AMIA. La huella. La memoria.

“Aprehender (un objeto) por la mente, por el pensamiento, relacionando entre sí imágenes, percepciones que le conciernen; distinguir, identificar, conocer por la memoria, el juicio o la acción”, diccionario Le Robert

La AMIA. La huella.

La huella. De dolor. Marcando las vidas que prosiguen.

La huella. Sobre el silencio que aún no la borra.

«… al borde de la huella de las lágrimas aprende /
a vivir», escribió Celan desde el borde mismo
de la muerte y sus burocracias.

La huella, al decir de Gabriela Mistral, del “hombre fugitivo”. O del país evidente, tan quieto, tan soberbio en su aplaudida impunidad de acuerdos y descongelados beneficios: Irán. El peso del cuerpo de su recurrente modo de actuar: el terrorismo como parte indivisible de su diplomacia: que no es otra cosa que la imposición de su “revolución islámica”. De su oscurantismo tan claro.

«¡la huella, Dios mío…:
el grito sin boca,
la huella la huella!», le prestaba su voz
Gabriela. A la huella, o,
lo que es lo mismo, a la memoria.
Grita fuerte Gabriela, grita,
porque avisaba un tal Ricoeur que «pertenece
a la idea de huella
poder ser borrada. Con esta idea inquietante
de la amenaza de destrucción de las huellas,
es la amenaza del olvido la que se impone».

Aunque, reconocía don Paul Ricoeur, “es cierto que hay numerosas formas de olvido que no dependen de la destrucción de las huellas, sino de la astucia y de la mala conciencia; existen también muchas apariencias de destrucción que sólo contribuyen a ocultar lo que queda, por el contrario, de imborrable en la experiencia memorial”. Y bien que lo sabemos. A una de esas tales astucias la llamaron Memorándum de entendimiento: convergencia de desprecios y mezquinas ventajas: desmemoria.

La AMIA. 18 de julio de 1994. 9.53 de la mañana. Buenos Aires. La memoria. O la historia. O la memoria de la historia. De los hechos, más bien.

Pero la desmemoria.
Sus secuaces trabajan a destajo.

Como si fuese un palimpsesto, parafraseando al señor George Orwell, que se borra y se reescribe y se vuelve a borrar y a reescribir. Y cada vez, un “recuento” veraz.

Sólo la discrepancia es falaz.

Pero la desmemoria.
Sus secuaces y usufructuarios trabajan a destajo.

Como una cinta de Moebius sobre la que las gentes se ven forzadas a andar: servidumbre debida a la “memoria” del instante – es decir, de la conveniencia – y el requerido olvido recurrente.

De manera que ya no habría hechos; sólo “narrativa”.

Descartado Descartes, ha de admitirse, pues, y constantemente, como verdadero todo lo que se presente como relato oficial u oficioso. Aún – o, sobre todo, – sin haber conocido toda la evidencia,
o habiéndola tan obedientemente olvidado,
o manipulado,
o fabricado.
Descartado Descartes, se convierte al ciudadano en un acatamiento absoluto
a esta cambiante “memoria”: es decir, cambiante identidad colectiva; directriz.
Negándole la posibilidad de la pausa para la memoria: ergo, para la identidad propia.
Siempre, entonces, apenas en un presente
que ni siquiera comporta el engaño fatuo de la eternidad.

El ciudadano, entonces, incapaz: de poder acordarse (sin libreto; temeroso de rememorar equivocadamente).

Y como, al decir de don Ricoeur, el reconocimiento del recuerdo se igualará con el reconocimiento de sí: el ciudadano ya no es en-sí, sino apenas en-eso-que-consiente, que asiente, que brinda “consenso”. Es lo más parecido a una ficción.

