El programa ha sido víctima de una campaña de descrédito liderada por el diario Público, no porque muestre a los israelíes como "buenos" sino porque no los señala como "malos"
Esta muestra de “humor gráfico” contiene una serie de inexactitudes peligrosas, ya que contribuyen a la confusión histórica a la vez que transmiten un mensaje claramente antisemita.