Europa Press: año nuevo… viejas costumbres

Año nuevo, pero viejas costumbres en la agencia de noticias española Europa Press: falta de contexto y presentación de la parte palestina como aquella que se esfuerza por la paz, que evita la violencia, pero que está sometida a la opresión israelí y a la falta de salidas que ésta ofrece – y la consecuente inevitabilidad de la unilateralidad palestina.

El 2 de enero de 2015, Europa Press publicaba una crónica que firmaba junto a la agencia Reuters – suscribiendo así al, y responsabilizándose el, contenido del texto – en la que decía:

“El presidente palestino, Mahmud Abbas, ha entablado la que supone su más seria confrontación con Israel hasta la fecha con su paso hacia la adhesión de la Autoridad Palestina al Tribunal Penal Internacional (TPI).

[…]


El antiguo profesor de casi 80 años, defensor de la no violencia, ha pasado sus diez años en el cargo intentando controlar a los grupos armados y construir su administración en Cisjordania bajo la ocupación israelí. Pero el fracaso de las conversaciones de paz este año para conseguir un Estado o suspender la ampliación de los asentamientos israelíes parecen haber motivado su decisión de que ahora es el momento para lo que analistas en ambos lados describen como una ‘guerra legal’”.

Abbas se convertía así, mediante un pase de magia informativo, meramente en un “antiguo profesor” (maestro – ‘teacher‘ -, en realidad, según Reuters) anciano que defiende la no violencia; en tanto se insinuaba que la falta de paz se debería a alguna intransigencia israelí, lo que conducía a la movida unilateral palestina.

Veamos quién es el “anciano pacifista no violento” que presenta la agencia española. El “antiguo profesor” – definición que sugiere unas ciertas validez y rigor “académicos” – que en su tesis doctoral afirmó que las cámaras de gas nazis jamás se utilizaron para asesinar judíos, sino para desinfectarlos y para quemar los cuerpos de otros para prevenir la propagación de enfermedades;aseveraba que, en la medida en que los judíos murieron en la Segunda Guerra Mundial (Abu Mazen da una cifra de 890.000 muertos), había sido el resultado de un esfuerzo conjunto entre los líderes judíos y los Nazis.

Además, este mismo Abbas – desprendido de la idílica ancianidad -, que sirvió más de tres décadas como mano derecha de Arafat, según citaba Eric Rozenman en un artículo de CAMERA, declaró en 2008 que:

“… nosotros [Fatah– organización liderada por Abbas] tuvimos el honor de encabezar la resistencia. Hemos introducido a todos, incluyendo a Hizbulá, a lo que significa la resistencia. Fueron entrenados en nuestros campos… En este momento, me opongo a la lucha armada, ya que somos incapaces de llevarla a cabo; sin embargo, en etapas futuras, las cosas pueden cambiar…”.

De hecho, Palestinian Media Watch dio a conocer que en 2005 Abbas, “en una entrevista en la televisión de la Autoridad Palestina (AP) – cuando estaba finalizando la campaña de terror de la AP -, explicó que la AP ve a todos los presos palestinos, incluyendo a aquellos que atacaron y asesinaron civiles, como luchadores legítimos que deberían ser liberados porque cometieron esos ataques siguiendo órdenes. Abbas: ‘Demando [la liberación de] presos porque son humanos que hicieron lo que nosotros, nosotros, le ordenamos. Nosotros, la Autoridad [Palestina]’”.

Vaya un “defensor de la no violencia”…

El “pacifista” va transformándose en un pragmático, como mínimo…

Pero prosigamos con los hechos que Europa Press (y Reuters, claro está) decide ignorar para creer un personaje ajeno a la realidad.

Tamar Sternthal, analista de CAMERA, y directora de la oficina de Jerusalén de esta organización, señalaba que Abbas envió una carta de condolencias a la familia de Muataz Hijazi, el palestino que intentó asesinar Yehuda Glick, activista del Monte del Templo. El presidente de la Autoridad Palestina escribió:

“Con ira y condena recibimos el mensaje sobre el atroz crimen cometido por las bandas asesinas y terroristas del ejército de ocupación israelí contra Muataz Ibrahim Hijazi, quien se elevó al cielo como una baja en la lucha por los derechos del pueblo palestino y los sitios sagrados”.