La memoria. La memoria. La memoria.
Como Celan después de Auschwitz.
Como Mistral salvaguardando la huella.
Como ellos. Como tantos otros.
Recordamos.
Continuamos por aquellos
a los que el olvido quiere matar
por segunda vez.
La AMIA. 18 de julio de 1994. 9.53 de la mañana. 633 de la calle Pasteur. Buenos Aires. Una furgoneta bomba. 300-400 kg de explosivo. Un país detrás del atentado (Irán). Un brazo ejecutor (el grupo terrorista libanés Hizbulá). Al menos 151 heridos. 85 muertos.
La memoria. La memoria. La memoria.
La memoria. La memoria. La memoria.

SILVANA ALGUEA DE RODRIGUEZ

Argentina, 28 años. Asistente Social. Trabajaba en el Servicio Social de la AMIA.

JORGE ANTUNEZ

Argentino, 18 años. Trabajaba como mozo en un bar de Tucumán y Corrientes.

MOISES GABRIEL ARAZI

Argentino, 22 años. Estudiante. Esperaba en la Bolsa de Trabajo de la AMIA.

CARLOS AVENDAÑO BOBADILLA

Chileno, 61 años. Electricista. Trabajaba en Maestranza de la AMIA.

YANINA AVERBUCH

Argentina, 20 años. Estudiante. Trabajaba en el Servicio Social de la AMIA.

NAUM BAND

Argentina, 55 años. Trabajaba en el sector Vigilancia de la AMIA.

SEBASTIAN BARREIRO

Argentino, 5 años. Pasaba por la puerta de la AMIA, de la mano de su mamá.

DAVID BARRIGA

Boliviano, 28 años. Trabajaba en las refacciones de la AMIA.

HUGO NORBERTO BASIGLIO

Argentino, 47 años. Electricista. Trabajaba en las refacciones de la AMIA.

REBECA VIOLETA BEHAR DE JURIN

Argentina, 58 años. Ama de casa, obstetra. Vecina de la calle Pasteur, pasaba por la puerta de la AMIA.

DORA BELGOROSKY

Argentina, 54 años. Trabajaba en la Bolsa de Trabajo de la AMIA.

FAVIO ENRIQUE BERMUDEZ

Argentino, 26 años. Trabajaba en la imprenta Chyiesa y Galarraga, frente a la AMIA.

ROMINA AMBAR LUJAN BOLAND

Argentina, 19 años. Empleada y estudiante. Pasaba por la puerta de la AMIA camino a la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.

EMILIANO GASTON BRIKMAN

Argentino, 20 años. Estudiante. Esperaba en la Bolsa de trabajo de la AMIA.

GABRIEL BUTTINI

Argentino, 36 años. Electricista. Trabajaba en las refacciones de la AMIA.

VIVIANA ADELA CASABE

Argentina, 24 años. Diseñadora gráfica. Integraba el personal de la DAIA.

PAOLA SARA CZYZEWSKI

Argentina, 21 años. Estudiante de abogacía. Estaba circunstancialmente en el edificio de la AMIA.

JACOBO CHEMAUEL

Argentino, 56 años. Trabajaba en el Sector Maestranza de la AMIA.

CRISTIAN ADRIAN DEGTIAR

Argentino, 21 años. Estudiante de Abogacía. Integraba el personal de la DAIA.

DIEGO DE PIRRO

Argentino, 23 años. Estudiante, empleado en la DGI. Vecino de la calle Pasteur, frente a la AMIA.

RAMON NORBERTO DIAZ

Argentino, 53 años. Encargado del edificio que se encuentra frente a la AMIA.

NORBERTO ARIEL DUBIN

Argentino, 33 años. Subjefe del Sector sepelios de la AMIA.

FAIWEL DYJAMENT

Polaco, argentino naturalizado, 73 años. Empleado. Esperaba en la Bolsa de Trabajo de la AMIA.

AIDA MONICA FELDMAN DE GOLDFEDER

Argentina, 39 años. Se desconocen otros datos y las circunstancias por las que se hallaba en las inmediaciones de la AMIA.

ALBERTO FERNANDEZ

Argentino, 54 años. Hacia repartos de panadería. Pasaba a cobrar a unos clientes de la calle Pasteur.

MARTIN FIGUEROA

Argentino, 47 años. Electricista. Trabajaba en las refacciones de la AMIA.

