Una suerte de mesianismo que espera que llegue un porvenir sin estado judío. Eso es lo que prescribe una memoria fundada en elementos adulterados e hipertrofiados, cuando no, directamente, fabricados
Ambas agencias de noticias presentaban a un joven miembro del grupo terrorista Yihad Islámica, muerto en un operativo israelí contra el mismo, como una suerte de “víctima colateral inocente”
Acaso crean los profesionales que cubren los eventos relacionados con Israel, que el aplauso breve - un eco, más bien - que se ofrendan entre sí, y que les conceden sus seguidores, es el espejo que define su quehacer. Pero es, precisamente, la cobertura, o su simulacro, la que lo retrata cabalmente.
Acaso crean los profesionales que cubren los eventos relacionados con Israel, que el aplauso breve - un eco, más bien - que se ofrendan entre sí, y que les conceden sus seguidores, es el espejo que define su quehacer. Pero es, precisamente, la cobertura, o su simulacro, la que lo retrata cabalmente.
¿Cómo puede llamarse periodismo a la cobertura sobre el conflicto y sobre Israel, si los periodistas hacen lo posible por emparentarla con la censura al servicio de la propaganda antisraelí?
El 13 de junio, la nueva Comisión de Investigación de las Naciones Unidas contra Israel tiene previsto presentar su primer informe. Creada tras el conflicto de mayo de 2021, la COI es sólo la última adición al desbordante arsenal de la ONU contra el Estado judío. He aquí algunos antecedentes básicos que todo el mundo, incluidos los periodistas y sus audiencias, debe conocer.