Agencia Efe o el caso de Dr. Jeckyll y Mr. Hyde

Ambas noticias son de la agencia de noticias española Efe. Las separan apenas algo más de tres años. Abordan prácticamente el mismo suceso. Lo único que cambia es la distribución de los actores: en un caso, tenemos palestinos son los atacantes, y en el otro, israelíes.

Así, en octubre de 2015 la agencia afirmaba:

“Dos israelíes fueron asesinados hoy en la Ciudad Vieja de Jerusalén por un joven palestino de 19 años en un ataque aparentemente relacionado con la reciente tensión en la Explanada de las Mezquitas y que sigue al homicidio el jueves de dos colonos israelíes en Cisjordania”.

“Redes sociales palestinas difundieron varias fotos del atacante, estudiante de Derecho residente en Al Bire (al este de Ramala), una de las cuales le muestra con una banda en la cabeza del movimiento islamista Yihad Islámica”.

Había, pues, un “joven palestino estudiante de derecho”. Había una “tensión” – una abstracción que guiaba al joven palestino -. Y había la omisión de que la Yihad Islámica es un grupo terrorista.

“Las visitas de extremistas judíos que tratan de rezar en el lugar (en el que está vetado el rezo no islámico) y los ataques de los palestinos que intentan impedir su presencia han provocado en las últimas semanas un aumento de tensión en el lugar, que ha sido escenario de repetidos enfrentamientos”.

Había, también, una suerte de “justificación” o “atenuante” que Efe ofrecía para el atentado: “los extremistas judíos [aquellos que pretenden rezar en el lugar más sagrado del judaísmo]” provocarían la “reacción” de los palestinos que “intentan impedir su presencia”.

Ahora bien, en enero de 2019, la misma agencia decía:

“Un grupo de adolescentes judíos de extrema derecha ha sido detenido por la muerte de una palestina en la Cisjordania ocupada el pasado 12 de octubre, informaron hoy medios locales”.

“Los arrestados… son sospechosos de ‘delito de terrorismo, incluido el asesinato’, según el Shin Bet [Agencia de Seguridad de Israel]”.

En este caso, se habla de la religión de los atacantes y, además, se los caracteriza como de “extrema derecha”; algo que no se hace con los atacantes palestinos.

La agencia muestra dos formas muy diferentes de abordar sucesos similares según quién sea el sujeto activo del mismo (es decir, el agresor).

Pero, además, Efe le hurtaba al lector el tratamiento que los mencionados sucesos tienen en cada una de las sociedades o en sus sistemas legales. Una diferencia que bien puede explicar una parte sustancial del conflicto – explicación que, por otra parte, prácticamente todos los medios en español ningunean escatiman al punto de acallarla:

El diario Times of Israel informaba el 28 de octubre de 2015: “El ayuntamiento de Surda-Abu Qash (Cisjordania) anunció que nombrará una calle en honor de Muhannad Halabi…”.

Halabi, es el “estudiante de Derecho de 19 años” mencionado más arriba que asesinó a dos israelíes (Rabbi Nehemiah Lavi y Aharon Bennett – e hirió a la mujer de este último y a su hijo de dos años) a puñaladas en Jerusalén; y que fue abatido por la policía.

Además, el Middle East Media Research Institute indicaba el 11 de octubre de 2015:

El Colegio palestino de Abogados, cuyos directivos son miembros de Fatah, y que recibe financiación de la Unión Europea y la ONU, anunció… que otorgará un título honorario de Derecho a Muhannad Al-Halabi, un estudiante de Derecho palestino que fue abatido luego apuñalar hasta la muerte a dos israelíes en la Ciudad Vieja de Jerusalén el 4 de octubre de 2015. El anuncio de dicho Colegio decía: ‘El Colegio de Abogados decidió en su reunión de hoy [10 de octubre] conceder el título honorario de Derecho al héroe martirizado, Muhannad Al-Halabi, y celebrar la próxima ceremonia de jura [del Colegio] en [su] honor’”.

Ese mismo año, el diario israelí Jerusalem Post señalaba que documentos mostraban que la Autoridad Palestina había pagado decenas de millones de shekels cada mes a terroristas encarcelados en prisiones israelíes.

Por su parte, en un artículo del 31 de julio de 2017, el Times of Israel apuntaba que la Autoridad Palestina había aumentado ese año un 13% el presupuesto destinado a los pagos a presos en cárceles israelíes – la amplia mayoría condenados por crímenes de sangre – y para las familias de los “mártires” -, según el presupuesto del Ministerio de Economía de dicha Autoridad, publicado en su sitio web a principios de julio. De esta manera, apuntaba el medio, la suma total (345 millones de dólares) destinada a tal fin, representa casi la mitad de la ayuda internacional que Ramallah espera recibir este año (693 millones de dólares)

A 2016, el salario de un maestro palestinoen la Autoridad Palestina: unos 640 dólares por mes. En tanto que, a 2017, el “salario” de un terroristapalestino – creciente según la condena (es decir, según la gravedad del delito): de 400 dólares por mes para penas de cero a tres años de cárcel; hasta 3438 dólares por mes para penas de treinta años o más.

Mientras que el grupo de israelíes que asesinó a una mujer palestina fue detenido por el servicio de seguridad israelí, que, frente a los “mártires” y “héroes” palestinos, los considera sospechosos de un ‘delito de terrorismo, incluido el asesinato’.

La diferencia no sólo es de cobertura. O, dicho de otra manera, la diferencia de la cobertura acaso sea tan sesgada para encubrir dichas diferencias.

En resumidas cuentas, la cobertura parece destinada a ser parte de unas de las partes del conflicto, no a dar cuenta de éste.

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