Días antes de este atentado, tal como apuntaba la también analista de CAMERA, Ricki Hollander, Abbas había llamado – incitado, en definitiva (véase el artículo de ReVistaLa incitación olvidada” – a defender los “sitios musulmanes de los judíos, a los que engañosamente denigraba como ‘colonos’ y deshumanizaba como ‘rebaños de ganado’”.

Decía Abbas:

“Hay personas realizando el Ribat‘ (conflicto religioso / guerra sobre tierra que se reclama como islámica). Todos debemos llevar a cabo el ‘Ribaten Al-Aqsa [mezquita]. No es suficiente decir: ‘los colonos han llegado [a la mezquita]’. Han venido, y no deben venir al Santuario (es decir, Monte del templo). Tenemos que evitar, de cualquier modo, que entren en el santuario. Este es nuestro Santuario…”.

“De cualquier modo”…

En tanto, Sternthal también apuntaba que el diario Times of Israel informaba el 30 de octubre de 2014 que Fatah – recordemos que es la organización que, liderada por Abbas, controla la Autoridad Palestina, también liderada por Abbas – llamó a sus “luchadores y a las masas del pueblo palestino a socorrer la mezquita de Al-Aqsa y la Jerusalén ocupada”.

Señalaba el periódico israelí que:

Wafa [la agencia oficial de noticias palestina] informó que la Comisión de Movilización y Organización de Fatah había ‘llamado para definir el día de mañana como un día de furia a lo largo de la patria y en los países que son hogar de los refugiados, para expresar la oposición del pueblo palestino ante cualquier ataque sobre los lugares sagrados y principalmente entre ellos la mezquita Al-Aqsa…. Y a considerar la profanación de Al-Aqsa como una declaración de una guerra religiosa contra el pueblo palestino y las naciones islámicas árabes”.

Los hechos son numerosos en contra de la representación que hace Europa Press (puesto que, recordemos, firma la crónica) del presidente palestino, pero a la agencia le bastan unas pocas líneas para deformar la realidad y presentar una ilusión falsa.

De esta misma manera, la agencia española continuaba aseverando, junto a Reuters, que:

“Las conversaciones de paz con la mediación de Estados Unidos fracasaron el pasado mes de abril en medio de reproches mutuos. Fue el último fracaso en las negociaciones en busca de la paz y un Estado palestino desde que la Autoridad Palestina se creó bajo la batuta del predecesor de Abbas, Yasir Arafat, en 1993 en virtud de acuerdos interinos [firmados con Israel, ni más ni menos].

[…]

Los palestinos buscan disponer de su propio estado en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, territorios que Israel ocupó durante la Guerra de los Seis Días en 1967. Los palestinos consideran que la propagación de los asentamientos judíos en los territorios ocupados constituye un crimen de guerra que les negará tener un estado viable. Frente a ello, Israel alega raíces bíblicas e históricas con estas tierras y ha restado importancia a la posible entrada de los palestinos en el TPI”.

A los palestinos se les adjudica la característica de la razón, de la legalidad (“consideran que es un crimen de guerra”); en tanto que los argumentos israelíes se difuminan en el tiempo (“históricos”)y en la religiosidad (quizás, hasta en un cierto misticismo), que insinúa una debilidad e invalidez intrínsecas de los mismos – obviando, justamente, cuestiones relevantes como, ni más ni menos, las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, entre otros puntos.
Pero la agencia olvidaba, otra vez, dar cuenta de los hechos; es decir, de ofrecer contexto.

El editorial del Washington Post del 29 de diciembre de 2014 señalaba que Abbas intenta imponer las condiciones palestinas – evitando una negociación – a Israel.

