Estos días en Argentina: Israel es “nazi”. Los judíos son “ratas”. Los antisemitas “protestan”. El gobierno en el silencio o el error.¿Y los medios de difusión?

Esta semana pasada la historia Argentina adquirió una nueva mancha en cuanto a la protección que el gobierno y la sociedad en general se comprometen a garantizar a sus ciudadanos judíos. Los hechos: Carteles insultantes donde la cruz svástica apareció a la par de la Estrella de David, pintadas en paredes de “fuera judíos”, escraches a miembros de la colectividad judía y frente a la AMIA (organizacion central de los judios argentinos), “pintadas” en los carteles de calle Estado de Israel, cambiado por “Palestina libre” y en otros lugares, insultos de “rata” y otros tantos a ciudadanos judíos en las calles y en la televisión durante una polémica, y otras demostraciones de falta de respeto a la dignidad de personas, instituciones y la colectividad como tal. Justificadamente la comunidad judia se sintió directamente agredida. Las opiniones de que esto fue la expresión nada más de un repudio a la conducta de Israel por su invasión a Gaza y no un brote antisemita quedan muy cortas de la realidad de los hechos. Ejemplos de estas ideas son las notas de Alfred Bauen, Christian Castillo o Guillermo Oliveri en Página 12. El tono antisemita estuvo caracterizado como es típico por la desligitimizacion, al igualar seres humanos con ratas, la generalización: todos los judios se identifican con la Estrella de David (no es el Estado de Israel como alegan los defensores de estos actos), y la caracterización de los judíos bajo los estereotipos del “judío internacional”. Una queja contra la conducta de Israel podría haberse hecho en una demostración frente a la embajada de Israel. Lo que ocurrió, y en la magnitud en la que ocurrió, tiene todas las características de antisemitismo clásico y fue dirigido a los judios y en particular a los judíos argentinos. Los grupos que perpetraron los actos, si bien no tan numerosos, manifestaron poder, y disfrutaron de total libertad de acción y escasa condena.

La respuesta del gobierno fue extremadamente limitada y en ciertos casos hasta delatora de simpatía con las acciones de los grupos antisemitas. Por un lado declaraciones isquémicas como la del Ministro de Culto, Guillermo Oliveri:

Por eso generalizar y pensar que hay un brote antisemita me parece exagerado, aunque no se puede perder de vista las expresiones de estos grupos marginales que estos días cobraron una notoriedad mediática llamativa.

Obviamente el Sr. Oliveri no conoce la historia del antisemitismo: Los ataques antisemitas siempre fueron perpetrados por “grupos marginales” mientras los gobernantes como él desviaban la mirada y declaraban que no habia antisemitismo “generalizado”. Por el otro, la titular del Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminacion), Maria José Lubertino declaró: “Israel violó las leyes del derecho internacional y se le vino en contra”. ¿Qué se “le” vino en contra? ¿Ataques a judíos en la Argentina?O como dice el periodista, en este programa de televisión: “se le vino en contra” es el antiguo “por algo será”: actos violentos y “razones” son cínicamente tejidos – Israel es “los judíos”, el silencio oficial y privado prima, a nivel social los actos violentos son merecidos y el gobierno y el pueblo los condona. El Jefe de Gabinete, Sergio Massa y otras autoridades condenaron los actos, pero los líderes de las organizaciones judías no sintieron que la acción del gobierno marcó una pauta de seguridad para la comunidad. Una actuación oficial muy preocupante en un país con alrededor de 250,000 judíos.

Vamos al análisis de los hechos que supuestamente “causaron” estos actos:

La incursión de Israel en Gaza entre el 27 de diciembre y el 17 de enero pasados ha generado una gran variedad de opiniones internacionales. Entre tantas voces, hemos seleccionado las de dos organizaciones de derechos humanos, que en general no tienden a tener simpatía hacia Israel, porque son prominentes y se han ocupado de la región y sus problemas humanos desde hace varios años.

Human Rights Watch declaró el 27 de enero (como ya lo había hecho 10 días antes): “Una investigación internacional imparcial sobre las presuntas violaciones de las leyes de guerra por Israel y por Hamas es esencial para establecer los hechos …” (negritas nuestras).

Amnesty International en forma similar llamó a que se haga una investigación de todas las partes que participaron en la contienda. En una carta abierta del 22 de enero al Consejo de Seguridad de la ONU, esta organización urge “a que se lleve a cabo una investigación comprensiva independiente internacional sobre las presuntas violaciones del derecho humanitario internacional por Israel, Hamas y otros grupos palestinos armados que participaron en el conflicto”.

Human Rights Watch y Amnesty International, ambas independientemente, consideran que si bien puede ser verdad que Israel es responsable de los muertos y heridos civiles en Gaza, ésta no es toda la verdad. Hamas y otros grupos palestinos ya han sido culpados de crímenes de guerra, y su responsabilidad por las pérdidas de civiles palestinos se extiende no sólo a lo ocurrido durante la incursión de Israel sino a los numerosos asesinatos y torturas que está cometiendo ahora hacia la poblacion palestina de Gaza desde que Israel salió de la franja, como lo ha publicado y condenado Ammesty International.

En resumen: Mientras que la responsabilidad de Israel todavía está siendo investigada y todos los días aparecenretracciones de cargos y acusaciones – como la reciente declaración de John Ging, director de UN Relief and Work Agency (UNWRA), quien admitió a dos diarios, el Toronto Globe y el London Daily Mail que ninguna bomba cayó en la escuela de la UNWRA y que nadie murió en la escuela y que “no fue cierto el bombardeo a la escuela de Gaza”– esto a pesar de que Israel fue acusada de 42 muertes civiles en esa escuela en docenas de diarios en todo el mundo- mientras que los cargos contra Hamas de que ha cometido repetidos crímenes de guerra ya han sido comprobados.

