Aquiescencia mediática con el señalamiento de Israel

Una vez más, han sido varios los medios que han vuelto sobre el tema del pedido palestino de exclusión de Israel de las competiciones oficiales de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), “por restringir los movimientos de jugadores y material de la Franja de Gaza a Cisjordania”.

Una vez más, han obviado el trasfondo político-ideológico (un foro más para la deslegitimación de Israel; y una plataforma para la autopromoción de Jibril Rajoub para la sucesión de Mahmoud Abbas en el poder) de dicha solicitud y de quién es, precisamente, Rajoub, la persona que está detrás de la misma.

Algunos de los periódicos que se hicieron eco fueron:

· La FIFA carga contra Israel y planea una votación en su congreso para expulsarla

El Confidencial

· La Asociación de Fútbol Palestina pedirá a la FIFA la suspensión de Israel

La Vanguardia

· Israel acusa a Palestina por pedido de suspensión ante la FIFA

Milenio.com

El fútbol como plataforma política y propagandística para Rajoub

El 20 de junio de 2014, el periodista Khaled Abu Toameh señalaba, en un artículo publicado por el Gatestone Institute, que Jibril Rajoub – presidente de la Asociación Palestina de Fútbol, Secretario General Adjunto del Comité Central de Fatah, jefe del Comité Olímpico Palestino y ex director de la Fuerza de Seguridad Preventiva en Cisjordania se considera a sí mismo como un sucesor de Abbas.

Toameh apuntaba que, cuando Rajoub declaró, en una entrevista en un medio digital de Ramala, que apoyaba el secuestro de solados israelíes, algunos líderes palestinos lo vieron como un “primer disparo” en la campaña de Rajoub para suceder a Abbas. El ex director de la Fuerza de Seguridad, decían, sabe que sus declaraciones apoyando el secuestro de soldados israelíes lo harán una figura popular y que mejorará sus posibilidades de convertirse en el próximo presidente de la Autoridad Palestina; una posición que, claro está,tiene otros pretendientes, comoMohammad Dahlan.

A su vez, el diario libanés Al Akhbar, en su edición en inglés del 10 de junio de 2014 se preguntaba, en el título de una crónica: “¿El jefe de la Federación [Palestina] de Fútbol al-Rajub, es un sucesor de Abbas apoyado Qatar?” (“Is Football Federation chief al-Rajoub a Qatari-backed successor to Abbas?”).

Qatar… Vaya, justamente, CAMERA comentaba que un artículo de diciembre de 2014 publicado por el Wall Street Journal “se adentraba en el importante tema del rol de Qatar en el fomento de la inestabilidad y el radicalismo y en la reacción que ello ha generado entre los Estados árabes más importantes”.

Y abría el artículo con otro interrogante más:

“¿Quién podría haberse llegado a imaginar que el fútbol se convirtiera en una cobertura para la política, especialmente en relación a los palestinos, cuyos líderes históricamente se aferraron al poder hasta la muerte?”

El fútbol como cobertura para la política”… Un aspecto que los medios en español o bien no ven, o han decidido no ver.

Una cobertura y, a la vez, una herramienta para deslegitimar a Israel…

El medio libanés, además, aportaba un dato interesante y, a la vez, inquietante:

“Cabe destacar que el adjunto Rajoub en la Federación de Fútbol de Gaza es Abdel Salam Haniyeh, el hijo de Ismail Haniyeh, primer ministro del gobierno encabezado por Hamas de Gaza”.

Haniyeh es uno de los líderes del grupo terrorista Hamas – así considerado por la Unión Europea y Estados Unidos, entre otros -. Grupo que en el preámbulo de su carta fundacional avisa: “Israel existirá y seguirá existiendo hasta que el islam lo aniquile, como antes aniquiló a otros”.

Rajoub: muy lejos de la moderación y el interés por su gente

En un texto ReVista de Medio Oriente, publicado el 7 de abril de 2015, se señalaba que tal como informaba el Washington Times el 9 de mayo de 2013, Rajoub declaró:

Juro, que si tuviéramos una bomba nuclear, la habríamos utilizado esta misma mañana”.

Es decir, juraba que hubiese, tal como advierte la carta de Hamas, aniquilado a Israel. Pero no sólo eso. Juraba que su propio pueblo le importaba bien poco: ¿O existe algo así como una bomba atómica selectiva y que no dejará un longevo residuo radioactivo que hará imposible la vida durante siglos en la zona de impacto?

Pero eso sí, las “trabas al movimiento de jugadores palestinos por parte de Israel”, lo indignan sobremanera.

