La utilización que hace el escritor de su supuesta sensibilidad ante la industrialización del crimen de seis millones de judíos resulta, cuando menos, obsceno, una falta de respeto a la memoria y un insulto a las víctimas
¿Por qué ningún medio ha hablado de él como el "asesino pro nipón" o el "terrorista filojaponés". Simplemente porque sería ridículo. Igual de ridículo que es subrayar su filo sionismo, para encontrar en ello la respuesta al horror.
García Gascón pretende crear un vínculo entre la matanza en Noruega e Israel, al utilizar el falso argumento de la conexión entre la “filia sionista” del terrorista descargada violentamente contra un grupo de personas que promovían el boicot contra Israel.
Que Madsen haga declaraciones absolutamente delirantes y “conspiranoides” no debería afectarle más que a él, si no fuera porque medios como Gran Época se ocupan de difundir sus ideas, confundiendo a sus lectores y cubriéndolo todo con un manto de sospecha, en el que “los malos” son siempre los mismos.
Son muchos los aspectos de este documental en los que se podría incidir, pero básicamente podríamos definirlo cono una distorsión para deslegitimar a Israel y al final de cuentas, apoyar a Hamas.
Llama la atención que el análisis de Birnbaum se centre exclusivamente en conseguir que Israel haga o deje de hacer, y que no se mencione una sola vez la responsabilidad palestina en las relaciones entre ambos.
El periodista Lorenzo Benítez pretende equiparar a los israelíes con los nazis, cuando cualquier persona que haya leído un libro de historia puede ver la diferencia entre un Gueto y lo que sucede en Gaza.
Actualmente, El País alberga en sus dominios, al menos dos blogs, que justifican e incitan a la violencia contra Israel y los judíos a través de afirmaciones netamente antisemitas y distorsiones históricas.
Cualquier petición palestina ante las Naciones Unidas para obtener el reconocimiento de su Estado, o una declaración unilateral , constituiría una grave violación de los acuerdos firmados con Israel y pondría en duda el valor de los compromisos palestinos futuros.
La muerte de Bin Laden y sus repercusiones mediáticas, constituyen sin duda, un excelente momento para que los creadores de opinión reflexionen al respecto, y empiecen a mirar a Israel con ambos ojos y no con su eterna mirada tuerta.