INGRID FINKELCHTEIN

Argentina, 18 años. Esperaba en la Bolsa de Trabajo de la AMIA.

LEONOR GUTMAN DE FINKELCHTEIN

Argentina, 42 años. Esperaba en la Bolsa de Trabajo de la AMIA.

FABIAN MARCELO FURMAN

Argentino, 30 años. Esperaba en el Sector Sepelios de la AMIA.

GUILLERMO BENIGNO GALARRAGA

Argentino, 45 años. Socio de la imprenta y casa de fotocopias Chiesa y Galarraga, de Pasteur 630.

ERWIN GARCIA TENORIO

Boliviano. Trabajaba en las refacciones de la AMIA.

JOSE ENRIQUE GINSBERG

Argentino, 43 años. Director del sector Sepelios de la AMIA.

CYNTHIA VERONICA GOLDENBERG

Argentina, 20 años. Integraba el personal de la DAIA.

ANDREA JUDITH GUTERMAN

Argentina, 28 años. Maestra jardinera. Esperaba en la Bolsa de Trabajo de la AMIA.

SILVIA LEONOR HERSALIS

Argentina, 42 años. Esperaba en la Bolsa de Trabajo de la AMIA.

CARLOS HILU

Argentino, 36 años. Jefe del Sector Vigilancia de la AMIA.

EMILIA JAKUBIEC DE LEWCZUK

Argentina, 58 años. Pasaba por la puerta de la AMIA.

MARIA LUISA JAWORSKI

Argentina, 55 años. Ama de casa, empleada doméstica. Esperaba en la Bolsa de Trabajo de la AMIA.

ANALIA VERONICA JOSCH

Argentina, 20 años. Esperaba en la Bolsa de trabajo de la AMIA.

CARLA ANDREA JOSCH

Argentina, 17 años. Esperaba en la Bolsa de Trabajo de la AMIA.

ELENA SOFIA KASTIKA

Argentina, 54 años. Pasaba por la puerta de la AMIA.

ESTHER KLIN

Argentina, 49 años. Ama de casa. Esperaba en la Bolsa de Trabajo de la AMIA.

LEON GREGORIO KNORPEL

Argentino, 53 años. Corredor. Esperaba en la Bolsa de Trabajo de la AMIA.

BERTA KOZUK DE LOSZ

Argentina, 67 años. Pasaba por la puerta de la AMIA rumbo a su trabajo.

LUIS FERNANDO KUPCHIK

Argentino, 42 años. Arquitecto, comerciante. Tramitaba un sepelio en las oficinas de la AMIA.

AGUSTIN DIEGO LEW

Argentino, 21 años. Estudiante. Trabajaba en el sector sepelios de la AMIA.

JESUS MARIA LOURDES

Se desconocen sus datos personales y las circunstancias por las cuales se hallaba en las inmediaciones de la AMIA.

ANDRES GUSTAVO MALAMUD

Argentino, 37 años. Arquitecto. Dirigía las refacciones del edificio de la AMIA.

GREGORIO MELMAN

Argentino, 53 años. Trabajaba en el sector Vigilancia de la AMIA.

ILEANA MERCOVICH

Argentina, 21 años. Fotógrafa, estudiante. Esperaba en la Bolsa de Trabajo de la AMIA.

NAON BERNARDO MIROCHNIK

Argentino, 62 años. Trabajaba como mozo en la AMIA.

MONICA NUDEL

Argentina, 36 años. Vendedora. Pasaba por la calle Pasteur.

ELIAS ALBERTO PALTI

Argentino, 38 años. Comerciante. Acompañaba a unos amigos a tramitar un sepelio en las oficinas de la AMIA.

GERMAN PARSONS

Argentino, 29 años. Artista plástico, escenógrafo. Vivía frente al edificio de la AMIA.

ROSA PERELMUTER

Argentina, 48 años. Trabajaba como telefonista en el conmutador de la AMIA.

FERNANDO ROBERTO PEREZ

Argentino, 47 años. Plomero, gasista. Trabajaba en las refacciones de la AMIA.