¿El fútbol como cobertura para el terrorismo?
¿Trabas al fútbol palestino? ¿O hay algo más que los medios no cuentan?
Reproducimos a continuación lo que ya se explicara en el texto de ReVista antes mencionado.

Tal como reflejáramos en un artículo de hace casi un año (Fútbol y propaganda palestina, sin versión israelí; mayo de 2014), en relación a una noticia que indicaba que “dos futbolistas palestinos de edad Juvenil fueron heridos en Cisjordania tras los disparos de miembros de las fuerzas de Israel… cuando habían acabado un entrenamiento y ya se dirigían a sus respectivos domicilios”; Tamar Sternthal, directora de la oficina de CAMERA en Israel, apuntaba que:

“En su momento, Amira Hass, del diario Ha’aretz, cubrió el incidente y dejó muy claro que la policía israelí de fronteras sostuvo que los palestinos estaban a punto de arrojar una bomba – no estaban caminado inocentemente de regreso a casa – cuando les dispararon. Hass informó el 3 de febrero (Wounded Palestinian teens dispute border police claims) que:

‘Dos palestinos están hospitalizados en Jerusalén desde el viernes luego de que la Policía de Fronteras les disparar y los arrestara en medio de acusaciones que indicaban que iban a tirar una bomba

[…]

En respuesta a consultas, el portavoz de la Policía de Fronteras dijo: ‘Durante una actividad operacional, un grupo de individuos fue visto segundos antes de que arrojaran bombas a las fuerzas de seguridad. Cuando vieron a los policías de frontera, el grupo intentó huir e intentó, nuevamente, arrojar bombas a los policías. Los policías iniciaron el protocolo de abrir fuego con el fin de neutralizar la amenaza. Los sospechosos fueron detenidos, y se les halló una bomba, que ha sido desactivada’”.

Téngase en cuenta que la periodista israelí Amira Hass no es, precisamente, una periodista pro-israelí, sino, más bien, una simpatizante de la “causa palestina”.

Por otro lado, el diario israelí Jerusalem Post daba a conocer en febrero de 2012 que:

“El Shin Bet (Agencia Israelí de Seguridad) reveló el lunes que había detenido a 13 palestinos por planear una serie de ataques contra las tropas de las FDI cerca de Ramallah. Entre los detenidos hay dos empleados de la Media Luna Roja palestina, el portero del equipo olímpico palestino de fútbol y un alto oficial de inteligencia de la Autoridad Palestina.

[…]

Entre los arrestados estaba Omar Abu Rwayyis, el portero de la selección palestina olímpica de fútbol…”.

Y, es más, este mismo diario señalaba en 2014 que Samah Fares Muhamed Marava, de 22 años, y residente en Calquelia, salió de Israel con su equipo en una gira futbolística el 15 de abril. Una vez en Catar, el jugador se reunió con miembros del grupo terrorista Hamas – así considerado por Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros. Durante su interrogatorio – relataba el medio -, Marava dijo que antes de viajar a Catar, Muad Yusef Hasan, un alto operativo de Hamas en Calquelia, se le acercó para pedirle que se reuniera con Talal Sarim, parte de la “rama militar” de Hamas.

El Jerusalem Post explicaba, entonces, que según la declaración, durante la reunión con Talal Sarim, Marava recibió dinero, un teléfono móvil y mensajes escritos que Sarim le pidió que llevara para Hamas en Cisjordania.

A raíz de esto, el Ministerio de Cultura y Deportes de Israel le envió una carta de protesta al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, informándole de la situación. Dicha carta, apuntaba el medio, hacía referencia al encuentro de Blatter con el primer ministro Binyamin Netanyahu en relación a las quejas palestinas sobre “la obstaculización israelí de la capacidad de su equipo nacional de fútbol para viajar al extranjero para los partidos”.

¿Esto no es de suma relevancia? ¿No tiene absolutamente nada que ver con el tema que se está tratando?

Jugadores de fútbol valiéndose de su condición deportistas para servir de correo entre operativos de una organización terrorista; o para intentar atentar contra Israel…

Concluyendo, la denuncia palestina ante la FIFA aparece de manera reiterada en los medios. Y, aun así, parece haber una incapacidad crónica para abordar el contexto en el que se produce la misma. En su lugar, se reitera, una y otra vez, la acusación palestina, sin más, sin aclarar quién la formula, sus intereses personales, y obviando la estrategia de deslegitimación del Estado judío en diversos foros internacionales.
De lo que surge una pregunta respecto de las coberturas: ¿es acaso, ésta, una manera (voluntaria o inconsciente) de instalar entre los lectores como un “hecho dado”, como una “verdad”, las imputaciones alzadas – también vez tras vez – contra de Israel?

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