query_vars) ){ $term = get_term_by( 'slug', get_query_var( 'topic' ), 'topic' ); $description .= term_description(); } if( array_key_exists('people', $wp_query->query_vars) ) { $term = get_term_by( 'slug', get_query_var( 'people' ), 'people' ); $description .= term_description(); } if( array_key_exists('camera-author', $wp_query->query_vars) ) { $term = get_term_by( 'slug', get_query_var( 'camera-author' ), 'camera-author' ); $description .= term_description(); } if( array_key_exists('outlet', $wp_query->query_vars) ) { $term = get_term_by( 'slug', get_query_var( 'outlet' ), 'outlet' ); $description .= term_description(); } if( array_key_exists('journalist', $wp_query->query_vars) ) { $term = get_term_by( 'slug', get_query_var( 'journalist' ), 'journalist' ); $description .= term_description(); } if( strlen(trim($description)) > 0 ): ?>

La Sexta borra a Hamás en un paradigma de la degradación mediática

Lo realmente grave es que la lluvia constante de desinformación respecto a Israel que tiene lugar en la mayoría de medios españoles permite que una pieza delirante pase todos los estándares y sea publicada sin levantar una sola alerta en la web de un medio poderoso.

Vocento, de mal en peor

O de peor en peor, más probablemente. De publicar lo que dicte Hamás sin más filtro que el de “periodistas” activistas-propagandistas, a una suerte de maquillaje ideológico y difusión de teorías conspirativas que publicaba El Correo

Editorial: sesgo

Exigir a los medios y sus profesionales que se rijan por los parámetros deontológicos que ellos mismos se otorgaron, es esencial para poder abrir el camino a un debate más honesto, más equilibrado y, en última instancia, más útil para la causa de la paz.

RTVE: la normalización del odio

Banalización del Holocausto imprescindible para darle una mano al culto genocida Hamás, disimulado-"validado" detrás de las cifras mentidas que sirven a la “periodista” para reafirmar ya no un sesgo evidente, sino su papel cómplice

Huellas del régimen iraní, silencios de “periodismo”

Los autoproclamados “expertos” y “corresponsales” en Medio Oriente se encargan ya no de no seguir, sino siquiera ni mirar las elocuentes marcas que deja a su paso la República Islámica de los ayatolás. Un rastro inconfundible de armas, dinero sucio, guerra y fanatismo.

Un espectáculo de mala calidad, la “cobertura ‘periodística’”

“Anti-israelíes y anti-occidentales] prefiere[n] la imagen a la cosa, la representación a la realidad, la apariencia al ser. Lo que es sagrado para [ellos] no es sino la ilusión, aquello que es profano es la verdad. Más aún, lo sagrado se engrandece a sus ojos a medida que decrece la verdad y que la ilusión crece”. Lo sagrado, en definitiva, es su “moral” masajeada a través de la “indignación” e “inquietud” invocadas a través de esos simulacros

Gol de la propaganda palestina a pase de El Mundo

La cobertura sobre aquello que esté relacionado con Israel . Para comenzar, el periodista de turno suspende su capacidad para realizar su profesión de manera correcta. Esto es, deja de corroborar lo que digan palestinos o aquellos que se dicen pro-palestinos, y de informar sobre quién es la voz que hablar. El periodista se vuelve obediente con “la causa” y sus necesidades "narrativas"

Cegueras de audiencia, vendas mediáticas

El sesgo informativo, la desinformación, la falsificación, la censura se transforman en un ruido que no permite oír nada más. Ni a los propios valores e intereses. La redundancia usurpa el lugar de la argumentación, de los hechos, las pruebas y la razón

Falsificado periodismo, audiencias entregadas

“Compra” el público unas evidentes adulteraciones hinchadas de eslóganes y adjetivos trillados empaquetadas en formato de noticia, dirigidas a guiar precisamente sus actitudes políticas y los ‘elevados compromisos morales’