Por su parte, un artículo de opinión del 22 de diciembre de 2014, publicado por el Boston Globe, se preguntaba por qué si los palestinos realmente desean una solución de dos Estados han rechazado continuadamente ofertas israelíes de un estado palestino a cambio de paz. Y explicaba:

“En sus memorias, el ex presidente Bill Clinton describió el rechazo de Yasser Arafat al estado palestina ofrecido por los israelíes, al final de su segundo mandato, como trágico [inmediatamente después del cual, Arafat lanzó la planeada segunda intifada]. En sus memorias, la ex Secretaria de Estado Condoleezza Rice describió una oferta aún más favorable hecha por Israel en 2008, y las grandes esperanzas que los Estados unidos tenían, por fin, de que los palestinos aceptarían el estado que les había sido ofrecido a cambio de paz. ‘Al final’, escribe Rice, ‘los palestinos abandonaron las negociaciones… De haber expresado [el presidente palestino Mahomud Abbas] su voluntad de aceptar los términos excepcionales que se le habían ofrecido, podría haber sido un punto de inflexión en la historia del insuperable conflicto’”.

A los palestinos, observaba el ex profesor de Derecho de la Universidad de Harvard, Alan Dershowitz, se les ofreció un estado en numerosas oportunidades: 1938, 1948, 2000 y 2007. En cada oportunidad, rechazaron la oferta, eligiendo, en su lugar, el camino de la violencia.

Dershowitz, señalaba en un artículo del 28 de septiembre de 2011 que:

“… la generosa oferta de estado que hizo Israel en 2000-2001 que fue rechazada y a la que se respondió con violencia…”.

Efectivamente, Arafat abandonó Camp David en 2000 y al llegar a Ramallah, y como ya se señalara, lanzó la segunda intifada. El Primer Ministro israelí, Ehud Barak, había realizado concesiones impensadas en temas como la soberanía palestina sobre un sector de Jerusalén y la entrega de un 97% de la tierra reclamada por los palestinos.

Por su parte, Mahmoud Abbas rechazó una oferta de Ehud Olmert (¡que proponía una división de Jerusalén!), en 2008.

De hecho, Condoleezza Rice, en su libro No Higher Honor, escribió:

¿Realmente estoy escuchando esto?, me pregunté. ¿El Primer Ministro israelí está diciendo que dividirá Jerusalén y que podrá a un cuerpo internacional a cargo de los lugares sagrados?”.

En ese entonces, los “asentamientos no fueron el obstáculo”. Abbas quería el retorno (a Israel) de 4 millones de “refugiados” – Sahar Habash, uno de los consejeros de Arafat, llegó a declarar en una oportunidad que “el ‘derecho de retorno’ es la carta ganadora, que significa liquidar a Israel”…

Mientras tanto, el artículo del Boston Gobe indicaba:

“La respuesta a la ‘muy buena pregunta’…, y la inferencia razonable que se desprende de la historia del rechazo palestino, no es particularmente feliz. Es que las propuestas israelíes de un estado palestino independiente han llegado con una condición que el liderazgo palestino ha considerado como un ultimátum: un fin permanente del conflicto y un compromiso para aceptar la existencia de Israel”.

En 2011, según reproducía un blog de CAMERA, Abdullah Abdullah, embajador palestino en el Líbano, dijo:

Cuando tengamos un estado aceptado como miembro de las Naciones Unidas, no será el fin del conflicto. Esta no es una solución al conflicto. Es sólo un nuevo marco que cambiará las reglas del juego”.

A fin de cuentas, tal como informó Palestinian Media Watch, las imágenes y mapas de Fatah anticipan un mundo sin Israel, reemplazado por “Palestina”, en tanto que la televisión oficial de la Autoridad Palestina les dice a los: “Toda Palestina volverá a nosotros”.

Al parecer, entre los propósitos de Europa Press para el nuevo año no figura realizar un periodismo serio e imparcial en lo concerniente al conflicto entre palestinos e israelíes – lo que implica verificar lo que se reproduce (y firma conjuntamente) de otras agencias.

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