Actuación de la Prensa

Errores, omisiones, tergiversaciones, prejuicios, todos hicieron su aparición en los medios. Desde Gaza no hubo información por los medios convencionales, como Prensa Asociada o Reuters. Los únicos que “informaban” desde Gaza eran Hamas, las Naciones Unidas (UNWRA) y Al Jazeerah que mantiene allí corresponsales que pudieron quedarse cuando el conflicto comenzó. Estas fuentes, normalmente no usadas por los medios, hicieron cuanta propaganda pudieron, y los medios estuvieron más que dispuestos a publicar ese material distorsionado. Acá hay ejemplos:

Errores, Omisiones y Distorsiones:

Página12 – 16 de enero: “Gaza es Guernica”

Sería redundante pretender inventariar una vez más la interminable cantidad de atrocidades cometidas por Israel en Gaza…

La barbarie perpetrada por el régimen de Tel Aviv reconoce pocos antecedentes en los últimos tiempos…

No es exagerado calificar a los indignos y malignos gobernantes de Israel como auténticos herederos de la barbarie nazi…

Este artículo es erróneo ya que contiene errores como “se destruyen hospitales, escuelas” cuando no se destruyó ningún hospital ni escuela. Aparte de sembrar errores en la mente del lector y de no retractarlos una vez que son retractados por las mismas fuentes, Página 12 avala el uso desubicado de la comparación de Israel con Alemania nazi. Este es un error de distorsión. El autor (Atilio A. Boron) puede opinar lo que desee, pero no puede mentir. Decir que Gaza se parece a Guernica es simplemente una mentira. El artículo omite dar ninguna responsabilidad a Hamas, cuando todos los organismos internacionales han declarado que Israel y Hamas deben ser investigados, y que Hamas ha cometido crímenes de guerra.

Más allá de los errores graves de este artículo, los medios de difusión influyen sobre los lectores, y es por eso que si opiniones de este tipo se publican, otras opiniones que las balanceen deben tener cabida también en la misma publicación.

Errores no retractados:

Clarin– 7 de enero de 2009 – Israel bombardeó una escuela de Gaza llena de refugiados

Israel bombardeó ayer una escuela patrocinada por las Naciones Unidas donde estaban refugiados cientos de palestinos, aumentando así el malestar internacional ante la muerte de civiles que va causando esta guerra.

La UNWRA ha retractado esta información: “No fue cierto el bombardeo en la escuela de Gazahttp://www.noticierodigital.com/?p=17195 Después de que cientos de periódicos publicaron que 43 muertos, incluídos niños ocurrieron en esa escuela, en la realidad, la escuela no fue dañada. Este artículo de Clarín debe ser retractado. Aunque hubo apuro de escribir esta información, no hay apuro de corregirla cuando resulta ser incorrecta.

Errores de Omisión:

Clarín – 25 de enero de 2009 – Olmert volvio a defender el accionar de Israel en la Franja de Gaza

Luego de que finalizada la operación militar, que comenzó el 27 de diciembre, protestas públicas en varias capitales del mundo reclamaron por el alto número de civiles muertos mientras funcionarios de Naciones Unidas demandaron investigaciones independientes sobre si Israel cometió “crímenes de guerra”.

En realidad, los funcionarios de Naciones Unidas demandaron investigaciones independientes sobre si Israel y Hamas cometieron “crímenes de guerra”.

Prejuicio:

Clarín– 27 de enero de 2009 – La comunidad judía argentina denunció una “campaña antisemita”

En la sede de la AMIA, y en coincidencia con el Día Internacional del Holocausto, tildó de “actos antisemitas” a las protestas contra Israel por su incursión en Gaza. Apuntaron específicamente contra el piquetero Luis D’Elía.

En el día Internacional del Holocausto, establecido por las Naciones Unidas para recordar a las víctimas del nazismo, la comunidad judía argentina insistió en denunciar una “campaña antisemita” a la que vinculó las protestas contra Israel por su incursión en la Franja de Gaza y por la que señaló específicamente al piquetero kirchnerista Luis D’Elía.

Según Clarín, la AMIA “tildó de “actos antisemitas”” a meras protestas contra Israel. Clarín no opina de que los actos eran antisemitas, sino que reporta que la AMIA así piensa. La comunidad judía “insistió en denunciar” una “campaña antisemita”. Clarín realmente cree que estos actos contra judíos argentinos y contra instituciones judías argentinas son una protesta contra Israel por su incursión en Gaza. Pintadas de svásticas, sembrar el terror anunciando una falsa bomba en la AMIA (cosa que bien sabido es, no es inimaginable), ¿qué relación tienen esos actos con la incursión de Israel en Gaza?

Está claro que la incursión de Israel en Gaza, magnificada y tergiversada en gran medida por la labor periodística que estaba dispuesta a publicar información de fuentes no fidedignas, sin chequear, y sin retractar cuando era necesario, a omitir información, a publicar opiniones parciales y extremas, sin intentar balancearlas, creó una atmósfera donde el odio a Israel y el odio a los judíos se vio justificado de salir a la calle a demostrar su existencia y a sembrar división y miedo. Estos elementos que han estado más o menos latentes en la sociedad argentina, que han sido alimentados por corrientes extremistas llegadas de Venezuela y el Medio Oriente, a la vez que otros extremismos políticos, salieron a la calle a mostrar su fea cara. Y la prensa no sólo que no se ha excusado o re-examinadopor una labor carente de ética profesional a lo largo de toda esta jornada, sino que ahora, no llamó estas conductas callejeras por su nombre: antisemitismo.

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