El Huffington Post: el foco propagandístico sobre Gaza

No hacen falta preámbulos para presentar una mala cobertura. Basta con decir que es mala y pasar al asunto, que ya la crónica habla por sí misma.
A modo de introducción alcanza con nombrar al medio – El Huffington Post en español – y el titular – “Diez años de bloqueo y tres desde la última ofensiva de Israel: así está Gaza” (13/07/2017) – que, por supuesto, no deja nada librado al lector, y moldea, de entrada, por dónde debe discurrir su mirada, “su opinión”.
Veamos, pues, los errores y sesgos sobresalientes de dicho texto:
1. “Son ya tres los años que han pasado desde la última gran ofensiva de Israel contra la franja en respuesta a los cohetes de milicias palestinas -la Operación Margen Protector- y diez, toda una década, desde que el Gobierno de Tel Aviv decidió imponer un bloqueo a todo el territorio”
¿Tel Aviv? ¿De veras? El gobierno israelí tiene su asiento en Jerusalén.
2. “Ya no hay focos sobre Gaza, ya su dolor no copa titulares, ya poco llama la atención su crisis humanitaria, arrastrada de ofensiva en ofensiva y de año de cerco en año de cerco”.
“Cerco” …
¿Y si en lugar de apelar tan evidentemente a las emociones, el medio de comunicación se dedicara a informar de veras?
Por ejemplo, diciendo a qué responde el bloqueo (ya se sabe, los esfuerzos pasados y presentes del grupo terrorista – denominación que el Huffington calla – Hamas por armarse con el fin de destruir a Israel); la canalización de abultados fondos para la consecución de armas por parte de Hamas, en detrimento del bienestar social de los gazatíes, y cómo controla y oprime, este grupo terrorista, la Franja.
“Ya no hay focos sobre Gaza”… Dudosa (cuando no, sospechosa)aseveración hecha por el medio que tan sólo nueve días antes le dedicaba un artículo a la Franja… Pero el lugar común de la falta de cobertura parece ser difícilmente evitable cuando de llegar al corazón – que no a la razón – del lector se trata.
3. El medio, que volvía sobre las más que dudosas cifras “oficiales” de muertos durante la última operación israelí, decía, sin adentrarse en motivos, que:
“Como ya ocurriera tras otros ataques israelíes previos, no todo el dinero está llegando. Ahora se calcula un déficit de 250 millones de dólares en la aportación de los fondos prometidos, indica este ministerio. Eso hace que, por ejemplo, aún haya 500 personas viviendo en caravanas, familias que no pudieron irse con otros allegados y cuyas casas no son habitables o han desaparecido”.
Ya en 2015, el diario español ABC apuntaba – si bien en el remoto final de una crónica – que “la parálisis en la superficie contrasta con el ritmo en la reparación de túneles por parte de las milicias [es decir, organizaciones terroristas]palestinas que ‘desde la firma del alto el fuego [se están] preparando para la próxima guerra’ según fuentes de Yihad Islámica consultadas en Gaza”.
En tanto, un año antes, el periodista Khaled Abu Toameh escribía:
Fatah acusó a Hamas de ‘dilapidar’ 700 millones de dólares de ayuda financiera destinada a las víctimas palestinas de la guerra. Fatah quiere asegurarse de que los millones de dólares destinados a la franja de Gaza pasen por sus manos y no terminen en las cuentas bancarias de Hamas. Pero depender de Fatah en este sentido, es como pedirle a un gato que cuide la leche”.
Pero al Huffington Post al parecer poco le importa la búsqueda de las respuestas a las preguntas básicas del periodismo (quién, cómo, por qué, para qué, cuándo), de rastrear causas.
Según señalaba el Middle East Media Research Institute (MEMRI) ya en abril 2015, Hamas también se está rearmando. Algo que, por lo demás, los altos cargos de Hamas no se molestaban en ocultar, al punto de incluso “jactarse de que sus fábricas [de cohetes] están produciendo sin descanso”.

4. “‘Gaza está al borde del colapso sistémico’, escribe Raquel Martí, directora del Comité Español de UNRWA (la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos). Y es que desde hace 10 años Israel -secundado gran parte del tiempo por Egipto- impide la salida y entrada de bienes y personal de Gaza, salvo contadas excepciones por razones de salud o estudios. Casi todo el mundo es peligroso y casi todos los productos pueden tener un doble uso y emplearse en contra de sus intereses: esa es la base de su argumentación.

El bloqueo, contrario al Derecho Internacional Humanitario y que Israel mantiene desde 2007, cuando Hamás ganó las elecciones y luego tomó el poder…”.
El link que ofrecen sobre “Derecho internacional humanitario” no afirma tal que el bloqueo que Israel mantiene sea contrario al mismo. Pero, puede másafirmar algo que retrate negativamente a Israel. Quizás El Huff haga bien en leer el llamado informe Palmer que se refiere al bloqueo marítimo ejercido por Israel sobre la Franja de Gaza, que asegura que asegura que Israel enfrenta una verdadera amenaza para su seguridad por parte de grupos militantes en Gaza. El bloqueo naval se impuso como una medida legítima de seguridad con el fin de evitar que las armas de entrar en Gaza por mar y su aplicación han cumplido con los requisitos del derecho internacional”.
En definitiva, el bloqueo, le dice el medio al lector, es casi un capricho israelí – que, éste busca justificar como una cuestión de seguridad. La fuente, un miembro – que bloqueó a ReVista en Twitter luego de que se le indicaran evidentesfaltas a la verdad – de la UNRWA, la agencia de la ONU exclusiva para los palestinos, que ya se ha convertido en una organización activista más.
Pero vayamos los hechos. Que en este caso, es casilo mismo que decir, vayamosa (o contemos)los cohetes. Desde 2005, según informa el Ejército de Israel, los grupos terroristas palestinos operando desde la Franja, principalmente Hamas, lanzaron más de 11000 cohetes contra la población israelí. Fueron estos ataques los que provocaronlas respuestas defensivas israelíes – es menester recordar que 250 cohetes fueron lanzados desde Gaza contra Israel en las tres semanas previas a la operación Margen Protector de 2014 (450 desde principios de ese año).

Dos hermanas palestinas de Gaza, según informóla agencia de noticias AP en abril de 2017, fueron descubiertas cuando pasaban explosivos de contrabando para utilizarlos en ataques.
“Los explosivos estaban camuflados en envases etiquetados como medicamentos. Las mujeres tenían permisos de entrada a Israel, donde una de las hermanas recibe tratamiento contra el cáncer”, apuntó la agencia.
Así pues, según el Huffington Post, Hamas, que no se dedica al terrorismo, sino a la administración pública – y bueno, claro, “cercados” como están, “ocasionalmente atacan a su vecino” (al del Este, claro) -, no sólo no tiene responsabilidad alguna por el estado económico y social de la Franja de Gaza; antes bien, es una víctima de la “maldad” israelí – secundada por Egipto en el sur, en un papel muy diluido.
Toda una labor de blanqueo de imagen…
Todo ello lleva a preguntarse qué quiere decir el medio cuando dice que “ya no hay focos sobre Gaza, ya su dolor no copa titulares”. ¿Se refiere acaso a que ya va tocando una campaña generalizada de propaganda anti-israelí en todos los medios – de esas que llaman “especiales informativos”?

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