Acaso crean los profesionales que cubren los eventos relacionados con Israel, que el aplauso breve - un eco, más bien - que se ofrendan entre sí, y que les conceden sus seguidores, es el espejo que define su quehacer. Pero es, precisamente, la cobertura, o su simulacro, la que lo retrata cabalmente.
¿Cómo puede llamarse periodismo a la cobertura sobre el conflicto y sobre Israel, si los periodistas hacen lo posible por emparentarla con la censura al servicio de la propaganda antisraelí?
El corresponsal es, por supuesto, libre de tener sus simpatías por un lado u otro, pero omitir de tal manera la explicación de una de las partes no es lo más honesto periodísticamente hablando.
En contra de lo que requiere un periodismo profesional, se ha vuelto a ver a medios en español tomando partido por una de las partes del conflicto árabe-israelí.
Esta no es la época de la razón, se está diciendo o sugiriendo o pretendiendo: eso de pensar y ahondar no está bien visto. Así, los hechos pueden aspirar, con suerte, a formar parte del material en el que basarse tenuemente; a partir del cual se exaltarán o crearán emociones
Aproximación al material informativo elaborado desde Gaza por algunos de los principales medios españoles durante el inicio de la operación militar israelí “Margen Protector” y el repliegue de las tropas (02 de agosto de 2014 - 08 de julio de 2014).