ABRAHAM JAIME PLAKSIN

Polaco, argentino naturalizado, 61 años. Egresado del Instituto Superior de Estudios Judaicos. Trabajaba en el Departamento de Cultura de la AMIA.

SILVIA INES PORTNOY

Argentina, 25 años. Cosmetóloga, cosmiatra. Esperaba en la Bolsa de Trabajo de la AMIA.

OLEGARIO RAMIREZ

Argentino, 46 años. Trabajaba en le Sector Maestranza de la AMIA.

NOEMI GRACIELA REISFELD

Argentina, 36 años. Trabajaba en le Servicio Social de la AMIA.

FELIX ROBERTO ROISMAN

Argentino, 48 años. Químico. Pasaba por la puerta de la AMIA rumbo a su trabajo.

MARISA RAQUEL SAID

Argentina, 22 años. Estudiante universitaria. Recepcionista de la AMIA.

RICARDO HUGO SAID

Argentino, 41 años. Trabajaba en el Sector Vigilancia de la AMIA.

RIMAR SALAZAR MENDOZA

Boliviano, 32 años. Trabajaba en las refacciones de la AMIA.

FABIAN SCHALIT

Argentino, 33 años. Licenciado en economía. Tramitaba un sepelio en las oficinas de la AMIA.

PABLO SCHALIT

Argentino, 32 años. Tramitaba un sepelio en las oficinas de la AMIA.

MAURICIO SCHIBER

Argentino, 65 años. Trabajaba en el Sector Vigilancia de la AMIA.

NESTOR AMERICO SERENA

Argentino, 51 años. Ingeniero mecánico. Trabajaba en las refacciones de la AMIA.

MIRTA STRIER

Argentina, 42 años. Trabajaba en le Centro Marc Turkow de la AMIA.

LILIANA EDITH SZWIMER

Argentina, 22 años. Estudiante de diseño gráfico. Pasaba casualmente frente a la AMIA.

NAUM JAVIER TENENBAUM

Argentino, 30 años. Abogado. Estaba haciendo un trámite de sepelios en la AMIA.

JUAN CARLOS TERRANOVA

Argentino, 52 años. Distribuidor de sustancias alimenticias. Estaba descargando mercadería en la calle Pasteur.

EMILIA GRACIELA BERELEJIS DE TOER

Argentina, 44 años. Esperaba en la Bolsa de Trabajo de la AMIA.

MARIELA TOER

Argentina, 19 años. Estudiante. Esperaba en la Bolsa de Trabajo de la AMIA.

MARTA TREIBMAN

Argentina, 30 años. Empleada administrativa del Servicio Social de la AMIA.

ANGEL CLAUDIO UBFAL

Argentino, 34 años. Jefe del Sector Sepelios de la AMIA.

EUGENIO VELA RAMOS

Boliviano, 17 años. Ayudante de obra. Trabajaba en las refacciones de la AMIA.

JUAN VELA RAMOS

Boliviano, 21 años. Ayudante de obra. Trabajaba en las refacciones de la AMIA.

GUSTAVO DANIEL VELAZQUEZ

Argentino, 16 años. Estudiante. Vecino de la calle Pasteur.

ISABEL VICTORIA NUÑEZ DE VELAZQUEZ

Argentina, 51 años. Empleada administrativa. Vecina de la calle Pasteur.

DANILO VILLAVERDE

Argentino, 20 años. Electricista y tapicero. Trabajaba en las refacciones de la AMIA.

JULIA SUSANA WOLYNSKI DE KREIMAN

Argentina, 48 años. Responsable de la Bolsa de Trabajo de la AMIA.

RITA WORONA

Argentina, 37 años. Trabajaba en el Sector Sepelios de la AMIA.

ADHEMAR ZARATE LOAYZA

Boliviano, 31 años. Albañil. Trabajaba en la refacción de la AMIA.

Fuente: Memoria Activa

NATALIO ALBERTO NISMAN, Fiscal de la Causa AMIA, asesinado el 18 de enero de 2015.
Memoria. Memoria. Memoria.

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