Últimas Noticias, diario de Venezuela, omite explicar por qué la orquesta no tocó en EL VIOLINISTA

Sinagoga de Maripérez. Arca vandalizada. De El Universal.

En “Un violinista aplaudido con su orquesta sobre el tejado”, escribe Sergio Moreno González en “Ultimas Noticias” de Venezuela el 2 de marzo: (negritas nuestras)

Caracas. Cuando Salomón Lerner salió al escenario, con batuta en mano, para dar inicio al segundo acto de El violinista sobre el tejado, el público se levantó de sus asientos para aplaudirlo. La ovación no sólo era para el director sino para el grupo de músicos que se atrevió a acompañar a Michel Hausmann en el reestreno de su primer musical en Caracas.

Los intérpretes, colocados en el foso de la orquesta, recibieron el nombre de “valientes” por parte del público.

Hausmann decidió llamar La orquesta sobre el tejado al grupo que con sus instrumentos musicalizó una de las obras más emblemáticas del pueblo judío. Esta temática precisamente fue la razón que determinó que la Orquesta Gran Mariscal de Ayacucho no los acompañara en el escenario.

La postura del Gobierno (subsidiario de la agrupación) frente al conflicto de Israel y Palestina, se interpuso a la participación de la OSGMA en el show al estilo Broadway.

El lector queda confundido. Primero porque la historia no queda clara: ¿Cómo es exactamente que “el conflicto de Israel y Palestina” se “interpone” a la participación de una orquesta en un show en Venezuela?, y segundo: ¿Por qué el reportaje del periódico es tan turbio y falto de fuentes?

Por el artículo “‘El Violinista’ discriminado” de El Universal del 26 de febrero, nos enteramos del llamado telefónico del representante de la OSGMA al productor de El Violinista, Yair Rosemberg: ‘muchachos, nosotros recibimos subsidio del Estado y por esta situación (postura del Gobierno ante el conflicto de Israel y Palestina) preferimos abstenernos de trabajar con ustedes, ya que El Violinista es un emblema judío”

Esto es para quedar atónito. Es inaudito que un músico, o para peor, un grupo de músicos, se sientan perfectamente cómodos emitiendo semejante declaración del más puro antisemitismo. No tocar música porque es un ‘emblema judío’. O mejor dicho, no tocar música judía por miedo a perder un subsidio del gobierno. Obviamente estos músicos sienten que esta declaración pública no tiene ninguna repercusión social desfavorable, sino que por el contrario, redunda en su beneficio, financiero y general. ¿Cómo se llega a elegir esa posición, en un país que se dice democrático, en el año 2009, en el medio de las Américas, nos preguntamos?

La obra El violinista en el Tejado, es conocida por retratar la realidad de una familia judía en la Europa de principios del siglo XX. Los protagonistas sobreviven repetidos pogroms antisemitas, mientras que la policía y el Estado no sólo los abandona sino que también promueve el antisemitismo. Irónicamente, es una obra que podría reflejar en alguna medida el sentimiento de la comunidad judía en la Venezuela de hoy. La obra actualmente en escena en Caracas, está montada por el grupo teatral Producciones Palo de Agua y dirigida por Michel Hausman. Y lo que ocurrió con la orquesta OGSMA, agrega todavía mas ironía al mismo espectáculo: no sólo la policía y el estado, pero ahora músicos (!) se han sumado al asedio.

Como bien lo dice El Universal al comienzo de su artículo sobre El Violinista: “No todo acabó con el ataque a la sinagoga de Maripérez. El discurso incendiario del Gobierno venezolano en contra de Israel sigue generando secuelas.”

Sin embargo, antes de la pasada incursión de Israel en Gaza y los discursos incendiarios de Chávez contra Israel, el asalto a la comunidad judía ya se había perpetrado. Dos veces (en 2004 y 2007) entró el gobierno metralla en mano a las aulas de la escuela judía en busca de armas y material subversivo (que no encontró). El acoso verbal antisemita a la comunidad judía por parte deChávez y sus portavoces chavistas en los medios pro-governamentales ha sido constante y del contenido más extremo. Y luego, con la incursión de Israel en Gaza, Chávez desató todas las manijas, despachando la misión diplomática israelí del país con 72 horas de aviso, y haciendo todo tipo de declaraciones extremas contra Israel. Todo esto sumado a la trayectoria de Chávez de cálida acogida a su país al presidente iraní Ahmadinejad y a grupos terroristas de Hezbollah y de Hezbollah Venezuela, de lo cual puede verse un completo reporte aquí.

Escribe El Universal el pasado 9 de enero:
… en la última década, las frecuentes diatribas anti israelíes de Chávez, junto con sus estrechas relaciones con líderes radicales islámicos como el presidente iraní Mahmud Ahmadinejad, su apoyo abierto a los palestinos en el conflicto y el allanamiento en el 2007 de una escuela primaria judía en busca de armas, han venido a perturbar esa tranquilidad [de los judíos].

En esta atmósfera incendiaria, de aislamiento de la comunidad judía como grupo violento, aliado con una Israel vilificada, ocurre la vandalización de la sinagoga de Maripérez y la respuesta de Chávez:

Escribe El Universal: “Chávez rechazó versiones que ligaban a seguidores de su gobierno con los agresores y acusó más bien a grupos opositores de estar detrás de los hechos.”

