lo que al conflicto árabe-israelí y a Israel se refiere, la agencia está muy por debajo de casi todos los medios informativos. Siendo muy generosos, podría considerársela una agencia de traducción de comunicados de prensa palestinos. Algo en lo que, todo sea dicho, tampoco sobresale.

Europa Press vuelve a ser, apenas, Europa P.

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