El sucesor nombrado por Abbas: terrorismo, BDS y la evidencia del sesgo informativo

De acuerdo el periodista israelí Khaled Abu Toameh, al periódico libanés al-Akhbar informó que el Consejo Revolucionario Fatah aceptó la solicitud de su líder, y también presidente de la Autoridad Palestina (aunque su mandato expiró a principios de 2009), Mahmoud Abbas, de designar a Mahmoud al-Aloul, actual vicepresidente de dicha organización, como su suplente temporal en dicha organización para el caso de que se viese imposibilitado de continuar en su cargo.

En los medios en español este hecho ha sido, como tantísimos otros, pasado por alto. De la misma manera que lo había sido su nombramiento para el cargo de vicepresidente de Fatah.

De esta manera, los lectores desconocen quién es al-Aloul, quien así se postula como uno de los líderes con serias probabilidades de quedar al frente de los palestinos en el futuro.

Según recogía Palestinian Media Watch, el diario oficial de la Autoridad Palestina Al-Hayat Al-Jadida señalaba el 16 de mayo de 2017 que al-Aloul, durante una ceremonia en Nablús para conmemorar la “nakba”, dijo:

Esta ceremonia de la nakba [el establecimiento del Estado de Israel] es una conmemoración del mayor crimen de la historia contra los palestinos y de la trama urdida por varias partes con el fin de ocupar nuestra tierra y expulsarnos de ella”.

Es decir, el sucesor de Abbas considera a Israel un crimen y un producto de conspiraciones.

Después de todo, quien lo ha designado, también opina lo mismo. En una carta (2012) dirigida a los residentes de Gaza, Abbas afirmaba:

Nuestra tierra fue conquistada y no es territorio en disputa, y esto es así para toda la tierra que Israel conquistó antes de junio de 1967”.

Ergo, Israel es un usurpador y, como tal, no tiene derecho a existir…

Dos años más tarde, Tawfiq Tirawi, miembro del Comité Central de Fatah decía lo mismo con otras palabras:

“… la Patria, que está representada por la [Franja] de Gaza y Cisjordania, por Palestina, toda Palestina, desde su río [Jordán] a su mar [Mediterráneo]. Este es nuestro objetivo, y es la luz que ilumina nuestro camino; estos son nuestros principios en el movimiento Fatah: Palestina – Gaza es parte del mismo; Cisjordania es parte, y también lo es Haifa, Jaffa, Acre [ciudades israelíes] y lo es toda Palestina, que será un estado independiente para nosotros, con la ayuda de Alá”.

No es de extrañar, pues, su elección. Porque además, como explicaba el analista de CAMERA Sean Durns, Aloul fue uno de los asistentes de Jalil Al-Wazir, conocido como “Abu Yihad”, fundador de Fatah y ex jefe del “ala militar” de la OLP. Al-Wazir planeó numerosos ataques que costaron la vida de 125 israelíes. Entre dichos atentados, se encuentra el más letal de la historia de Israel: el secuestro de un autobús y el asesinato de 37 civiles, 12 de ellos niños. Además, Jalil Al-Wazir supervisó el asesinato de diplomáticos estadounidenses en Sudán, en 1973.

El propio al-Aloul, que tomó el nom de guerre de su mentor Al-Wazir, participó, tal como indicaba Durns, en operaciones terroristas de la OLP.

Ni ya disfrazado de “político” ha evitado celebrar ataques terroristas. Refería Durns que cuando Eitam y Na’ama Henkin, una pareja israelí, fueron emboscadas y asesinados mientras conducían su automóvil junto a sus cuatro hijos, el 1 de octubre de 2015, al-Aloul utilizó Facebook para anunciar que una unidad de Fatah “aceptaba la responsabilidad” del asesinato de la pareja.

Es más, en febrero de 2017, según daba a conocer el Jerusalem Post, al-Aloul declaró que “a pesar de que los palestinos han acordado lanzar una ‘resistencia popular contra la ocupación, nadie ha abandonado la resistencia armada de su diccionario’”. “Resistencia armada” es un muy conocido eufemismo para terrorismo.

Tampoco es de extrañar que Fatah acepte tal designación. A fin de cuentas, su ideología y sus acciones están en la línea de la propia organización, cuya constitución es una muestra de extremismo y beligerancia:

– artículo 12: “completa liberación de Palestina, y a la erradicación de la existencia económica, política, militar y cultural sionista”

– artículo 8: la “existencia israelí en Palestina es una invasión sionista”.

-artículo 17: “La revolución pública armada es el método inevitable para liberar palestina”.

-artículo 19: “La lucha armada es una estrategia, no una táctica, y la revolución armada del pueblo árabe palestino es un factor decisivo en la lucha por la liberación y en el arrancar la existencia sionista, y esta lucha no cesará a menos que el estado sionista sea demolido y Palestina completamente liberada”.

-artículo 22: “Oponerse a cualquier solución política que se ofrezca como alternativa a la demolición de la ocupación sionista en Palestina…”.
Una nota de color (muy oscuro): Autoridad Palestina, Fatah y el BDS

Un mes después de ser nombrado vicepresidente de Fatah, en una grabación secreta obtenida por The Washington Free Beacon, al-Aloul declaba:

Tenemos relaciones con el BDS, nuestra gente trabaja ahí, tenemos delegados ahí. Cooperamos en todos los niveles con el BDS, y no sólo con el BDS, sino que estamos con todo grupo cuyo fin sea el boicot de Israel. Estamos con todo grupo que trabaja para asediar y aislar a Israel del mundo”.

La única manera de sorprenderse de la designación de al-Aloul, de las biografías de la gran mayoría de los líderes palestinos, de sus ideas, de sus afirmaciones en árabe, es habiendo consumido el silencio que sobre ello ofrecen los medios en español.

Y es este rasgo de la cobertura (o de su inexistencia), el que evidencia más que ningún otro, el sesgo informativo. Pues mientras los medios bombardean a sus lectores con crónicas sobre el conflicto palestino-israelí, sugiriendo de tal manera una muy exagerada relevancia del mismo, al llegar la hora de informar sobre la parte palestina (inevitable pues es parte del conflicto) de tal manera que no sea posible encajarla en un marco de victimismo, sino como parte activa, responsable, causal, de pronto, las páginas se quedan sin espacio; los telediarios, sin tiempo.

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