En otro artículo de El Universal: (negritas nuestras)
Ese atentado tiene asuntos muy, muy extraños”, dijo Chávez en un programa de Venezolana de Televisión (VTV) al manifestar que le causaba extrañeza que “la alarma no funcionó”, informó AP. También señaló que “el tendido eléctrico lo cortaron, pero además la alarma con una planta eléctrica no se activó. Se llevaron una sola computadora que tiene los vídeos internos. Eso da qué pensar. ¿Quienes hicieron eso qué conocían, o hasta dónde conocían el funcionamiento interno?”, agregó.

Chávez reconoció que sabía quienes eran los miembros de la comunidad judía que había culpado a su gobierno de los destrozos y la profanación que sufrió la sinagoga capitalina. “Yo también sé (quienes declararon). Aquí tengo la lista y lo que han dicho. No para perseguirlos, ni nada, sino para llamarlos a la reflexión”, agregó.

Chávez y sus seguidores niegan que son antisemitas, pero sus palabras y acciones revelan lo contrario. Adicionalmente, el Gobierno ha dejado entrever y declarado que los judios participan de la oposición, a pesar de que los judios hayan declarado su apolitización como bloque:

Elías Fariche líder comunitario, citado en El Universal, dice:
Hemos actuado de buena fe y mejor intención para garantizar la tranquilidad de nuestra comunidad y evitar que seamos utilizados ni por la oposición, ni por sectores… del chavismo, que nos quieran utilizar para fines electorales, porque nosotros como comunidad somos apolíticos”, acotó.

El Gobierno crea así un conflicto entre “el Gobierno de Venezuela y los judíos de Venezuela”, en el cual los judíos están ubicados en la “oposición”. Instalar a los judíos en la “oposición” le permite a Chávez y su gobierno todo tipo de “libertades” que se han otorgado a sí mismos por un tiempo ya. Así loexpone claramente el Informe sobre Venezuela del Human Rights Watch:

La discriminación política ha sido una característica definitoria de la presidencia de Chávez. En algunas oportunidades, el presidente mismo ha respaldado abiertamente actos de discriminación. En términos más generales, ha incentivado a sus subordinados a tomar medidas discriminatorias al tachar sistemáticamente a sus opositores de conspiradores antidemocráticos y golpistas, independientemente de que éstos tuvieran o no alguna relación con el golpe de 2002.

En cuanto a El Violinista, y lo que ocurrió con los músicos de la OGSMA que renunciaron a participar de la puesta en escena, se puede concluir que en esta atmósfera en la que los judíos están “señalados” como opositores por el gobierno, éstos dejan de tener valor como personas en la causa social y ya no importa lo que uno diga de ellos, o en este caso, a ellos.

El Universal cita la reacción de Michel Hausman, director de Producciones Palo de Agua:
Esto es un microcosmos de lo que está ocurriendo en el país, es una persona que puede que no sea mala, pero actuó por miedo. Es tanto lo que la gente está viviendo de la teta del Estado que no quieren hacer nada para ofenderlo, pero al no hacer nada para ofender están rompiendo derechos humanos, segregando por religión, están haciendo una serie de atropellos por cuidarse las espaldas.

Es posible que el músico que llamó no sea antisemita, pero lo que dijo lo es, aunque él no se dé cuenta. Si no lo dijo a conciencia, dejar que el gobierno domine lo que uno dice o hace éticamente, a partir de un subsidio, es perder la libertad de conciencia. Después de perder eso, ya no queda mucholo qué perder.

En cuanto a Últimas Noticias que nos trajo la historia. Fue necesario indagar en otros medios porque Últimas Noticias omitió mucho más de lo que escribió. Este periódico omite escribir claramente lo que el representante de la orquesta adució, limitándose a escribir “esta temática” (la de que la obra es emblemática judía) fue la razón…” y también evita explicar la misma razón que ha llevado a un grupo en un ámbito puramente cultural a tal decisión.

Últimas Noticias pertenece al grupo de medios de difusión que apoyan a Hugo Chávez. “En cuanto a los medios de prensa escrita, dos periódicos privados, el diario de mayor venta de Venezuela, Últimas Noticias, y el periódico de Zulia Panorama, han apoyado, en gran medida, a Chávez y a su gobierno”, escribe la detallada publicación de Human Rights Watch. Chávez se autodenomina no anti-Semita y asi también su gobierno, pero su retórica constante es todo lo contrario. Últimas Noticias, diario que lo apoya, no cumple la función periodística de explicar a sus lectores que las declaraciones anti semitas de Chavez , y sus declaraciones en que posiciona a los judios como “opositores” a su Gobierno, ha causado que la OSGMA considere peligroso hacer alguna actividad con judíos o sobre un tema judío. Parte de lo que se desencadena en un régimen antisemita es que a los judíos se los aísla socialmente, y se vuelven “intocables”.

Últimasnoticias celebra la puesta en escena de esta obra “emblemática judía”, como lo nota en su artículo: “A El violinista le quedan varias presentaciones en la UCV, allí el público demostrará con su asistencia el apoyo a estas producciones que suman en calidad a la escena teatral venezolana.” Sin embargo, el reportaje omite explicar las dimensiones del golpe recibido por sus directores y ensamble, y por el público judío, de lo que aconteció con la OGSMA.

En Venezuela “atreverse” a tocar el violin (!) en un musical de temática judía es ser “valiente”. Realmente valiente sería que Últimas Noticias y todas las otras publicaciones pro chavistas, condenaran sin reserva alguna la peligrosa “postura” (o mejor dicho, la política) del Gobierno hacia los judíos de Venezuela la cual conduce a los ciudadanos a obrar de manera lamentable.

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